Existen momentos en la vida en los que el simple ajuste o toque de una pieza consigue que mejore todo lo demás. Es lo que debe pensar Tim Sherwood desde su llegada al Tottenham, al que ha convertido en algo completamente diferente a lo que estábamos acostumbrados con Villas-Boas. Hoy, esa intensidad, ese cambio de mentalidad les sirvió para llevarse la victoria ante el Manchester United. A ese ajuste del que hablamos, ha aportado bastante alguien que estaba ahí, pero al que no veían, o simplemente no querían mirar. Se trata de Emmanuel Adebayor, un futbolista con el que el técnico portugués no contaba en absoluto, y en el que Sherwood ha encontrado su piedra filosofal.
Comenzaba el encuentro en Old Trafford con un United intenso, fluído y dinámico que intentaba avasallar a los Spurs golpeando primero. Los londinenses se defendían como podían y basaban sus acercamientos al área rival en contragolpes rápidos y directos. La luz de los Red Devils se desvanecía a medida que Adebayor crecía en el partido. El delantero togolés dio un recital de controles, movimientos y desmarques que reflejan la chispa con la que cuenta en estos momentos el africano. Una chispa que le faltó a Rooney. El delantero inglés llegaba justo al partido, pasó la prueba y jugó de inicio, pero dejó claro con su actuación que no se encontraba al cien por cien.
Se agrandó el Tottenham en el partido y fruto de ello llegaron las mejores ocasiones. Primero una de Lennon tras un magnífico pase de Soldado que salvaba De Gea, y después con la jugada que propiciaría el primer tanto del encuentro. Centro de Eriksen desde la derecha y Adebayor que culminaba su enorme primera mitad comiéndole la tostada a Smalling, que observaba impotente cómo se elevaba el togolés para enviar el balón al fondo de las mallas. Los Spurs fueron algo diferente: intensidad, compromiso y sacrificio, algo que no veíamos con Villas-Boas y que les permitió marcharse al descanso con la ventaja en el marcador.
La segunda mitad comenzó por unos derroteros bastante similares a lo que fue la primera. Seguridad y acierto defensivo de los Spurs, que cerraban bien por fuera con un gran partido de Rose y Walker. Buscó la reacción Moyes con otro cambio valiente, como nos tiene acostumbrados. El escocés dio entrada a Chicharito y Kagawa por Smalling y Carrick, dejando a Rooney de mediocentro y a Valencia de lateral. Minutos después, y tras error precisamente de Valencia llegaba el segundo del Tottenham. Lennon que se iba en velocidad de Vidic, centraba y Eriksen le ganaba la partida a Valencia para batir a De Gea.
Lejos de venirse abajo, el United reaccionó al momento en un minuto fatídico para los Spurs. En primer lugar con el gol de Welbeck tras una magistral asistencia de Januzaj, después con la lesión de Adebayor que tenía que marcharse. A raíz de ahí, paso atrás de los londinenses y arreón de los Red Devils, que tuvieron ocasiones para el empate, pero no lo lograron.
Finalmente los hombres de Sherwood se acabaron llevando la victoria. El balance desde que el técnico interino se hiciese cargo del equipo habla por sí sólo: diez puntos de doce posibles. Llegó como provisional mientras se buscaba un sustituto para Villas-Boas, pero parace cada vez más probable que el inglés se haga con el cargo del equipo al menos hasta final de temporada. Los Red Devils rompen con su buena racha de cuatro victorias consecutivas, pero cuando Van Persie no está y Rooney no tiene el día, todo es más complicado en el Manchester United.Fuente goal.com
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Comenzaba el encuentro en Old Trafford con un United intenso, fluído y dinámico que intentaba avasallar a los Spurs golpeando primero. Los londinenses se defendían como podían y basaban sus acercamientos al área rival en contragolpes rápidos y directos. La luz de los Red Devils se desvanecía a medida que Adebayor crecía en el partido. El delantero togolés dio un recital de controles, movimientos y desmarques que reflejan la chispa con la que cuenta en estos momentos el africano. Una chispa que le faltó a Rooney. El delantero inglés llegaba justo al partido, pasó la prueba y jugó de inicio, pero dejó claro con su actuación que no se encontraba al cien por cien.
Se agrandó el Tottenham en el partido y fruto de ello llegaron las mejores ocasiones. Primero una de Lennon tras un magnífico pase de Soldado que salvaba De Gea, y después con la jugada que propiciaría el primer tanto del encuentro. Centro de Eriksen desde la derecha y Adebayor que culminaba su enorme primera mitad comiéndole la tostada a Smalling, que observaba impotente cómo se elevaba el togolés para enviar el balón al fondo de las mallas. Los Spurs fueron algo diferente: intensidad, compromiso y sacrificio, algo que no veíamos con Villas-Boas y que les permitió marcharse al descanso con la ventaja en el marcador.
La segunda mitad comenzó por unos derroteros bastante similares a lo que fue la primera. Seguridad y acierto defensivo de los Spurs, que cerraban bien por fuera con un gran partido de Rose y Walker. Buscó la reacción Moyes con otro cambio valiente, como nos tiene acostumbrados. El escocés dio entrada a Chicharito y Kagawa por Smalling y Carrick, dejando a Rooney de mediocentro y a Valencia de lateral. Minutos después, y tras error precisamente de Valencia llegaba el segundo del Tottenham. Lennon que se iba en velocidad de Vidic, centraba y Eriksen le ganaba la partida a Valencia para batir a De Gea.
Lejos de venirse abajo, el United reaccionó al momento en un minuto fatídico para los Spurs. En primer lugar con el gol de Welbeck tras una magistral asistencia de Januzaj, después con la lesión de Adebayor que tenía que marcharse. A raíz de ahí, paso atrás de los londinenses y arreón de los Red Devils, que tuvieron ocasiones para el empate, pero no lo lograron.
Finalmente los hombres de Sherwood se acabaron llevando la victoria. El balance desde que el técnico interino se hiciese cargo del equipo habla por sí sólo: diez puntos de doce posibles. Llegó como provisional mientras se buscaba un sustituto para Villas-Boas, pero parace cada vez más probable que el inglés se haga con el cargo del equipo al menos hasta final de temporada. Los Red Devils rompen con su buena racha de cuatro victorias consecutivas, pero cuando Van Persie no está y Rooney no tiene el día, todo es más complicado en el Manchester United.Fuente goal.com
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