Sigue invicto en el presente curso, pero el Real Madrid vio en El Madrigal cómo se frenaba su ascenso hacia el liderato de la Liga merced a un Villarreal muy serio e incisivo. Fueron capaces los hombres de Ancelotti de revertir la situación después de estar contra las cuerdas en los primeros instantes. Decía el técnico italiano tras la primera jornada que la clave estaría en encontrar el equilibrio en defensa con tantos jugadores de ataque, y precisamente ahí supo picotear el cuadro de Castellón, sembrando la zozobra entre la zaga madridista. Cani adelantó pronto a los locales, pero Gareth Bale y Cristiano Ronaldo dieron la vuelta al marcador, equilibrando el partido. Sin embargo, Gio abortó el conato de remontada poniendo además la justicia en el electrónico en forma de tablas a un animoso y vibrante partido que fue toda una oda al fútbol de ataque.
Estuvo el año pasado en el infierno, pero cualquiera lo hubiera dicho después de ver cómo en la primera media hora el Villarreal tuvo completamente encerrado al Real Madrid en su campo. Ancelotti apostó por un once repleto de talento, sobre todo en el centro del campo, pero aun así se vio superado por una feroz presión amarilla en la medular y una estelar capacidad combinativa en ataque. Así, con robos y paredes en la zona ancha, el equipo de Marcelino consiguió entrar en el área visitante como cuchillo en mantequilla, en lo que fueron los peores minutos del Real Madrid desde que llegara Carlo Ancelotti. Y de hecho, si no hubiera sido por un Diego López que hizo oposiciones a formar parte del santoral español, se hubiera mascado la goleada castellonense. El gallego le sacó dos balones a Pereira y otro más a Aquino cuando estaban ya frente a frente para marcar. Y sólo fue incapaz de detener a Cani, al minuto veinte, y porque el mediapunta estaba solo dentro del área después de un rebote dentro del área. Se merecía sobradamente el gol el Villarreal. Se merecía más, de hecho.
Sin embargo, el Real Madrid despertó. Hizo falta apenas un cabezazo de Ramos al saque de un córner para desatar a la bestia que lleva dentro el equipo blanco. Asenjo despejó el testarazo del de Camas a la media hora. Y después sería Ronaldo el que mandara desviado el suyo. Pero no así un Gareth Bale que no pudo tener un mejor bautismo. No se vio la mejor versión del galés, dicho sea de paso. El Villarreal ni mucho menos lo facilitó. Pero se demostró por qué la apuesta de poner siempre sobre el césped a los talentosos suele dar sus frutos. Y es que el galés se aprovechó de un jugadón de Modric y Carvajal por la banda diestra para remachar a gol desde el área pequeña y poner el empate a uno en el marcador, bordeando el minuto cuarenta. El ‘11’ dibujó el clásico corazón con sus manos. Los calzoncillos de muchos cayeron al suelo de inmediato.
La segunda parte comenzó como terminaría la primera. Esto es, con las fuerzas igualadas en una exhibición de fútbol de ataque. Costa la tendría para el Villarreal con toda la portería para sí después de una serie de rebotes por entre las piernas de la dubitativa defensa merengue. Pero sería Ronaldo el que adelantaría a los blancos en el marcador rozando el minuto 65. El luso recogió el rechace a un disparo de Benzema, y su chut rebotó en un defensa y de nuevo en su propia pierna antes de tocar la red de la meta local. Le acompañó la suerte, sin duda. Aunque también dicen que ésta no acompaña a los que no la buscan.
Dos apariciones de los dos bombarderos merengues tenían al submarino amarillo hundido. Sin embargo, el Real Madrid no supo hacerlos valer, y apenas cinco minutos después del 2-1, Gio se encargó de reflotar las esperanzas locales. Cani, el mejor del partido, llegó de nuevo hasta el balcón del área merengue como Pedro por su casa, y aunque su disparo fuera rechazado por Diego López, el mediapunta mexicano no desaprovechó su oportunidad de colocar el empate en el marcador. Igualdad que fueron incapaces de deshacer los disparos lejanos de Modric, Di María o Ronaldo en las postrimerías del choque. El fútbol quiso ser justo con un Villarreal que cuajó un auténtico partidazo ante un Real Madrid con mucho empuje, pero con poca claridad y menos contundencia por momentos. Empataron a dos al final. Salieron ganando los Atlético y Barcelona, que lideran ahora en solitario, pero también ganó el fútbol y los aficionados con semejante exhibición.
muy buen partido del villareal que ha empezado on fire la liga y podria haber ganado facil al madrid, me ha gustado mucho cani
Estuvo el año pasado en el infierno, pero cualquiera lo hubiera dicho después de ver cómo en la primera media hora el Villarreal tuvo completamente encerrado al Real Madrid en su campo. Ancelotti apostó por un once repleto de talento, sobre todo en el centro del campo, pero aun así se vio superado por una feroz presión amarilla en la medular y una estelar capacidad combinativa en ataque. Así, con robos y paredes en la zona ancha, el equipo de Marcelino consiguió entrar en el área visitante como cuchillo en mantequilla, en lo que fueron los peores minutos del Real Madrid desde que llegara Carlo Ancelotti. Y de hecho, si no hubiera sido por un Diego López que hizo oposiciones a formar parte del santoral español, se hubiera mascado la goleada castellonense. El gallego le sacó dos balones a Pereira y otro más a Aquino cuando estaban ya frente a frente para marcar. Y sólo fue incapaz de detener a Cani, al minuto veinte, y porque el mediapunta estaba solo dentro del área después de un rebote dentro del área. Se merecía sobradamente el gol el Villarreal. Se merecía más, de hecho.
Sin embargo, el Real Madrid despertó. Hizo falta apenas un cabezazo de Ramos al saque de un córner para desatar a la bestia que lleva dentro el equipo blanco. Asenjo despejó el testarazo del de Camas a la media hora. Y después sería Ronaldo el que mandara desviado el suyo. Pero no así un Gareth Bale que no pudo tener un mejor bautismo. No se vio la mejor versión del galés, dicho sea de paso. El Villarreal ni mucho menos lo facilitó. Pero se demostró por qué la apuesta de poner siempre sobre el césped a los talentosos suele dar sus frutos. Y es que el galés se aprovechó de un jugadón de Modric y Carvajal por la banda diestra para remachar a gol desde el área pequeña y poner el empate a uno en el marcador, bordeando el minuto cuarenta. El ‘11’ dibujó el clásico corazón con sus manos. Los calzoncillos de muchos cayeron al suelo de inmediato.
La segunda parte comenzó como terminaría la primera. Esto es, con las fuerzas igualadas en una exhibición de fútbol de ataque. Costa la tendría para el Villarreal con toda la portería para sí después de una serie de rebotes por entre las piernas de la dubitativa defensa merengue. Pero sería Ronaldo el que adelantaría a los blancos en el marcador rozando el minuto 65. El luso recogió el rechace a un disparo de Benzema, y su chut rebotó en un defensa y de nuevo en su propia pierna antes de tocar la red de la meta local. Le acompañó la suerte, sin duda. Aunque también dicen que ésta no acompaña a los que no la buscan.
Dos apariciones de los dos bombarderos merengues tenían al submarino amarillo hundido. Sin embargo, el Real Madrid no supo hacerlos valer, y apenas cinco minutos después del 2-1, Gio se encargó de reflotar las esperanzas locales. Cani, el mejor del partido, llegó de nuevo hasta el balcón del área merengue como Pedro por su casa, y aunque su disparo fuera rechazado por Diego López, el mediapunta mexicano no desaprovechó su oportunidad de colocar el empate en el marcador. Igualdad que fueron incapaces de deshacer los disparos lejanos de Modric, Di María o Ronaldo en las postrimerías del choque. El fútbol quiso ser justo con un Villarreal que cuajó un auténtico partidazo ante un Real Madrid con mucho empuje, pero con poca claridad y menos contundencia por momentos. Empataron a dos al final. Salieron ganando los Atlético y Barcelona, que lideran ahora en solitario, pero también ganó el fútbol y los aficionados con semejante exhibición.
muy buen partido del villareal que ha empezado on fire la liga y podria haber ganado facil al madrid, me ha gustado mucho cani