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Como un funcionario marcial, con más efectividad que brillo, ha
despachado el Atlético de Madrid a todos los rivales que han desfilado
en el campeonato nacional de Liga por el Vicente Calderón. Frente al
Zaragoza, el conjunto dirigido por Cholo Simeone intentará alcanzar su
décima victoria consecutiva como local y cerrar una primera vuelta
matemáticamente de ensueño, con 44 puntos.
Poco se le puede reprochar al Atlético este curso al margen de su
desafine ante Valencia, Real Madrid y Barcelona. El resumen principal
del año, es que el conjunto colchonero por fin es fiable, por fin gana
cuando debe hacerlo. Juegue bien o regular. Es la fiabilidad y la virtud
competitiva, y no el toque esteta que definitivamente no tiene este
equipo, lo que le sitúa en posición privilegiada para disputar el año
que viene la Champions.
Tras el fogueo de Copa ante el Getafe,
recupera el Atlético a todas sus piezas, después de que en Mallorca
fueran bajas Miranda, Arda y Courtois. El turco, que no jugó entre
semana debido a problemas gástricos, no tiene seguro su concurso. No se
advierten muchos cambios en la alineación de Simeone en el partido que
supone el preludio del inicio de una apasionante eliminatoria copera
ante el Betis. Por el lado ‘limpio’ del cuadro, la competición del K.O.
es un caramelo a degustar.
En ello anda también el Zaragoza, un
equipo igualmente práctico. Perfectamente cosido por Manolo Jiménez,
poco queda del equipo deslavazado que cogió hace un año. Tras salvarlo
del descenso después de conducir una remontada para el recuerdo, el
Zaragoza, por primera vez en mucho tiempo, se asoma a la conducción de
un proyecto cabal.
Como el Atlético, este Zaragoza también
disfruta de los espacios y se encuentra cómodo concediendo la
alternativa al rival. En sus últimos tres desplazamientos, ha amasado
siete puntos. Algo problemático para el equipo de Simeone, que habita
mejor paisajes en los que el oponente propone aun a riesgo de
descuidarse. Tendrá que ser paciente el Atlético, pero a su vez atento.
La velocidad de futbolistas como Víctor Rodríguez y Montañés, dos
regalos de Jiménez, será la principal baza en las salidas del Zaragoza,
con Postiga como cazador autónomo.
El partido enfrenta también a
dos entrenadores que caminan por la misma línea. Apasionados y capaces
de arrastrar a los grupos, Simeone y Jiménez son los resortes de dos
bloques a los que cogieron languidecentes y ahora asoman a futuros
esperanzadores.
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