El último partido en la Liga española no había dejado para nada contento al entrenador del Sevilla, Marcelina García Toral. Es que el equipo rojiblanco había jugado una hora con un hombre más que el Villarreal,
pero sin embargo no logró llevarse los tres puntos del Madrigal, donde
además había empezado ganando por un penalti del expulsado Diego López.
A Nervión llegaba la Real Sociedad, que venía con la moral por las nubes luego de lo que había sido el empate con sabor a triunfo ante el Barcelona en
la jornada anterior. Los vascos perdían 0-2 y el 2-2 soñó a hazaña. El
Sánchez Pizjuan -lejos estuvo de tener una buena entrada- comenzaba a
ser testigo de un aburrido encuentro en el que durante la primera mitad sólo dos veces los andaluces estuvieron cerca de doblegar al meta Claudio Bravo.
Es que aunque el equipo de Marcelino tenía la pelota, no era capaz de generar ocasiones de gol. La Real proponía un juego bastante áspero,
con pierna fuerte, peleando en cada sector del campo como si cada cuero
fuera el último. Así aguantaba los embistes del Sevilla, que intentaba por las bandas provocar las situaciones que, de todas maneras, no se hacían presente con claridad.
De hecho, el primer tiempo tuvo más amonestados que jugadas claras de gol. Mariga, Coke y Escudé eran pintados de amarillo por Teixeira Vitienes,
al tiempo que sólo dos oportunidades tuvo el Sevilla en los 45 minutos
iniciales. Las dos jugadas más importantes tuvieron como protagonista a
Bravo, el portero chileno que primero evitó el gol de su compatriota y
centrocampista rival, Gary Medel. El ex del Boca
Juniors remató tras buena asistencia del retornado Kanouté, algunos
minutos antes de la segunda gran aparición del golero para evitar la
caída de su valla. Combinación Navas-Perotti-Navas y
espectacular paradón del sudamericano con el pecho. El partido, salvo
esas dos posibilidades del Sevilla, era aburrido. Y no era nada
alentador para el mismo la lesión de Xabi Prieto, uno de los pocos que podía aportar algo de magia al compromiso.
Se le facilitaron mucho las cosas al local cuando, a los ocho minutos, Negredo la bajó de cabeza en el área y Kanouté definió por bajo para batir a Bravo. El 1-0 daba aire a los de Nervión.
A su vez, la Real tenía que cambiar el plan porque hasta entonces la
idea ejecutada sólo le servía para sostener el 0-0. No había situaciones
y llegaban a los 75 minutos con el mismo resultado, con la misma
paridad en el juego. Era el momento de saltar al terreno de juego para Aguirretxe, el goleador inexplicablemente suplente.
Lo único que pudo hacer el ariete fue generar una amarilla para Spahic,
porque lo cierto es que la Real no hizo casi nada. Sólo vio cómo
pasaron los minutos y los puntos quedaban en el Sánchez Pizjuan. El
Sevilla, con poco, logró una victoria que da aire, pero que no despierta
ilusiones en la afición.
Buen regreso de Kanoute, que valen 3 puntos