El Liverpool, al igual que en las últimas fechas, sufrió en defensa y disfrutó en ataque. El equipo que dirige Brendan Rodgers empezó ganando de manera sencilla el encuentro frente a Swansea, pero tras ir ganando 2 – 0, los errores en la zaga permitieron el empate del equipo galés, que no logró ponerse en ventaja en ningún momento y terminó cayendo en Anfield Road.
A los 3 minutos de la primera parte, Sturridge abrió el marcador para los locales. El delantero recibió una gran habilitación de Raheem Sterling, eludió al arquero y definió con clase para poner en ventaja a su equipo desde temprano.
Tras su gol todo fue más sencillo y el equipo rojo se apoderó del dominio de la pelota, controlando las acciones. Fue así como después de una buena jugada colectiva, Jordan Henderson disparó con gran clase desde fuera del área para poner el segundo tanto, estableciendo una clara diferencia, que rato más tarde no serviría de mucho.
La anotación de Henderson pareció despertar al equipo galés, que con Wilfried Bony a la cabeza, empezó a aprovechar los problemas defensivos de Liverpool y generaba peligro sobre el área de Mignolet.
Y tras un par de intentos, llegó el descuento, que posteriormente se convirtió en empate. Shelvey, con un golazo y Bony, de cabeza, tras un rebote en Skrtel, igualaron las acciones para silenciar a los hinchas, que pensaban en un partido sencillo.
Y fue ahí donde apareció Luis Suárez, el uruguayo, que ha dejado de ser netamente un definidor, para convertirse en asistidor de sus compañeros, le puso un centro perfecto a Sturridge, que sólo tuvo que saltar para establecer diferencias antes del final de la primera parte.
Liverpool se fue ganando por un gol al descanso, con las mismas preocupaciones en defensa que lo han caracterizado en las últimas fechas, pero consciente de que debía definir sus jugadas de gol para marcar diferencias.
Sin embargo, tras el descanso nuevamente apareció Bony. El delantero fue tomado en el área por Skrtel, que no tuvo un buen día, y tras la sanción del penal marcó el empate a tres, dejando el partido para cualquiera de los equipos.
Pero todo estaba dado para Henderson, que esta vez contó con suerte y como si fuera un goleador aprovechó un rebote en el área para marcar su segundo tanto del día y la victoria para su equipo.
Finalmente Liverpool terminó ganando, sufriendo como le ha sucedido en las últimas oportunidades, pero aprovechando a su dupla de atacantes que parece no fallar y que lo tiene peleando arriba con más de 70 goles en la temporada.Fuente goal.com
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