El Espanyol consigue tres valiosos puntos que le sitúan en la zona media de la tabla. El equipo de Javier Aguirre se pudo resarcir ante su afición del traspié de la jornada anterior ganando un partido a base de coraje y pundonor. El Granada se mostró como un equipo falto de ambición y que tendrá que mejorar mucho si no quiere pasar verdaderos apuros a final de temporada.
El Granada arrancó con más fuerza y se dispuso a agarrar el timón desde el primer momento. El equipo de Lucas Alcaraz movía el balón con ritmo lento en la zona de iniciación y aceleraba en el último tercio gracias al efervescente Bounanotte. Era el único capaz de generar juego en el conjunto nazarí. Brahimi, muy escorado en la banda, lo intentaba pero no encontraba en quien apoyarse.
La afición del Espanyol comenzó a impacientarse ante la desidia de sus jugadores y se escucharon algunos silbidos. Esto sirvió para enchufar al equipo, que dispuso de las mejores ocasiones de la primera parte. Roberto desbarató un mano a mano ante Córdoba. Poco después, Stuani tampoco supo cómo batirle. Entre ambas acciones, Victor Alvárez fue expulsado por arrollar a El Arabi cuando éste se disponía a lanzar a bocajarro ante Casilla.
La decisión arbitral incendió a la grada y se convirtió en un impulso para el cuadro blanquiazul. El equipo de Javier Aguirre no perdió la manija del partido y mostró suma comodidad sobre el terreno de juego. Tras el paso por vestuarios, el Espanyol mantuvo el control del juego, el árbitro continuó tomando decisiones impopulares para la afición local y el Granada se acercaba al área de Casilla con cuentagotas.
Con el paso de los minutos, el Espanyol fue perdiendo fuelle y el Granada fue a más. El equipo nazarí se fue adueñando del balón y a base de paciencia en la elaboración de las jugadas fue arrinconando a su rival. Así llegaron las ocasiones, El Arabi tras caerle un balón franco, lo quiso elevar para sortear la salida de Casilla y se marchó rozando el travesaño.
En el tramo final, ambos equipos dieron signos de conformismo con las tablas en el marcador. Ninguno parecía dispuesto a asumir riesgos. Pero una acción a balón parado lo alteró todo. Un saque de esquina fue cabeceado a gol por Héctor Moreno en el primer palo. De ahí al final, el partido se jugó prácticamente en campo del Granada. El cuadro nazarí no logró encontrar el camino al área blanquiazul.Fuente goal.com
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El Granada arrancó con más fuerza y se dispuso a agarrar el timón desde el primer momento. El equipo de Lucas Alcaraz movía el balón con ritmo lento en la zona de iniciación y aceleraba en el último tercio gracias al efervescente Bounanotte. Era el único capaz de generar juego en el conjunto nazarí. Brahimi, muy escorado en la banda, lo intentaba pero no encontraba en quien apoyarse.
La afición del Espanyol comenzó a impacientarse ante la desidia de sus jugadores y se escucharon algunos silbidos. Esto sirvió para enchufar al equipo, que dispuso de las mejores ocasiones de la primera parte. Roberto desbarató un mano a mano ante Córdoba. Poco después, Stuani tampoco supo cómo batirle. Entre ambas acciones, Victor Alvárez fue expulsado por arrollar a El Arabi cuando éste se disponía a lanzar a bocajarro ante Casilla.
La decisión arbitral incendió a la grada y se convirtió en un impulso para el cuadro blanquiazul. El equipo de Javier Aguirre no perdió la manija del partido y mostró suma comodidad sobre el terreno de juego. Tras el paso por vestuarios, el Espanyol mantuvo el control del juego, el árbitro continuó tomando decisiones impopulares para la afición local y el Granada se acercaba al área de Casilla con cuentagotas.
Con el paso de los minutos, el Espanyol fue perdiendo fuelle y el Granada fue a más. El equipo nazarí se fue adueñando del balón y a base de paciencia en la elaboración de las jugadas fue arrinconando a su rival. Así llegaron las ocasiones, El Arabi tras caerle un balón franco, lo quiso elevar para sortear la salida de Casilla y se marchó rozando el travesaño.
En el tramo final, ambos equipos dieron signos de conformismo con las tablas en el marcador. Ninguno parecía dispuesto a asumir riesgos. Pero una acción a balón parado lo alteró todo. Un saque de esquina fue cabeceado a gol por Héctor Moreno en el primer palo. De ahí al final, el partido se jugó prácticamente en campo del Granada. El cuadro nazarí no logró encontrar el camino al área blanquiazul.Fuente goal.com
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