A Tahití le metieron seis, pero eso da igual. Podríamos contar que Nigeria le hizo media docena de tantos a una selección de aficionados, pero no contaríamos toda la verdad. El fútbol es mucho más que todo eso. En este deporte, a veces, mandan los sentimientos. Y éstos afloraron en la selección de Tahití, orgullosa perdedora en el marcador, pero primera ganadora de la Copa Confederaciones.
Los Guerreros de Hierro fueron goleados, pero eso da igual. Se marcharon al vestuario con una sonrisa en la cara, orgullosos. Le habían demostrado al mundo que los perdedores también ganan, que un gol puede valer más que seis. Eso pasó con el de Jonathan, el mayor de los tres hermanos Tehau que juegan en la selección de su país. Ese tanto que supuso el 1-3 fue como ganar un Mundial, su Mundial, el de los que pierden siempre.
El córner lo botó Vahirua, el único futbolista profesional de la selección polinesia (forma parte del Panthrakikos griego). Está a otro nivel de sus compañeros, que sin embargo sí se pueden comparar a él en su hombría. Vahirua puso el balón en el segundo palo y Enyeama, portero, y Ambrose estaban a otra cosa. Tehau, Jonathan, fue con todo. Marcó con la cabeza de su país y de todo el fútbol mundial. Lo celebró remando. Los remeros de Tahití soñarán mañana con marcar goles.
Una derrotada cantada
Nigeria fue la que venció, pero se lo tomó como un trámite del que no disfrutó. Marcó seis goles jugando un mal partido. Los tantos fueron, la mayoría, regalados por los tahitianos, y nos quedamos sin dedos de las manos para contar las ocasiones desperdicidas delante de Samin, un héroe. Si jugar de portero ya significa que eres un valiente o que simplemente estás loco, ser el cancerbero de la selección de Etaeta raya lo increíble. Se metió en la boca del lobo con la conciencia muy tranquila.
Estaba escrito que habría goleada. 0-1 a los 5 minutos, 0-2 a los 10. En Brasil ya estaban pregúntandose cómo iban a hacer para que las dos cifras entrasen en el marcador. El arreglo no hizo falta. Allí estaba Tahití para impedirlo y jugar al fútbol con todo el orgullo del mundo sabiendo que estaban perdidos. Oduamadi marcó tres, dos hizo Echiejile y uno se lo metió Jonathan Tehau, que se hubiese metido seis más para repetir lo que sintió con ese cabezazo que entró. Tahití ya espera a España. Le meterán muchos más. ¿Y qué? Ellos han venido ganar a Brasil sin echar cuentas.
tahiti como era de esperar ha caido goleada pero por lo menos le ha echado ganas y han buscado el gol cuando han podido y cuando lo han conseguido se han echado atras como es logico y aun asi han estado apunto de meter algun otro gol mas nigeria segun lo que haga con uruguay se puede acordar de no haber metido mas goles, han jugado muy muy mal han ido de sobrados y han fallado goles que tenian que haber ido dentro y no uno han fallado cuatro cinco goles cantadisimos
Los Guerreros de Hierro fueron goleados, pero eso da igual. Se marcharon al vestuario con una sonrisa en la cara, orgullosos. Le habían demostrado al mundo que los perdedores también ganan, que un gol puede valer más que seis. Eso pasó con el de Jonathan, el mayor de los tres hermanos Tehau que juegan en la selección de su país. Ese tanto que supuso el 1-3 fue como ganar un Mundial, su Mundial, el de los que pierden siempre.
El córner lo botó Vahirua, el único futbolista profesional de la selección polinesia (forma parte del Panthrakikos griego). Está a otro nivel de sus compañeros, que sin embargo sí se pueden comparar a él en su hombría. Vahirua puso el balón en el segundo palo y Enyeama, portero, y Ambrose estaban a otra cosa. Tehau, Jonathan, fue con todo. Marcó con la cabeza de su país y de todo el fútbol mundial. Lo celebró remando. Los remeros de Tahití soñarán mañana con marcar goles.
Una derrotada cantada
Nigeria fue la que venció, pero se lo tomó como un trámite del que no disfrutó. Marcó seis goles jugando un mal partido. Los tantos fueron, la mayoría, regalados por los tahitianos, y nos quedamos sin dedos de las manos para contar las ocasiones desperdicidas delante de Samin, un héroe. Si jugar de portero ya significa que eres un valiente o que simplemente estás loco, ser el cancerbero de la selección de Etaeta raya lo increíble. Se metió en la boca del lobo con la conciencia muy tranquila.
Estaba escrito que habría goleada. 0-1 a los 5 minutos, 0-2 a los 10. En Brasil ya estaban pregúntandose cómo iban a hacer para que las dos cifras entrasen en el marcador. El arreglo no hizo falta. Allí estaba Tahití para impedirlo y jugar al fútbol con todo el orgullo del mundo sabiendo que estaban perdidos. Oduamadi marcó tres, dos hizo Echiejile y uno se lo metió Jonathan Tehau, que se hubiese metido seis más para repetir lo que sintió con ese cabezazo que entró. Tahití ya espera a España. Le meterán muchos más. ¿Y qué? Ellos han venido ganar a Brasil sin echar cuentas.
tahiti como era de esperar ha caido goleada pero por lo menos le ha echado ganas y han buscado el gol cuando han podido y cuando lo han conseguido se han echado atras como es logico y aun asi han estado apunto de meter algun otro gol mas nigeria segun lo que haga con uruguay se puede acordar de no haber metido mas goles, han jugado muy muy mal han ido de sobrados y han fallado goles que tenian que haber ido dentro y no uno han fallado cuatro cinco goles cantadisimos