Minnesota Timberwolves 116 - 110 Philadelphia 76ers
En su segundo partido de pretemporada y después de perder ante Indiana Pacers, los Wolves ganaron a Philadelphia, otro equipo en plena reconstrucción y muy lejos de una futura versión competitiva. No digamos si comparece, como fue el caso, sin su esperanzador big-three: Carter-Williams, Noel y un Joel Embiid que se reunió antes del partido con Wiggins, su compañero en los Jayhawks de Kansas. Amigos y números 1 y 3 de uno de los (así debería ser) mejores drafts de la historia. Los Wolves ganaron (116-110) después de mantener durante casi todo el segundo tiempo ventajas que rondaron los diez puntos ante un rival que tiene mucha plancha por delante y en el que anotaron el exWolf Shved, Wroten (un backcourt extraño: uno piensa demasiado y el otro demasiado poco) y Sims, 17 puntos y 6 rebotes para el que será (durante la lesión de Embiid y junto a Beverley, el base de los Rockets) el titular con el sueldo más bajo de toda la NBA: 915.000 dólares.
Los Wolves son ya lo que seguramente vayan a ser todo el año: un equipo no demasiado competitivo pero muy divertido, con virtudes, lagunas y máquinas humanas de producir highlights como Wiggins o Lavine, que no saldrán de los top-tens, casi siempre asistidos por Ricky Rubio. El español, que apura negociaciones que pueden prolongar o acortar su estancia en Minnesota, jugó (26 minutos) un partido de menos a más en el que terminó con 8 puntos, 9 asistencias, 3 robos… y 6 pérdidas de balón. Falló sus tres tiros del primer tiempo pero anotó sus tres siguientes para un 3/6 superior al feo 1-6 del partido ante los Pacers, en el que dio 4 asistencias por 3 pérdidas. Así que en dos partidos, 13 y 9, un ratio malo que Saunders achaca a que todavía está “conociendo a sus compañeros”. El español es uno de los principales campos de trabajo de los Wolves: le han puesto entrenador de tiro y tratan de que sea una mayor amenaza anotadora y un mejor defensor integral a partir de sus claras virtudes como perro de presa sobre el jugador con balón. Wiggins anotó 11 puntos, otra vez con su seductor despliegue físico, Young 12, Lavine 15 y Bennett 13 (y 8 rebotes) en sus primeros minutos como jugador de los Wolves. Con mejores movimientos y mejor forma física, el número 1 del draft 2013 puede haber encontrado el lugar perfecto para reiniciar su carrera tras su salida en falso en Cleveland.
Las primeras rotaciones de Saunders dejaron claro que usará quintetos cambiantes en los que aprovechará la polivalencia de muchos de sus jugadores. Mo Williams (19 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias) será un fichaje muy rentable porque es junto a Kevin Martin el tirador más fiable de la rotación exterior. Ambos combinarán con Ricky, Lavine, Brewer e incluso Muhammad, con Budinger dando relevos como alero a Young y Bennett, que jugarán de tres y de cuatro con Pekovic y Dieng como anclas en la zona. Una excelente base para un equipo que será muy bueno más adelante, no tan pronto y seguramente no esta temporada, y que correrá mucho y tirará regular o mal. Y en que el timón, por ahora y renueve o no, es sin duda para un Ricky Rubio que mueve la máquina y que sacará chispas de Wiggins, Young o Lavine cada vez que meta sexta velocidad. Es, en definitiva, una temporada en la que el español se juega mucho más allá de las cifras finales de su próximo contrato.
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