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Sevilla se impuso por 2-1 al Athletic Club de Bilbaoen un partido loco en el que cualquiera pudo llevarse los tres puntos y que sirve para que renazcan sus esperanzas europeas. Los locales mostraron desde el principio la intensidad, la velocidad y la presión a la que nos tienen acostumbrados cuando juegan en el Sánchez Pizjuán. De hecho, su salida en tromba desembocó en el primer tanto de la noche, cuando Rakitic sacó una falta medida desde la frontal y Negredo, que se libró con gran soltura de su marcador, cabeceó a las mallas desde el punto de penalti.
Hasta el minuto 25 el Sevilla controló con comodidad e incluso Reyes y Negredo tuvieron oportunidades claras para ampliar la ventaja, aunque el control andaluz se diluyó cuando San José, De Marcos y Herrera impusieron su presión sobre Rakitic y Kondogbia. El Athletic se vino arriba y solo los incomprensibles errores de Ibai y Llorente le privaron de empatar antes del descanso, los delanteros vascos no supieron aprovechar el nerviosismo de Fernando Navarro para igualar la contienda. Tampoco acertó el conjunto andaluz que erró varias contras claras que dirigió bien el renacido Reyes, que hoy tomó protagonismo ante la ausencia de Jesús Navas. Con la ventaja sevillista el encuentro se marchó al descanso.
En la segunda parte ambos técnicos movieron ficha al inicio. Bielsa sacó al fallón Fernando Llorente y metió al tocado Aduriz. Por su parte, Emery realizó una recomposición táctica sacando del terreno al inédito Manu Del Moral e introduciendo a Botía, por lo que Alberto Moreno pasó a ser extremo y Fenando Navarro al lateral. Los locales salieron totalmente descentrados y la primera que tuvo el Athletic, la clavó para lograr el merecido empate merced a un centro medido de Ibai, el mejor de los vascos hoy, que Gurpegui solo tuvo que rozar para enviar al fondo del marco de Beto. Los andaluces trataron de irse arriba a la desesperada sacando a Perotti por el lesionado Fazio, teniendo que volver a recomponer la defensa.
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