El triunfo del Valencia en el Coliseum obligaba a la Real Sociedad a vencer ante un Sevilla que también aspiraba a Europa. Esta noche el equipo de Montanier ha mostrado su faceta más madura y sufrida, sabiendo remontar un resultado adverso y soportando la presión de recuperar la cuarta plaza en un estadio siempre complicado.
Europa asomaba en el horizonte del Sánchez Pizjuán. Los donostiarras con el premio adicional de la Champions y los hispalenses con el morbo extra de arrebatar la plaza europea a sus vecinos béticos. La intensidad de ambos equipos se vivía desde el pitido inicial y se plasmaba a los 10'. Un saque de esquina llegaba a los pies de Kondogbia para que el francés asistiera a Rakitic, el croata cruzaba el esférico para abrir el marcador. El jugador balcánico acaparaba todo el protagonismo cuando pocos minutos después prolongaba el balón en su área para colarlo en su propia meta.
El tempranero y afortunado empate daba estabilidad a los visitantes permitiendo recuperar su juego en el que la actitud ofensiva de sus laterales es parte del éxito, una faceta que era demostrada por Martínez quien tras un recorte centraba para que Agirretxe finalizara el trabajo. El duelo no daba tregua con una Real que iba de menos a más a los mandos del mariscal de campo Illarramendi.
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