Carlos Henrique Casemiro vuelve a recuperar su estatus en el fútbol brasileño. Su espectacular irrupción en el Real Madrid le ha servido para volver a llamar la atención del seleccionador Luiz Felipe Scolari, que observa satisfecho las evoluciones de este mediocentro brasileño que hace tres años iba para figura y que, tras un bajón, vuelve a recuperar su esplendor en el equipo blanco.
Casemiro era hace sólo tres años uno de los jugadores con más proyección de Brasil. Junto a Neymar y Lucas Moura fue la estrella del Sudamericano 2011 que se disputó en Perú y que proclamó a la Canarinha campeona y como una de las selecciones con más futuro. Por entonces jugaba en el Sao Paulo y los grandes equipos preguntaron por él tras este campeonato. La Roma llegó a ofrecer 20 millones, pero el club brasileño lo tasó en 30 y la transferencia no se llegó a realizar.
Casemiro fue bautizado en Brasil como el nuevo Mauro Silva y llegó a debutar en la absoluta con Mano Menezes en mayo de 2012. Sin embargo, su rendimiento empezó a bajar y dejó de ser un jugador indiscutible en el Sao Paulo. Acusado de llevar una vida desordenada, desapareció de las alineaciones y de los planes de la Seleçao.
El Madrid, al rescate
Casemiro perdió la confianza total de su entrenador y se dejó llevar, hasta el punto de que a finales del año pasado estaba nueve kilos por encima de su peso ideal. En Brasil, casi le daban por perdido para el fútbol de primer nivel.
Entonces apareció Ramón Martínez y lo fichó para el Castilla. Un regalo para Toril que el jugador se tomó como el último tren de su carrera. Un tren de lujo que no podía dejar pasar. No lo hizo. El brasileño se convirtió en la referencia del filial en el centro del campo y los informes de Toril y Ramón Martínez recomendaron su compra.
El resto de la historia es la que se está escribiendo estos días. Casemiro se convirtió en jugador de la primera plantilla por seis millones de euros y ahora brilla a las órdenes de Ancelotti, que está encantado con el mediocentro brasileño, sensación de la pretemporada.
En una plantilla llena de estrellas, Casemiro ha conseguido participar en los tres primeros partidos de Liga, algo que le convierte en mucho más que un jugador secundario. Cierto es que las lesiones de Xabi e Illarra le han ayudado a entrar en el equipo, pero no menos cierto es que su rendimiento está a la altura de lo que exige un club como el Real Madrid. Al menos por ahora.
Al tiempo que Ancelotti sigue dando confianza a Casemiro, Scolari observa con satisfacción la resurrección de una de las joyas del fútbol brasileño. Los informes que maneja la dirección deportiva de la CBF son excelentes y su nombre ya suena con fuerza para futuras convocatorias si mantiene este nivel.
Pocos le hicieron caso, pero Casemiro ya lo advirtió este verano: "Quiero jugar en el Madrid y llegar al Mundial de Brasil". No va por mal camino.
creo que es una buena opcion para la canarinha si sigue creciendo pero scolari es de tener equipos muy definidos y no le ha ido mal no se veo dificil que pueda entrar
Casemiro era hace sólo tres años uno de los jugadores con más proyección de Brasil. Junto a Neymar y Lucas Moura fue la estrella del Sudamericano 2011 que se disputó en Perú y que proclamó a la Canarinha campeona y como una de las selecciones con más futuro. Por entonces jugaba en el Sao Paulo y los grandes equipos preguntaron por él tras este campeonato. La Roma llegó a ofrecer 20 millones, pero el club brasileño lo tasó en 30 y la transferencia no se llegó a realizar.
Casemiro fue bautizado en Brasil como el nuevo Mauro Silva y llegó a debutar en la absoluta con Mano Menezes en mayo de 2012. Sin embargo, su rendimiento empezó a bajar y dejó de ser un jugador indiscutible en el Sao Paulo. Acusado de llevar una vida desordenada, desapareció de las alineaciones y de los planes de la Seleçao.
El Madrid, al rescate
Casemiro perdió la confianza total de su entrenador y se dejó llevar, hasta el punto de que a finales del año pasado estaba nueve kilos por encima de su peso ideal. En Brasil, casi le daban por perdido para el fútbol de primer nivel.
Entonces apareció Ramón Martínez y lo fichó para el Castilla. Un regalo para Toril que el jugador se tomó como el último tren de su carrera. Un tren de lujo que no podía dejar pasar. No lo hizo. El brasileño se convirtió en la referencia del filial en el centro del campo y los informes de Toril y Ramón Martínez recomendaron su compra.
El resto de la historia es la que se está escribiendo estos días. Casemiro se convirtió en jugador de la primera plantilla por seis millones de euros y ahora brilla a las órdenes de Ancelotti, que está encantado con el mediocentro brasileño, sensación de la pretemporada.
En una plantilla llena de estrellas, Casemiro ha conseguido participar en los tres primeros partidos de Liga, algo que le convierte en mucho más que un jugador secundario. Cierto es que las lesiones de Xabi e Illarra le han ayudado a entrar en el equipo, pero no menos cierto es que su rendimiento está a la altura de lo que exige un club como el Real Madrid. Al menos por ahora.
Al tiempo que Ancelotti sigue dando confianza a Casemiro, Scolari observa con satisfacción la resurrección de una de las joyas del fútbol brasileño. Los informes que maneja la dirección deportiva de la CBF son excelentes y su nombre ya suena con fuerza para futuras convocatorias si mantiene este nivel.
Pocos le hicieron caso, pero Casemiro ya lo advirtió este verano: "Quiero jugar en el Madrid y llegar al Mundial de Brasil". No va por mal camino.
creo que es una buena opcion para la canarinha si sigue creciendo pero scolari es de tener equipos muy definidos y no le ha ido mal no se veo dificil que pueda entrar