El Villarreal se convertió en un enemigo nada deseable para un Atlético Madrid que terminó sucumbiendo al aplomo y a la casta de los castellonenses (1-1). Pasan los encuentros y El Madrigal sigue siendo un escenario hostil y difícil de conquistar. Esta vez, a los de Diego Pablo Simeone les faltó brillantez y esa falta de frescura sirvió como argumento a un conjunto de Marcelino García Toral dinámico e intenso que frenó en seco a los del Vicente Calderón en su persecuación constante al líder Barcelona.
Con solo un minuto y medio de juego, un gol en propio puerta de Mario Gaspar -después de un centro de Juanfran Torres desde el costado y una pugna con Koke Resurrección- dejó helado al conjunto local (0-1). El imprevisto, lejos de ser una correosa losa, expoleó a los locales para levantar la cabeza y pelear. Cani, primero, y Bruno Soriano, después, probaron fortuna ante la meta del belga Thibaut Courtois. Con dos líneas de cuatro, los visitantes no se veían atormentados sin la posesión de balón. A través del desparpajo de Diego Costa y la intermitencia de David Villa, los del 'Cholo' eran un puñal cuando se decidían a atacar.
Pero con la movilidad en ataque de Ikechukwu Uche y Jonathan Pereira, a la defensa rojiblanca le costaba fijar las marcas a la hora de replegarse. El duelo iba ganando velocidad mientras ambos equipos se desafiaban en una ida y vuelta continuo. El Villarreal asumía los galones en el manejo de la posesión y el Atlético utilizaba la contra como síntoma de querer matar el partido por la vía rápida. Los visitantes necesitaban poco para inquietar al portero Sergio Asenjo y los locales más de la cuenta para dar el susto. Lejos de un juego excelso y ramplón en creatividad, a los de Simeone les bastaban los chispazos a la espera de la oportunidad para firmar el segundo.
Contrastaba con un 'submarino amarillo' que ponía el orden y el sosiego. Más allá del entusiasmo por lograr el empate, los de Marcelino García Toral fueron corrigiendo el atino en los últimos metros. Aun así, el rigor defensivo de la zaga rojiblanca y la obsesión por crear peligro por el centro, vapuleaban el objetivo de perpretar la portería de Courtois. Pero la insistencia le hacía merecer algó más ante un rival que sacaba el máximo partido a la velocidad de Juanfran en el lateral. Poco antes del descanso, Villa a punto estuvo de rematar de cabeza un centro teledirigido del alicantino, pero Tomás Pinas le incomodó lo justo.
Tras el parón, el guión del partido no varió en exceso. Cada balón se peleaba como el tesoro más preciado; no bajaba ni un grado la intensidad ni la entrega de los dos equipos. Con la necesidad de potenciar el ataque, Manuel Trigueros y Javier Aquino entraron en el Villarreal por Tomás Pina y Hernán Pérez. Por su parte, con la finalidad de tener más el balón, Simeone apostó por Arda Turan en detrimento de Raúl García. Entre tanto desvarío táctico, Jonathan Pereira tuvo la mejor oportunidad para los amarillos y poder empatar así el encuentro. Su disparo cruzado, ante la marca de Joao Miranda, salió lamiendo la meta de Courtois.
Para todo el esfuerzo y el sacrificio, las escasas ocasiones seguían mermando a los castellonenses en un duelo que fue ganando efervescencia en los últimos 15 minutos de juego. El técnico Marcelino García Toral decidió entonces aunar todas las opciones de empate con la entrada de Jeremy Perbet por Jonathan Pereira. Y cuando empezaba a poder más el corazón que la cabeza, una extraordinaria jugada del galo posibilitó una asistencia que Ikechukwu Uche aprovechó para introducir el balón en la portería colchonera (1-1).
La salida del delantero francés había dado otro aire al ataque local. Con el gol, quedó boquiabierto un Atlético que había jugado con fuego. En frente, un 'submarino amarillo' que encontró recompensa a tanta insistencia y que las sustituciones dieron un soplo de aire fresco para navegar hacia el empate. Fuente goal.com
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Con solo un minuto y medio de juego, un gol en propio puerta de Mario Gaspar -después de un centro de Juanfran Torres desde el costado y una pugna con Koke Resurrección- dejó helado al conjunto local (0-1). El imprevisto, lejos de ser una correosa losa, expoleó a los locales para levantar la cabeza y pelear. Cani, primero, y Bruno Soriano, después, probaron fortuna ante la meta del belga Thibaut Courtois. Con dos líneas de cuatro, los visitantes no se veían atormentados sin la posesión de balón. A través del desparpajo de Diego Costa y la intermitencia de David Villa, los del 'Cholo' eran un puñal cuando se decidían a atacar.
Pero con la movilidad en ataque de Ikechukwu Uche y Jonathan Pereira, a la defensa rojiblanca le costaba fijar las marcas a la hora de replegarse. El duelo iba ganando velocidad mientras ambos equipos se desafiaban en una ida y vuelta continuo. El Villarreal asumía los galones en el manejo de la posesión y el Atlético utilizaba la contra como síntoma de querer matar el partido por la vía rápida. Los visitantes necesitaban poco para inquietar al portero Sergio Asenjo y los locales más de la cuenta para dar el susto. Lejos de un juego excelso y ramplón en creatividad, a los de Simeone les bastaban los chispazos a la espera de la oportunidad para firmar el segundo.
Contrastaba con un 'submarino amarillo' que ponía el orden y el sosiego. Más allá del entusiasmo por lograr el empate, los de Marcelino García Toral fueron corrigiendo el atino en los últimos metros. Aun así, el rigor defensivo de la zaga rojiblanca y la obsesión por crear peligro por el centro, vapuleaban el objetivo de perpretar la portería de Courtois. Pero la insistencia le hacía merecer algó más ante un rival que sacaba el máximo partido a la velocidad de Juanfran en el lateral. Poco antes del descanso, Villa a punto estuvo de rematar de cabeza un centro teledirigido del alicantino, pero Tomás Pinas le incomodó lo justo.
Tras el parón, el guión del partido no varió en exceso. Cada balón se peleaba como el tesoro más preciado; no bajaba ni un grado la intensidad ni la entrega de los dos equipos. Con la necesidad de potenciar el ataque, Manuel Trigueros y Javier Aquino entraron en el Villarreal por Tomás Pina y Hernán Pérez. Por su parte, con la finalidad de tener más el balón, Simeone apostó por Arda Turan en detrimento de Raúl García. Entre tanto desvarío táctico, Jonathan Pereira tuvo la mejor oportunidad para los amarillos y poder empatar así el encuentro. Su disparo cruzado, ante la marca de Joao Miranda, salió lamiendo la meta de Courtois.
Para todo el esfuerzo y el sacrificio, las escasas ocasiones seguían mermando a los castellonenses en un duelo que fue ganando efervescencia en los últimos 15 minutos de juego. El técnico Marcelino García Toral decidió entonces aunar todas las opciones de empate con la entrada de Jeremy Perbet por Jonathan Pereira. Y cuando empezaba a poder más el corazón que la cabeza, una extraordinaria jugada del galo posibilitó una asistencia que Ikechukwu Uche aprovechó para introducir el balón en la portería colchonera (1-1).
La salida del delantero francés había dado otro aire al ataque local. Con el gol, quedó boquiabierto un Atlético que había jugado con fuego. En frente, un 'submarino amarillo' que encontró recompensa a tanta insistencia y que las sustituciones dieron un soplo de aire fresco para navegar hacia el empate. Fuente goal.com
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