Partido de vuelta de la semifinal de Copa del Rey. Real Madrid y Atlético, frente a frente. Los que son dos de los colíderes en Liga este año, además. Un encuentro de campanillas. De esos que los aficionados imaginan en verano antes de comenzar la temporada. Y sin embargo, el choque de este martes llega ciertamente descafeinado. Todo porque en el partido de ida la eliminatoria quedó prácticamente vista para sentencia con un 3-0 que, de sorpresivo, parece definitivo.
O al menos, eso pretende el Real Madrid. Aunque Carlo Ancelotti no se fía lo más mínimo del resultado de ida. Primero, porque sabe de la entidad del Atlético, un rival que aun herido en esta semana con dos derrotas consecutivas puede lamerse las heridas rápido como nadie. Y segundo, porque el mismo Ancelotti ha vivido en sus propias carnes que le remonten un 3-0 en la mitad de tiempo del que cuenta el Atlético este martes. Fue en 2005 en la final de la Champions League, en Estambul, y el Milan del técnico de Reggiolo perdió una ventaja de 3-0 en el descanso en favor de un Liverpool que se coronó rey de Europa. Puede pasar. Y en el Vicente Calderón se aferran a ese recuerdo para ser un nuevo Atatürk en la carrera del hoy entrenador del Real Madrid.
Difícil lo tiene, eso sí, porque Cholo Simeone no podrá contar con ninguno de sus dos delanteros titulares. Ni con el lesionado David Villa, ni tampoco con el sancionado Diego Costa. Tampoco con los lesionados Tiago ni Filipe Luis. Sí están los Arda Turan, Adrián, Diego Ribas o Koke, los encargados de marcar al menos tres goles para poder tomar algo de oxígeno en esta Copa del Rey. Una situación similar a la que vive el Real Madrid, por otra parte. Pues aunque tiene a prácticamente todos sus efectivos a disposición en ataque, recuperando incluso al sancionado Cristiano Ronaldo y con el tridente atacante en plena forma, sin embargo en defensa les faltarán tanto Marcelo como Coentrao, lesionados ante el Villarreal este sábado.
Habrá que ver cómo resuelve Ancelotti este puzzle. Sobre todo, porque tanto Pepe como Sergio Ramos están apercibidos de sanción para la final de Copa del Rey. Y precisamente los dos centrales no son susceptibles de sobrar en este equipo. Menos aún sin los dos laterales izquierdos. Y sobre todo, si el partido se desenvuelve con una dureza similar a la que se vivió en el partido de ida. En el Vicente Calderón ha escocido mucho esa dureza, y las decisiones arbitrales. Es el clavo ardiendo al que se agarran para resurgir de sus propias cenizas. En juego está nada menos que pasar a la final de la Copa del Rey. Un premio demasiado suculento como para pensar que sobrarán noventa minutos de la eliminatoria.Fuente goal.com
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O al menos, eso pretende el Real Madrid. Aunque Carlo Ancelotti no se fía lo más mínimo del resultado de ida. Primero, porque sabe de la entidad del Atlético, un rival que aun herido en esta semana con dos derrotas consecutivas puede lamerse las heridas rápido como nadie. Y segundo, porque el mismo Ancelotti ha vivido en sus propias carnes que le remonten un 3-0 en la mitad de tiempo del que cuenta el Atlético este martes. Fue en 2005 en la final de la Champions League, en Estambul, y el Milan del técnico de Reggiolo perdió una ventaja de 3-0 en el descanso en favor de un Liverpool que se coronó rey de Europa. Puede pasar. Y en el Vicente Calderón se aferran a ese recuerdo para ser un nuevo Atatürk en la carrera del hoy entrenador del Real Madrid.
Difícil lo tiene, eso sí, porque Cholo Simeone no podrá contar con ninguno de sus dos delanteros titulares. Ni con el lesionado David Villa, ni tampoco con el sancionado Diego Costa. Tampoco con los lesionados Tiago ni Filipe Luis. Sí están los Arda Turan, Adrián, Diego Ribas o Koke, los encargados de marcar al menos tres goles para poder tomar algo de oxígeno en esta Copa del Rey. Una situación similar a la que vive el Real Madrid, por otra parte. Pues aunque tiene a prácticamente todos sus efectivos a disposición en ataque, recuperando incluso al sancionado Cristiano Ronaldo y con el tridente atacante en plena forma, sin embargo en defensa les faltarán tanto Marcelo como Coentrao, lesionados ante el Villarreal este sábado.
Habrá que ver cómo resuelve Ancelotti este puzzle. Sobre todo, porque tanto Pepe como Sergio Ramos están apercibidos de sanción para la final de Copa del Rey. Y precisamente los dos centrales no son susceptibles de sobrar en este equipo. Menos aún sin los dos laterales izquierdos. Y sobre todo, si el partido se desenvuelve con una dureza similar a la que se vivió en el partido de ida. En el Vicente Calderón ha escocido mucho esa dureza, y las decisiones arbitrales. Es el clavo ardiendo al que se agarran para resurgir de sus propias cenizas. En juego está nada menos que pasar a la final de la Copa del Rey. Un premio demasiado suculento como para pensar que sobrarán noventa minutos de la eliminatoria.Fuente goal.com
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