Felipe Reyes y Garbajosa se retiran a vestuarios
tras la derrota ante el Caja Laboral (Lino González).
ACB / Semifinales. Quinto partido
64
Caja Laboral |
Real Madrid |
64. Caja Laboral (18+10+18+18): Huertas (, Oleson (5), San Emeterio (7), Teletovic (10), Splitter (18) -cinco inicial-, Ribas, English, Herrmann (4), Eliyahu (10), Golubovic (2), Palacio. |
56. Real Madrid (12+11+20+13): Prigioni (3), Bullock (4), Velickovic (6), Reyes (13), Tomic (7) -cinco inicial-, Llull (13), Jaric (1), Lavrinovic (4), Vidal (3), Van den Spiegel (2). |
Martín Bertrán, García Ortiz, Pérez Pizarro. |
Quinto partido de semifinales ACB disputado en el Buesa Arena de Vitoria ante 9.150 espectadores. Caja Laboral jugará la final ante el Regal Barcelona. |
El Caja Laboral es justo finalista de la ACB. Se verá las caras con
el Regal Barça después de tumbar al Madrid en un partido a vida o muerte
en el que los vitorianos fueron mejor que el conjunto blanco, simple y
llanamente.
Con esta derrota, el Madrid se despide de sus opciones de levantar
titulo alguno en el primer año de Messina al frente del banquillo.
Primero se fue la Copa del Rey, ante el Barça. Después, la Euroliga,
también ante el Barça. Y hoy, la ACB. Ante el Caja Laboral.
Habrá quienes hablen de fracaso. El madridismo tenía asumida
la derrota ante el Barça, pero cuesta digerir perder ante el Caja
Laboral. Y más, después de remontar un 2-0 que había puesto la
serie muy cuesta arriba.
En el Fernando Buesa, Tiago Splitter recuperó su trono de mejor pívot
de la ACB. Posiblemente nunca lo había perdido, pero Tomic se atrevió a
discutírselo en Vistalegre. Splitter sigue siendo el rey y lo demostró
una vez: 18 puntos, 9 rebotes y 26 de valoración. Tomic, 7 puntos, 3
rebotes y -1 de valoración.
El Caja Laboral estuvo más metido en el partido desde el arranque. El
primer cuarto marcó el ritmo del choque y obligó al Madrid a ir a
remolque los 40 minutos. Los vitorianos alcanzaron su máxima en
los primeros compases (17-6) y a los blancos sólo les quedaba la
esperanza del resurgir de Llull. Dusko lo tenía claro: había que frenar a
Tomic y la mejor forma de hacerlo era con continuos 2x1.
El Madrid mejoró en el segundo cuarto pero siguió sin anotar con
fluidez. Los vitorianos mantuvieron su ventaja, los blancos recortaron
cuando Tomic se emparejó con Golubovic aunque la amenaza de Splitter
seguía latente. Y al descanso, pobre marcador: 28-23.
La diferencia se esfumó en el tercer cuarto, a base del coraje de
Felipe Reyes. El Madrid empató y Splitter, con 3 faltas, siguió haciendo
polvo el aro blanco. Los hombres de Messina no consiguieron forzar la
cuarta falta del brasileño, que se puso las botas. De apoyo apareció
Herrmann y el partido siguió vivo.
En el partido más decisivo del año, los blancos llegaron hasta donde
les llevaron Felipe y Llull. No pudieron hacer más y nadie se lo
reprochará. Casta y orgullo para hacer solar al Madrid, pero hoy no fue
suficiente. Splitter destrozó el partido en el último cuarto, a
Eliyahu le entró la inspiración y los blancos no acertaron desde la
línea de 3. Sucesión de errores, nerviosismo y determinación vitorianas.
Los blancos no creyeron en el triunfo. Receta para la alegría en el
Fernando Buesa y la despedida blanca.
FUENTES = MARCA
COMENTARIO = pienso que no llegar ni siquiera a la final es un gran fracaso despues de la inversion echa y de no haber ganado ningun titulo