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El Real Madrid retoma el pulso por la Liga. Aunque nadie lo diría. Y
es que después de lograr el pase a las semifinales de Copa, han sido
múltiples los focos de atención que han fagocitado al Getafe, el rival
merengue este domingo por la mañana, por si alguien no lo sabía. Que si
las expulsiones de Coentrao, Di María y Rui Faria, que si la comida de
capitanes y la reacción de Florentino Pérez, que si la operación de
Casillas, que si el Clásico, que si el fichaje de Diego López… al final
se ha hablado de todo menos del partido de este domingo. Ni siquiera de
su atípico horario.
Aunque, de todas esas cuestiones, sólo había una que de verdad podía
afectarle de cara a este domingo, que no es otra que la lesión de
Casillas. Será el partido ante el Getafe el primero que juegue el Real
Madrid sin su capitán, sin su alma (Xavi dixit). Momento perfecto para
comprobar cómo late la portería merengue, cómo responde el vilipendiado
Antonio Adán, cómo va a reaccionar el equipo blanco al completo al saber
que no está el Santo a sus espaldas.
Regresa Sergio Ramos
después de cuatro partidos de sanción. Será sólo momentáneamente, porque
ante el Barcelona no estará en Copa. Como tampoco Di María o Coentrao.
Todos ellos titulares seguramente, para así optimizar los esfuerzos en
una plantilla ya de por sí comprimida. Especialmente de medio campo
hacia abajo, con Pepe también lesionado.
Sejuega el Madrid más de lo que parece ante un Getafe que marcha
cómodamente por la zona tibia de la clasificación. Y es que si en algún
momento se cree que puede meterle algo de miedo al Barcelona, debería
ser ahora. Porque todavía queda tiempo de reacción, porque acaba de
reducir su distancia tres puntos en la tabla, porque Messi no jugará
ante Osasuna, y porque tiene un triple enfrentamiento directo en este
mes que podría ser la única vía para bajarle los humos al cuadro
blaugrana.
No estará Luis García en el banquillo del Santiago
Bernabéu, al tener que cumplir sanción. Tampoco David Abraham, que salió
ya de un club azulón que llega al coliseo blanco con la lógica moral
que le da el haber ganado al Real Madrid en la primera vuelta. Un
enemigo íntimo, como dicen los numerosos traspasos entre ambos. A partir
de ahí, el equipo blanco comenzó a caer en picado. ¿Será a partir de
ahora cuando empiece a recuperarse definitivamente?
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