El Real Madrid no deja que Barcelona y Atlético se escapen en la clasificación, sumando tres puntos ante el Sevilla que bien podrían haber valido más si se tiene en cuenta el entretenimiento brindado a los espectadores. Que fue mucho y de calidad. Nada menos que diez goles, con el Real Madrid siempre por delante, pero con un cuadro hispalense que nunca perdió la fe, estirando y soltando la cuerda del marcador conforme le dejaban los locales. Gareth Bale se destapó por fin con dos goles y dos asistencias, Cristiano Ronaldo se desquitó de las burlas con tres goles, Benzema por fin se reivindicó ante su público con dos goles y una asistencia. El doblete de Rakitic quedó, lógicamente, eclipsado ante semejante marabunta de goles. Nadie pudo salir del coliseo blanco con el gesto torcido.
El inicio soñado por Florentino Pérez. Llegaba el Real Madrid al Santiago Bernabéu con las dudas generadas por el Clásico, y con la necesidad de dar un golpe en la mesa. Y por descontado que lo dio. Merced sobre todo al magnífico partido que cuajaban los Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Isco Alarcón y Gareth Bale. Con Asier Illarramendi también en el campo, seguro que el presidente blanco no cabía en su butaca de gozo con lo que estaba viendo, ‘su’ proyecto por fin carburando. Y es que el Real Madrid era un ciclón en toda regla: el 3-0 en la primera media hora dan fe de ello.
La explosión de Gareth Bale. Y buena culpa de ello la tuvo el ‘11’ merengue, que debutaba como titular en el coliseo blanco, y por fin explotó ante los ojos del madridismo con un doblete. El primer gol, a los doce minutos, llegó de un buen zurdazo desde dentro del área como colofón a un magnífico contraataque coordinado por Marcelo, Isco y Benzema. Se le veía entonado al galés por fin, con dos buenos disparos a puerta antes de su segundo gol, que llegó al lanzamiento de una falta. Pegó en la barrera, y despistó a Beto. Hasta eso le salía a un Gareth desatado. El tercer gol llegó con la firma de Cristiano Ronaldo, al transformar un penalti que forzó Isco (y que no parecía). Su celebración con saludo militar fue la guinda a una noche donde el madridismo dejó bien claro que está con su ‘7’, y contra Joseph Blatter.
El Sevilla mete el miedo en el cuerpo. Ante semejante torbellino, el equipo hispalense poco pudo hacer. Al menos en defensa, porque en ataque se manejaba con un criterio inusitado. Y de hecho, encontró el premio al borde del descanso, aprovechando uno de los pocos momentos de relajación que se concedió el Real Madrid. Para redondear el error en el penalti pitado a favor de los blancos, Teixeira Vitienes le concedió uno de vuelta al Sevilla. No pareció que Ramos hiciera nada por derribar a Figueiras dentro del área, pero el trencilla así lo entendió. Y Rakitic lo transformó con eficacia. Era el minuto 37, y apenas tres después Bacca aprovechó una magnífica jugada por la banda de Vitolo, que le levantó las pegatinas a Arbeloa, y un mejor pase atrás de Jairo dentro del área para batir a Diego López. Era el 3-2, y todo parecía por decidirse al descanso.
Benzema y Ronaldo se desquitan. Sin embargo, poco le duró la alegría al Sevilla. Apenas los quince minutos del descanso, y otros siete más de la segunda parte. Que fue lo que tardó Benzema en poner distancia en el marcador. Diego López acababa de detener un chut franco de Jairo dentro del área, y prácticamente en la misma jugada, Gareth Bale llegó hasta la línea de fondo para asistir atrás al ‘9’ blanco, que marcó con la serenidad a la que no invitaban sus más de 500 minutos sin marcar. Un mazazo para el sevillismo, y que se vio incrementado con un nuevo golpe de Ronaldo apenas ocho minutos después, al remachar a la red otro centro de Gareth Bale, que sumaba así su particular póker con dos goles y dos asistencias.
Rakitic amaga, y Ronaldo da la puntilla. El partido marchaba 5-2, y todo parecía ya decidido. Sin embargo, Rakitic se empeñó en que no fuera así. Y es que el croata marcó al cuarto de hora de la reanudación un golazo de bandera al colocar el balón en la escuadra desde fuera del área. Estaba a dos goles de ventaja de nuevo el equipo visitante, y Diego López sacó bajo palos un mano a mano providencial con Gameiro. Los fantasmas empezaban a aparecer por el cielo de Concha Espina… hasta que Ronaldo apareció de nuevo. Si alguien tenía dudas de por qué merecía el respeto del mundo del fútbol, el luso volvió a hacerse notar, cerrando el hat-trick, esta vez en jugada individual, entrando desde la banda. Rakitic fallaría un penalti inexistente que volvió a concederle el árbitro a los visitantes, antes del final, y Benzema cerraría el marcador con el séptimo gol al cabecear a la red un centro de Marcelo. Un 7-3 final más propio de un partido de tenis, y que por fin llevaba el fútbol espectacular al Santiago Bernabéu. ¡Y de qué manera!
no lo he visto pero un partido donde hay diez goles no puede ser aburrido cristiano parece que vuelve a ser cristiano y bale y benzema resurgen el sevilla ha perdido pero para meterle tres goles al madrid tienes que atacar, ojala se vieran mas partidos asi en vez de tanto amarrateguismo
El inicio soñado por Florentino Pérez. Llegaba el Real Madrid al Santiago Bernabéu con las dudas generadas por el Clásico, y con la necesidad de dar un golpe en la mesa. Y por descontado que lo dio. Merced sobre todo al magnífico partido que cuajaban los Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Isco Alarcón y Gareth Bale. Con Asier Illarramendi también en el campo, seguro que el presidente blanco no cabía en su butaca de gozo con lo que estaba viendo, ‘su’ proyecto por fin carburando. Y es que el Real Madrid era un ciclón en toda regla: el 3-0 en la primera media hora dan fe de ello.
La explosión de Gareth Bale. Y buena culpa de ello la tuvo el ‘11’ merengue, que debutaba como titular en el coliseo blanco, y por fin explotó ante los ojos del madridismo con un doblete. El primer gol, a los doce minutos, llegó de un buen zurdazo desde dentro del área como colofón a un magnífico contraataque coordinado por Marcelo, Isco y Benzema. Se le veía entonado al galés por fin, con dos buenos disparos a puerta antes de su segundo gol, que llegó al lanzamiento de una falta. Pegó en la barrera, y despistó a Beto. Hasta eso le salía a un Gareth desatado. El tercer gol llegó con la firma de Cristiano Ronaldo, al transformar un penalti que forzó Isco (y que no parecía). Su celebración con saludo militar fue la guinda a una noche donde el madridismo dejó bien claro que está con su ‘7’, y contra Joseph Blatter.
El Sevilla mete el miedo en el cuerpo. Ante semejante torbellino, el equipo hispalense poco pudo hacer. Al menos en defensa, porque en ataque se manejaba con un criterio inusitado. Y de hecho, encontró el premio al borde del descanso, aprovechando uno de los pocos momentos de relajación que se concedió el Real Madrid. Para redondear el error en el penalti pitado a favor de los blancos, Teixeira Vitienes le concedió uno de vuelta al Sevilla. No pareció que Ramos hiciera nada por derribar a Figueiras dentro del área, pero el trencilla así lo entendió. Y Rakitic lo transformó con eficacia. Era el minuto 37, y apenas tres después Bacca aprovechó una magnífica jugada por la banda de Vitolo, que le levantó las pegatinas a Arbeloa, y un mejor pase atrás de Jairo dentro del área para batir a Diego López. Era el 3-2, y todo parecía por decidirse al descanso.
Benzema y Ronaldo se desquitan. Sin embargo, poco le duró la alegría al Sevilla. Apenas los quince minutos del descanso, y otros siete más de la segunda parte. Que fue lo que tardó Benzema en poner distancia en el marcador. Diego López acababa de detener un chut franco de Jairo dentro del área, y prácticamente en la misma jugada, Gareth Bale llegó hasta la línea de fondo para asistir atrás al ‘9’ blanco, que marcó con la serenidad a la que no invitaban sus más de 500 minutos sin marcar. Un mazazo para el sevillismo, y que se vio incrementado con un nuevo golpe de Ronaldo apenas ocho minutos después, al remachar a la red otro centro de Gareth Bale, que sumaba así su particular póker con dos goles y dos asistencias.
Rakitic amaga, y Ronaldo da la puntilla. El partido marchaba 5-2, y todo parecía ya decidido. Sin embargo, Rakitic se empeñó en que no fuera así. Y es que el croata marcó al cuarto de hora de la reanudación un golazo de bandera al colocar el balón en la escuadra desde fuera del área. Estaba a dos goles de ventaja de nuevo el equipo visitante, y Diego López sacó bajo palos un mano a mano providencial con Gameiro. Los fantasmas empezaban a aparecer por el cielo de Concha Espina… hasta que Ronaldo apareció de nuevo. Si alguien tenía dudas de por qué merecía el respeto del mundo del fútbol, el luso volvió a hacerse notar, cerrando el hat-trick, esta vez en jugada individual, entrando desde la banda. Rakitic fallaría un penalti inexistente que volvió a concederle el árbitro a los visitantes, antes del final, y Benzema cerraría el marcador con el séptimo gol al cabecear a la red un centro de Marcelo. Un 7-3 final más propio de un partido de tenis, y que por fin llevaba el fútbol espectacular al Santiago Bernabéu. ¡Y de qué manera!
no lo he visto pero un partido donde hay diez goles no puede ser aburrido cristiano parece que vuelve a ser cristiano y bale y benzema resurgen el sevilla ha perdido pero para meterle tres goles al madrid tienes que atacar, ojala se vieran mas partidos asi en vez de tanto amarrateguismo