A las 20:45, como en cada partido de Champions League, se daban cita en el Stade Vélodrome Olympique de Marsella y SSC Nápoles para dar comienzo a la tercera jornada del grupo F. Los pupilos de Élie Baup buscaban conseguir los primeros puntos en esta edición de la Champions, que todavía no habían llegado debido a las derrotas ante Arsenal y Borussia Dortmund. Por su parte, el Nápoles buscaba confirmarse como tercera opción en el llamado Grupo de la muerte que suele aparecer en cada edición.
Por cómo estos equipos nos tienen acostumbrados a jugar, se esperaba un partido intenso, en el que cada posesión fuera de valor y cada ocasión supusiera una confirmación en el modelo de juego de cada equipo.
Desde un primer momento el Nápoles se hizo con el balón. Rápidamente los laterales se afianzaron en la línea medular, y cada vez que veían la oportunidad, galopaban hacia alante apoyando a Mertens y Callejón. En los primeros minutos fue Mertens, que sustituía a Insigne, quien iba a dar más sensación de peligro, ejecutando una falta que Mandanda logró despejar bajo palos. Sin embargo, conforme ambos equipos se fueron asentando en el campo, la presencia de José Callejón se iba haciendo hueco en el encuentro. El motrileño comenzó a recibir el balón y a encarar a Morel, que se vio superado, en parte, por las buenas incorporaciones de Cristian Maggio.
Avanzaban los minutos, y el Marsella no lograba hacer efectiva su posesión del balón. La verticalidad con la que buscaban jugar era, a menudo, frustrada por la buena colocación de Behrami e Inler en el doble pivote, que junto con las ayudas de Callejón y Mertens secaron a Valbuena, uno de los jugadores que más peligro crea en el Olympique. Con la media punta marsellesa algo frustrada, el único que fue capaz de crear cierta sensación de peligro fue Gignac, que logró hacer de cada balón que le llegaba una oportunidad. Lástima que le llegaran tan pocos.
Ya terminando la primera parte, José Callejón se desmarcaba en la banda izquierda e Higuaín servía un balón alto a espaldas de la defensa, que en un error de colocación no pudo frenar al ex-madridista, que terminó batiendo a Mandanda.
Con el marcador en contra, el Olympique de Marsella veía como su planteamiento estaba siendo superado casi completamente por los azzurri.
Entrada ya la segunda parte, los de Élie Baup dispusieron de más espacio en el terreno de juego, lo que propición que se produjeran algunas ocasiones en la portería defendida por Pepe Reina. Sin embargo, entre el guardamenta español y la pareja de centrales, que estuvo acertada durante todo el encuentro, lograron solventar con, tal vez, demasiada facilidad cualquier sensación de peligro.
Llegando al minuto 70 y cuando el Marsella estaba practicando su mejor juego, un vara palo tremendo enmudecía el Velódrome. En un contragolpe perfectamente ejecutado, el Nápoles se plantaba en tres o cuatro pases en la frontal del área rival, y con un derechazo magnífico, Duván Zapata batía a Mandanda desde fuera del área.
El partido parecía ponerse totalmente a favor del Nápoles, que con el 0-2 en el marcador decidió bajar una marcha en la intensidad del juego, cediendo la pelota al Marsella.
Con Ayew en el campo en lugar de Gignac llegaron las mejores ocasiones del conjunto local, que se volcó prácticamente entero contra la portería contraria. Buscaron las cosquillas al Nápoles con centros al área y pequeñas combinaciones, y finalmente terminaron por anotar el 1-2 en el marcador, que servía como aliciente para disputar los últimos minutos con toda la intensidad que pudieran.
Sin embargo, el Olympique de Marsella no vería más recompensa que ésa en sus últimos minutos de partido, finalizando así con el 1-2 en el marcador. De este modo, finalizada la jornada 3 en el grupo F, destaca como farolillo rojo el Marsella, con 0 puntos, y empatados a 6 se encuentran Arsenal, Dortmund y Nápoles.
Fuente goal.com
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Desde un primer momento el Nápoles se hizo con el balón. Rápidamente los laterales se afianzaron en la línea medular, y cada vez que veían la oportunidad, galopaban hacia alante apoyando a Mertens y Callejón. En los primeros minutos fue Mertens, que sustituía a Insigne, quien iba a dar más sensación de peligro, ejecutando una falta que Mandanda logró despejar bajo palos. Sin embargo, conforme ambos equipos se fueron asentando en el campo, la presencia de José Callejón se iba haciendo hueco en el encuentro. El motrileño comenzó a recibir el balón y a encarar a Morel, que se vio superado, en parte, por las buenas incorporaciones de Cristian Maggio.
Avanzaban los minutos, y el Marsella no lograba hacer efectiva su posesión del balón. La verticalidad con la que buscaban jugar era, a menudo, frustrada por la buena colocación de Behrami e Inler en el doble pivote, que junto con las ayudas de Callejón y Mertens secaron a Valbuena, uno de los jugadores que más peligro crea en el Olympique. Con la media punta marsellesa algo frustrada, el único que fue capaz de crear cierta sensación de peligro fue Gignac, que logró hacer de cada balón que le llegaba una oportunidad. Lástima que le llegaran tan pocos.
Ya terminando la primera parte, José Callejón se desmarcaba en la banda izquierda e Higuaín servía un balón alto a espaldas de la defensa, que en un error de colocación no pudo frenar al ex-madridista, que terminó batiendo a Mandanda.
Con el marcador en contra, el Olympique de Marsella veía como su planteamiento estaba siendo superado casi completamente por los azzurri.
Entrada ya la segunda parte, los de Élie Baup dispusieron de más espacio en el terreno de juego, lo que propición que se produjeran algunas ocasiones en la portería defendida por Pepe Reina. Sin embargo, entre el guardamenta español y la pareja de centrales, que estuvo acertada durante todo el encuentro, lograron solventar con, tal vez, demasiada facilidad cualquier sensación de peligro.
Llegando al minuto 70 y cuando el Marsella estaba practicando su mejor juego, un vara palo tremendo enmudecía el Velódrome. En un contragolpe perfectamente ejecutado, el Nápoles se plantaba en tres o cuatro pases en la frontal del área rival, y con un derechazo magnífico, Duván Zapata batía a Mandanda desde fuera del área.
El partido parecía ponerse totalmente a favor del Nápoles, que con el 0-2 en el marcador decidió bajar una marcha en la intensidad del juego, cediendo la pelota al Marsella.
Con Ayew en el campo en lugar de Gignac llegaron las mejores ocasiones del conjunto local, que se volcó prácticamente entero contra la portería contraria. Buscaron las cosquillas al Nápoles con centros al área y pequeñas combinaciones, y finalmente terminaron por anotar el 1-2 en el marcador, que servía como aliciente para disputar los últimos minutos con toda la intensidad que pudieran.
Sin embargo, el Olympique de Marsella no vería más recompensa que ésa en sus últimos minutos de partido, finalizando así con el 1-2 en el marcador. De este modo, finalizada la jornada 3 en el grupo F, destaca como farolillo rojo el Marsella, con 0 puntos, y empatados a 6 se encuentran Arsenal, Dortmund y Nápoles.
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