Valladolid y Sevillafirmaron un insulso empate a uno. Los pucelanos casi certifican la permanencia gracias a las genialidades de Ebert y los paradones de Jaime. Emery sorprendió colocando como titular a Hervás que formó en el doble pivote junto a Maduro para cubrir sus importantes bajas en la medular. En los primeras compases los visitantes controlaron la posesión, aunque el Valladolid creaba problemas a la contra por lo que las ocasiones se repartían. Con el discurrir de los minutos el mediocampo de los andaluces se diluyó, con Hervás y Rakitic desaparecidos, y el partido quedó a merced de los castellanos que buscaban ocasiones para adelantarse.
Cuando peor parecía estar el Sevilla, Navas se aprovechó de una indecisión de la defensa vallisoletano para probar a Jaime que se lució sacando la mejor ocasión de la primera parte. Los banquirojos se vinieron arriba y, gracias a una buena presión, estuvieron a punto de adelantarse con una buena volea de Fazio que sacó de nuevo el portero pucelano y con un mano a mano de Negredo que el colegiado invalidó por fuera de juego. Los nervionenses perdonaron y una vez más el que peor parecía se rehízo y el Valladolid se adelantó al borde del descanso con un gol de Javi Guerra, que aprovechó un excelente pase en profundidad de Ebert para batir en el mano a mano a Palop.
Tras el descanso los andaluces volvieron a salir mandones y en su primera ocasión clara, protagonizada por Negredo, el remate del vallecano se encontró una vez más con un espléndido Jaime. Los visitante se volcaban pero el empate seguía sin llegar por lo que Emery sacó del terreno a Cala, que tenía tarjeta amarilla, para meter a Alberto Moreno y pasar a Navarro a central. El canterano debía ofrecer más profundidad en la izquierda. A los quince minutos de la reanudación, el Sevilla encontró su premio gracias a un discutible penalti que el árbitro señaló después de que el balón rebotara en la mano de Marc Valiente, que además vio la amarilla. Negredo no erró e hizo el empate a uno desde los once metros, aunque con algo de suspense después de que Jaime tocara el penalti con el pie.
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Cuando peor parecía estar el Sevilla, Navas se aprovechó de una indecisión de la defensa vallisoletano para probar a Jaime que se lució sacando la mejor ocasión de la primera parte. Los banquirojos se vinieron arriba y, gracias a una buena presión, estuvieron a punto de adelantarse con una buena volea de Fazio que sacó de nuevo el portero pucelano y con un mano a mano de Negredo que el colegiado invalidó por fuera de juego. Los nervionenses perdonaron y una vez más el que peor parecía se rehízo y el Valladolid se adelantó al borde del descanso con un gol de Javi Guerra, que aprovechó un excelente pase en profundidad de Ebert para batir en el mano a mano a Palop.
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