El Betis asoma ya tras la esquina como el primer rival del Real Madrid en esta Liga. Una cita a la que el equipo blanco llega pleno de moral tras una pretemporada redonda en todos los sentidos. Sólo empañada, y en una mínima medida, por las lesiones. Concretamente, la de Asier Illarramendi. Y también, la recuperación de Raphael Varane, que va algo más lento de lo esperado.
El central francés se lesionó en Cornellá a finales de la temporada pasada en un choque fortuito. Fue sometido a una artroscopia el pasado 13 de mayo por lo que el Real Madrid calificó como “una lesión meniscal”. La intervención fue un éxito, y desde los medios de comunicación afines al club blanco se habló entonces de una baja aproximada de entre seis y ocho semanas para la pertinente recuperación. Un plazo que ha sido superado con creces, al cumplirse esta misma semana los tres meses desde la operación quirúrgica.
De hecho, en Concha Espina se esperaba que Varane pudiera comenzar la pretemporada junto al resto de sus compañeros, y sin embargo, aunque sí ha podido completar algunos entrenamientos durante la gira recién terminada, no estará disponible siquiera para el debut liguero de este domingo ante el cuadro verdiblanco. No obstante, no se ejercitó junto sus compañeros en el entrenamiento vespertino de este miércoles en Valdebebas, y tampoco estuvo listo para el partido con la selección francesa de esta semana, para el que no pudo ser siquiera convocado.
Varane sigue arrastrando molestias en su rodilla derecha, que todavía se inflama de vez en cuando, lo que ha despertado cierta preocupación en el Real Madrid, según informaba la Cadena COPE este martes. El francés terminó por ganarse el puesto de titular la pasada temporada de la mano de José Mourinho, demostrando ser un central con un presente y un futuro más que ilusionantes. Y esta lesión retrasa inevitablemente los planes para que el francés siga dando pasos hacia adelante con la elástica merengue en esta temporada en ciernes. De ahí la lógica preocupación en la planta noble del Santiago Bernabéu. Y de ahí también la negativa a dejar salir a Pepe, por quien habría preguntado recientemente el Manchester City, dado el trascendental papel que todavía puede tener en este equipo. Especialmente, en este inicio de temporada hasta que se recupere definitivamente el central galo.
A pesar de la juventud de Varane, factor inequívoco para una más sencilla recuperación, en contra del espigado futbolista podría estar jugando el mayor peso que deben soportar sus rodillas, precisamente por su gran envergadura. Según ha podido consultar Goal de fuentes médicas de primer nivel en lesiones deportivas de rodilla, el menisco interno –el que se dañó Varane- suele ser menos problemático para la rehabilitación del jugador que el menisco externo, menos peligroso para la total recuperación del funcionamiento habitual de la rodilla.
Sin embargo, al ser también la primera lesión grave de rodilla del jugador, es hasta cierto punto habitual que la recuperación no sea inmediata. Sin que ésto sea un síntoma de consecuencias más graves de por sí. Los motivos pueden ser varios. Entre ellos, simplemente que la rodilla no haya ‘aceptado’ completamente la cirugía todavía, que todas las ‘piezas’ no hayan encajado aún en el engranaje natural de la articulación. De ahí que muchos deportistas sufran habitualmente de inflamaciones en la zona tras la intervención quirúrgica. Como le sucede al propio Raphael Varane.
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De hecho, en Concha Espina se esperaba que Varane pudiera comenzar la pretemporada junto al resto de sus compañeros, y sin embargo, aunque sí ha podido completar algunos entrenamientos durante la gira recién terminada, no estará disponible siquiera para el debut liguero de este domingo ante el cuadro verdiblanco. No obstante, no se ejercitó junto sus compañeros en el entrenamiento vespertino de este miércoles en Valdebebas, y tampoco estuvo listo para el partido con la selección francesa de esta semana, para el que no pudo ser siquiera convocado.
Varane sigue arrastrando molestias en su rodilla derecha, que todavía se inflama de vez en cuando, lo que ha despertado cierta preocupación en el Real Madrid, según informaba la Cadena COPE este martes. El francés terminó por ganarse el puesto de titular la pasada temporada de la mano de José Mourinho, demostrando ser un central con un presente y un futuro más que ilusionantes. Y esta lesión retrasa inevitablemente los planes para que el francés siga dando pasos hacia adelante con la elástica merengue en esta temporada en ciernes. De ahí la lógica preocupación en la planta noble del Santiago Bernabéu. Y de ahí también la negativa a dejar salir a Pepe, por quien habría preguntado recientemente el Manchester City, dado el trascendental papel que todavía puede tener en este equipo. Especialmente, en este inicio de temporada hasta que se recupere definitivamente el central galo.
A pesar de la juventud de Varane, factor inequívoco para una más sencilla recuperación, en contra del espigado futbolista podría estar jugando el mayor peso que deben soportar sus rodillas, precisamente por su gran envergadura. Según ha podido consultar Goal de fuentes médicas de primer nivel en lesiones deportivas de rodilla, el menisco interno –el que se dañó Varane- suele ser menos problemático para la rehabilitación del jugador que el menisco externo, menos peligroso para la total recuperación del funcionamiento habitual de la rodilla.
Sin embargo, al ser también la primera lesión grave de rodilla del jugador, es hasta cierto punto habitual que la recuperación no sea inmediata. Sin que ésto sea un síntoma de consecuencias más graves de por sí. Los motivos pueden ser varios. Entre ellos, simplemente que la rodilla no haya ‘aceptado’ completamente la cirugía todavía, que todas las ‘piezas’ no hayan encajado aún en el engranaje natural de la articulación. De ahí que muchos deportistas sufran habitualmente de inflamaciones en la zona tras la intervención quirúrgica. Como le sucede al propio Raphael Varane.
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