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Reparto de puntos en Balaídos entre Celta y Athletic en un duelo animado al que ha faltado puntería. El empate permite a sendas escuadras mantener sus rachas alcistas en Liga que distancia a los gallegos del pozo del descenso y mantiene a los vizcaínos con firmeza en las plazas europeas.
Celestes y rojiblancos planteaban un partido vivo, de juego veloz en el que sólo faltaba la determinación de cara a la puerta contraria para poner la guinda a una extraordinaria puesta a escena de dos equipos valientes. El cuadro céltico se mostraba más ambicioso merced al equilibrio proporcionado por Krohn-Dehli y la magia surgida de las botas de Orellana y Rafinha, el cual disponía de la mejor ocasión con un chut colocado repelido por Iraizoz.
El buen fútbol exhibido del Celta llegaba al descanso sin el premio de haber abierto el electrónico, a pesar del derechazo postrimero de Charles que se estrellaba en la madera; una última llamada al gol y un peligroso precedente, por las ocasiones perdidas, para encarar el segundo tiempo que, sin embargo, disponía de los mismos ingredientes en los locales y algo más de mordiente en los leones.
El mensaje que ofrecía Luis Enrique desde el banquillo era el de ir a por los tres puntos ya que el técnico asturiano metía en el campo a Nolito y Augusto en una apuesta tremendamente ofensiva que se diluía como el azúcar en el café. Las piezas se colocaban en el ataque pero el cuero carecía de la alegría anteriormente vista: Rafinha había bajado algo su concurso y Krhon-Dehli parecía cansado.
La incertidumbre y el cansancio cedían paso a un tramo final de alternativas. Muniain buscaba el palo en un intencionado disparo que se abría en exceso y acto seguido De Marcos servía un balón que Yoel atajaba con suspense. Mientras que el zurdazo de Rafinha y el cabezazo de Mario Bermejo culminaban con un engañoso 0-0 que pudo caer para cualquier bandoFuente goal.com
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Celestes y rojiblancos planteaban un partido vivo, de juego veloz en el que sólo faltaba la determinación de cara a la puerta contraria para poner la guinda a una extraordinaria puesta a escena de dos equipos valientes. El cuadro céltico se mostraba más ambicioso merced al equilibrio proporcionado por Krohn-Dehli y la magia surgida de las botas de Orellana y Rafinha, el cual disponía de la mejor ocasión con un chut colocado repelido por Iraizoz.
El buen fútbol exhibido del Celta llegaba al descanso sin el premio de haber abierto el electrónico, a pesar del derechazo postrimero de Charles que se estrellaba en la madera; una última llamada al gol y un peligroso precedente, por las ocasiones perdidas, para encarar el segundo tiempo que, sin embargo, disponía de los mismos ingredientes en los locales y algo más de mordiente en los leones.
El mensaje que ofrecía Luis Enrique desde el banquillo era el de ir a por los tres puntos ya que el técnico asturiano metía en el campo a Nolito y Augusto en una apuesta tremendamente ofensiva que se diluía como el azúcar en el café. Las piezas se colocaban en el ataque pero el cuero carecía de la alegría anteriormente vista: Rafinha había bajado algo su concurso y Krhon-Dehli parecía cansado.
La incertidumbre y el cansancio cedían paso a un tramo final de alternativas. Muniain buscaba el palo en un intencionado disparo que se abría en exceso y acto seguido De Marcos servía un balón que Yoel atajaba con suspense. Mientras que el zurdazo de Rafinha y el cabezazo de Mario Bermejo culminaban con un engañoso 0-0 que pudo caer para cualquier bandoFuente goal.com
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