Cleveland Cavaliers 90 - 95 New York Knicks
No se trataba de un regreso cualquiera. De hecho, para su protagonista se trata de "uno de los grandes eventos deportivos de la historia". Y es que la vuelta de LeBron James a The Q, como se conoce al pabellón de los Cleveland Cavaliers (Quicken Loans Arena) fue de todo menos normal: anuncios publicitarios semanales de cada marca que patrocina a King, documentales sobre Akron, Cleveland, Ohio y cualquier lugar del mundo que tuviera algo que ver con James; carteles gigantes por toda la ciudad para recordar el advenimiento del hijo pródigo y hasta cantantes de talla mundial haciendo de teloneros a las afueras del pabellón. Hablamos de Kendrick Lamar e Imagine Dragons, que actuaron en la última gala de los Grammys, entreteniendo a unos aficionados que llevaban sufriendo cuatro años y que ahora son el centro del Universo.
Entre 300 y 350 pases de prensa repartió la franquicia, cuatro veces más que la media de la temporada pasada. Mejoras en las gradas, marcador y suelo del pabellón para que nada fallase durante el momento más esperado de la temporada y, posiblemente, uno de los más recordados durante los próximos años. La imagen de LeBron James volviendo a expandir ese clásico polvo ante del salto inicial dará la vuelta al mundo durante estos días, símbolo del I'm coming home anunciado este verano.
Pero para ganar el anillo de campeón de la NBA y cerrar su círculo vital LeBron tendrá que hacer mucho más que anuncios y carteles, y esta noche recibió el primer aviso. Los Knicks, que perdieron de paliza en el Madison Square Garden ante los Chicago Bulls, asaltaron Cleveland por 90-95 y aguaron la fiesta de un LeBron exageradamente acelerado. Comenzó el partido queriendo liderar el Top-10 de la noche mientras Cleveland se iba en el marcador y su excesiva electricidad fue una de las causas de la remontada neoyorquina. Tres pérdidas mientras Kevin Love, el otro fichaje estrella del mercado estival en los Cavaliers, lideraba al equipo. LeBron terminó el partido con un horrible 5 de 15 en tiros, ¡ocho! balones perdidos y viendo cómo Carmelo Anthony anotaba la canasta decisiva delante de él (87-92 después de que Love fallara un triple para empatar). Kyrie Irving, máximo anotador del equipo demostrando eso de que este es "El show de Kyrie", como predijo James, fue el mejor de los suyos, pero no bastó para evitar el amargo final del día festivo en el estado de Ohio.
LeBron falló en el que seguramente haya sido uno de sus peores partidos, pero recibe el perdón del aficionado sólo por el hecho de vestir, otra vez, la camiseta de los Cavs. Contaba Charles Barkley durante la retransmisión del partido que él odiaba jugar en Atlanta porque su familia vivía muy cerca (Alabama) y siempre iban a verle. Se ponía muy nervioso y jugaba fatal. Vamos a asignarle la misma excusa a LeBron y comenzaremos a analizar a estos Cavaliers de manera más detallada a partir del próximo partido. De momento, poca fluidez y muchos aclarados. Enfrente, los Knicks, con unos secundarios (Jason Smith, Ware, Larkin...) que acompañaron muy bien a un Carmelo que siempre se crece ante LeBron.
AS.COM