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El Sevilla se presentaba en el Ramón Sánchez Pizjúan con la lección bien aprendida tras la estrepitosa eliminación en la Copa del Rey a manos de un Segunda B como el Racing de Santander. Europa ilusiona mucho a la afición de Nervión y el equipo no quería tropezar dos veces con la misma piedra. Enfrente estaba el cuadro esloveno, que se había tomado este partido muy en serio, llegando a concentrarse en Jerez con dos días de antelación para preparar bien el encuentro.
El partido comenzó con el Sevilla muy concentrado e intenso buscando la portería eslovena. La iniciativa era total por parte del conjunto español y en menos de siete minutos ya había gozado de dos claras ocasiones para adelantarse repelidas por Handanovic. La primera tras un disparo desde la frontal de Gameiro y la segunda, la más clara, con un remate ajustado de Reyes ante el que meta esloveno sacó una mano prodigiosa.
A partir de ahí, los de Unay Emery continuaron mandando en el partido bajo la batuta de Rakitic. Con el paso de los minutos se fue diluyendo el juego ofensivo de los sevillistas, que continuaban llegando a la meta eslovena, pero cada vez con menos peligro. Cuanto parecía que la primera parte acabaría con el empate a cero inicial llegó la jugada tonta del partido. Handanovic se confió demasiado con tan mala suerte de que su envío golpeó en el cuerpo de Reyes y se coló en su portería. Gol de fe del sevillano y de la tranquilidad para su equipo.
La segunda mitad comenzó con Emery moviendo ficha buscando un mayor equilibrio. Dio entrada a Iborra por Pareja, retrasando a Carriço y dejando al valenciano el doble pivote. El Maribor bajó los brazos y Kevin Gameiro se aprovechó en el minuto 69 de un nuevo fallo defensivo, en esta ocasión de Arghus, para anotar el segundo con un disparo cruzado que puso de tierra de por medio en el marcador y dejó la eliminatoria prácticamente vista para sentencia.
Los minutos finales tuvieron poca historia y sólo sirvieron para poner un poco de emoción al partido con el gol en el descuento de Vrsic al aprovechar un buen centro de Milec. El Sevilla cumplió con el cartel de favorito y se mete en octavos con algo de sufrimiento. El viaje hacia la final tendrá su próxima escala en el Benito Villamarín. La ida dentro de dos semanas en Nervión y la vuelta en casa del Betis la próxima semana.Fuente goal.com
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El partido comenzó con el Sevilla muy concentrado e intenso buscando la portería eslovena. La iniciativa era total por parte del conjunto español y en menos de siete minutos ya había gozado de dos claras ocasiones para adelantarse repelidas por Handanovic. La primera tras un disparo desde la frontal de Gameiro y la segunda, la más clara, con un remate ajustado de Reyes ante el que meta esloveno sacó una mano prodigiosa.
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La segunda mitad comenzó con Emery moviendo ficha buscando un mayor equilibrio. Dio entrada a Iborra por Pareja, retrasando a Carriço y dejando al valenciano el doble pivote. El Maribor bajó los brazos y Kevin Gameiro se aprovechó en el minuto 69 de un nuevo fallo defensivo, en esta ocasión de Arghus, para anotar el segundo con un disparo cruzado que puso de tierra de por medio en el marcador y dejó la eliminatoria prácticamente vista para sentencia.
Los minutos finales tuvieron poca historia y sólo sirvieron para poner un poco de emoción al partido con el gol en el descuento de Vrsic al aprovechar un buen centro de Milec. El Sevilla cumplió con el cartel de favorito y se mete en octavos con algo de sufrimiento. El viaje hacia la final tendrá su próxima escala en el Benito Villamarín. La ida dentro de dos semanas en Nervión y la vuelta en casa del Betis la próxima semana.Fuente goal.com
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