Comenzó
eléctrico el partido de Vallecas. A su hora, las 17 de la tarde,
futbolera donde las haya, con vistas a Europa y acercamientos a lo más
próximo a la galaxia. Gratitudes para Piti – 200 partidos con la franja -
por parte de su peña y su club que el catalán apenas tardó en devolver.
Devolución en forma de goles, eso sí. Lanzó al poste derecho el penalti
cometido por Adrián sobre Delibasic e incluso el gol podría haber
llegado antes si Domínguez hubiese acertado a los palos de la portería
del portero sevillano.
Y es que fue buen partido para el
argentino. Estuvo cómodo, manejó el ataque a su antojo, aportó para que
su equipo manejase en el centro del campo y sólo le faltó el gol. Aunque
para controlar el centro del campo, el gallego Trashorras. Veterano en las armas vallecanasy comprometido como el que más. A punto de ampliar distancias cuando mediaba el choque. Su lanzamiento encontró el travesaño.
Manejó el Rayo, con vistoso juego en
ataque pero con sufrimiento en defensa. Contragolpes para marcar pero
lentitud por parte del serbio Delibasic a la hora de consumar... hasta
su gol, donde estuvo preciso. Tampoco consiguieron anotar ni Rubén
Castro, ni Joel Campbell. Sus lanzamientos fueron taponados por una
defensa que (aunque no encajó) no tuvo su partido. Por la inseguridad de
Gálvez y las motivadas dudas de Rubén.
En la segunda parte les costó más tanto a
unos como a otros. Pasó a embarullarse. A punto estuvo Lass Bangoura de
marcar pero el disparo se perdió a apenas centímetros de la portería de
Adrián. Fue el anticipo del golazo que Delibasic. Tacón de Domínguez,
centro de Casado y remate – como apuntábamos – preciso del delantero
serbio que se comió a la defensa bética.
El Betis intentó acabar matando aunque el partido estuviese perdido. El
canario entre los canarios, Castro, fue de lo mejor pero sus intentos de
hacer gol se acabaron diluyendo o por la buena actuación de la defensa
madrileña o por las paradas de mérito del amigo Rubén, que aunque estuvo
fallón, salvó a su equipo con buenas intervenciones. Por su parte, José
Carlos, al final puso la guinda.
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eléctrico el partido de Vallecas. A su hora, las 17 de la tarde,
futbolera donde las haya, con vistas a Europa y acercamientos a lo más
próximo a la galaxia. Gratitudes para Piti – 200 partidos con la franja -
por parte de su peña y su club que el catalán apenas tardó en devolver.
Devolución en forma de goles, eso sí. Lanzó al poste derecho el penalti
cometido por Adrián sobre Delibasic e incluso el gol podría haber
llegado antes si Domínguez hubiese acertado a los palos de la portería
del portero sevillano.
Y es que fue buen partido para el
argentino. Estuvo cómodo, manejó el ataque a su antojo, aportó para que
su equipo manejase en el centro del campo y sólo le faltó el gol. Aunque
para controlar el centro del campo, el gallego Trashorras. Veterano en las armas vallecanasy comprometido como el que más. A punto de ampliar distancias cuando mediaba el choque. Su lanzamiento encontró el travesaño.
Manejó el Rayo, con vistoso juego en
ataque pero con sufrimiento en defensa. Contragolpes para marcar pero
lentitud por parte del serbio Delibasic a la hora de consumar... hasta
su gol, donde estuvo preciso. Tampoco consiguieron anotar ni Rubén
Castro, ni Joel Campbell. Sus lanzamientos fueron taponados por una
defensa que (aunque no encajó) no tuvo su partido. Por la inseguridad de
Gálvez y las motivadas dudas de Rubén.
En la segunda parte les costó más tanto a
unos como a otros. Pasó a embarullarse. A punto estuvo Lass Bangoura de
marcar pero el disparo se perdió a apenas centímetros de la portería de
Adrián. Fue el anticipo del golazo que Delibasic. Tacón de Domínguez,
centro de Casado y remate – como apuntábamos – preciso del delantero
serbio que se comió a la defensa bética.
El Betis intentó acabar matando aunque el partido estuviese perdido. El
canario entre los canarios, Castro, fue de lo mejor pero sus intentos de
hacer gol se acabaron diluyendo o por la buena actuación de la defensa
madrileña o por las paradas de mérito del amigo Rubén, que aunque estuvo
fallón, salvó a su equipo con buenas intervenciones. Por su parte, José
Carlos, al final puso la guinda.
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