Algo tiene el Estadio de la Luz que al Manchester City le tiene desquiciado. Los de Manuel Pellegrini cayeron ante el Sunderland con el solitario gol de Phil Bardsley. Es la cuarta vez consecutiva que caen en el campo de los Black Cats, los cuales, desde la llegada al banquillo de Gustavo Poyet, parecen haber recobrado el rumbo.
Se dedicaron a observarse los dos equipos en el arranque del partido. Nadie tomaba verdaderos riesgos y el Sunderland, bien plantado en el césped, no dejaba espacios al City para mover el balón. Sin embargo, los de Manuel Pellegrini fueron los primeros en probar al portero rival. En el minuto siete, James Millner buscó desde lejos sorprender a Vito Mannone, pero el balón fue sin dificultades a las manos del italiano.
Pudieron quedarse con uno menos los de Gustavo Poyet cerca del minuto 20 por una dura entrada de Seb Larsson sobre Javi García. El sueco, con los tacos de por medio, golpeó en la espinilla al español, pero el colegiado se conformó con pitar la falta y solucionar el entuerto con una advertencia al jugador.
Pero poco después, los locales iba a encontrar el premio a su buen hacer en la primera parte. Un balón en largo desde la defensa buscaba al lateral Bardsley, que controla mientras su defensor, Millner, se resbala y acaba en el suelo. El defensa entró en el área y con el interior de su pierna derecha batió a Costel Pantilimon. El plan del Sunderland comenzaba a funcionar. Aprovecharon su única ocasión y defendieron de manera excepcional todo el periodo. Tan solo tuvo una ocasión de peligro el Manchester City, en un centro de Aleksandar Kolarov desde la izquierda que cabeceó desviado el Kun Agüero.
Para la segunda parte, Pellegrini se sacó de la manga a Jesús Navas. El ex del Sevilla se convirtió en un auténtico problema para la defensa y sus centros iban siempre destinados a la cabeza de Negredo. Pero poco a poco, la defensa del Sunderland y sobre todo Bardsley (el hombre del encuentro) fueron frenando al extremo y obligando a su rival a buscar la portería siempre desde fuera del área. Así llegaron la mayoría de las oportunidades del City, que veían imposible atravesar el entramado defensivo del rival.
Poco a poco, el equipo rojiblanco fue metiéndose atrás y los de Manchester pisaron más el área rival. El Kun Agüero, muy activo en el ataque buscó continuamente crear problemas a Mannone. En el 67, el cancerbero italiano tuvo que esforzarse para salvar a los suyos tras un disparo ajustado del argentino. Pero la gran ocasión del Manchester City la tuvo Edin Dzeko. El delantero consiguió cabecear un saque de esquina de Kolarov pero su remate se fue fuera por poco.
Pellegrini, aparentemente enfadado durante el partido, ve como su equipo continúa atascado fuera de casa. Hasta la fecha en la Premier League, el equipo dirigido por el chileno ha perdido cuatro de sus encuentros fuera de casa.Fuente goal.com
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