confidencial
Se repite la misma historia que, ocho meses atrás, ya vinculó al ex madridista con el Barça. Sin embargo, por entonces Pep no lo quiso y... ahora tampoco
La imposibilidad de fichar a Cesc Fàbregas de cara a la temporada que comenzará oficialmente el próximo sábado ante el Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán (ida de la Supercopa de España) ha devuelto otra vez a la actualidad a uno de los nombres que en más ocasiones se ha vinculado con el Barça a lo largo del último año y que nuevamente verá cómo se esfuman sus ya de por sí escasas opciones de vestir la camiseta azulgrana.
Sí, se trata, cómo no, del brasileño Robinho, nacido el 25 de enero de 1984 en Sao Vicente, un jugador llamado a marcar una época en el fútbol que sin embargo va viendo cómo el tiempo pasa y no logra encontrar acomodo en Europa.
Después de descollar en el Santos con una espectacular campaña allá por 2004 catapultando al ‘Peixe’ al título de Liga y firmando 21 tantos, Robinho se convirtió en uno de los enésimos fichajes ‘galácticos’ de Florentino Pérez, que desembolsó más de 30 millones de euros para hacerse con los sus servicios cuando tan sólo tenía 20 años. Sin embargo, nunca llegó a cumplir las expectativas y en septiembre de 2008 el City pagó 42 millones por su fichaje... dijo que el Madrid no colmaba sus aspiraciones, pero tampoco ha cuajado en la Premier.
Ahora, el jugador brasileño acaba de regresar a la disciplina del Manchester City tras concluir su cesión al Santos, club en el que militaba desde el pasado mes de febrero. Robinho disputó su último encuentro en tierras brasileñas el pasado jueves en el feudo del Vitoria, que sirvió precisamente para que el Santos conquistara la primera Copa de Brasil de su historia.
Aunque su préstamo ya ha concluido y aún le restan dos campañas de contrato, el jugador no tiene mucho interés en regresar a tierras británicas y a la conclusión del choque lo dejó bien claro. “Espero continuar. Mi corazón está aquí y quiero quedarme, pero tengo que hablar con mi equipo”, reiteró.
Además, el ex madridista no es precisamente un jugador que encandile a Roberto Mancini, por lo que el Manchester City lleva semanas moviendo todos los hilos a su alcance para tratar de encontrarle acomodo. Entre esas opciones ha vuelto a surgir la del Barça, club que ya estuvo muy cerca de incorporarlo en el pasado mercado invernal y... los rumores prácticamente no han desaparecido desde entonces.
La Junta Directiva ha valorado seriamente incorporar al internacional brasileño, sobre todo tras lo sucedido con Cesc.
De hecho, ha llegado a ofrecer a Pep Guardiola esta posibilidad. Sin embargo, el técnico barcelonista ha rechazado rotundamente el ofrecimiento, ya que no le convence la aureola de problemático que arrastra el jugador desde sus inicios. El míster blaugrana sabe que una de las grandes claves del éxito del equipo en las dos últimas temporadas ha sido el magnífico funcionamiento del vestuario y no quiere arriesgarse a que el atacante del City perturbe esa paz. Por tanto, Robinho vuelve a quedarse a las puertas del Barça, unas puertas que no se le abrirán mientras Guardiola siga al mando.
Entre todas esas dudas y sus declaraciones en las que afirma no tener intención de cumplir el contrato que firmó hace sólo dos años, el técnico del Barça tiene claro que prefiere otras opciones que ofrece el mercado. Es más, entre Robinho y los jóvenes jugadores de la cantera, Pep también lo tiene claro... Muy claro.
Se repite la misma historia que, ocho meses atrás, ya vinculó al ex madridista con el Barça. Sin embargo, por entonces Pep no lo quiso y... ahora tampoco
La imposibilidad de fichar a Cesc Fàbregas de cara a la temporada que comenzará oficialmente el próximo sábado ante el Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán (ida de la Supercopa de España) ha devuelto otra vez a la actualidad a uno de los nombres que en más ocasiones se ha vinculado con el Barça a lo largo del último año y que nuevamente verá cómo se esfuman sus ya de por sí escasas opciones de vestir la camiseta azulgrana.
Sí, se trata, cómo no, del brasileño Robinho, nacido el 25 de enero de 1984 en Sao Vicente, un jugador llamado a marcar una época en el fútbol que sin embargo va viendo cómo el tiempo pasa y no logra encontrar acomodo en Europa.
Después de descollar en el Santos con una espectacular campaña allá por 2004 catapultando al ‘Peixe’ al título de Liga y firmando 21 tantos, Robinho se convirtió en uno de los enésimos fichajes ‘galácticos’ de Florentino Pérez, que desembolsó más de 30 millones de euros para hacerse con los sus servicios cuando tan sólo tenía 20 años. Sin embargo, nunca llegó a cumplir las expectativas y en septiembre de 2008 el City pagó 42 millones por su fichaje... dijo que el Madrid no colmaba sus aspiraciones, pero tampoco ha cuajado en la Premier.
Ahora, el jugador brasileño acaba de regresar a la disciplina del Manchester City tras concluir su cesión al Santos, club en el que militaba desde el pasado mes de febrero. Robinho disputó su último encuentro en tierras brasileñas el pasado jueves en el feudo del Vitoria, que sirvió precisamente para que el Santos conquistara la primera Copa de Brasil de su historia.
Aunque su préstamo ya ha concluido y aún le restan dos campañas de contrato, el jugador no tiene mucho interés en regresar a tierras británicas y a la conclusión del choque lo dejó bien claro. “Espero continuar. Mi corazón está aquí y quiero quedarme, pero tengo que hablar con mi equipo”, reiteró.
Además, el ex madridista no es precisamente un jugador que encandile a Roberto Mancini, por lo que el Manchester City lleva semanas moviendo todos los hilos a su alcance para tratar de encontrarle acomodo. Entre esas opciones ha vuelto a surgir la del Barça, club que ya estuvo muy cerca de incorporarlo en el pasado mercado invernal y... los rumores prácticamente no han desaparecido desde entonces.
La Junta Directiva ha valorado seriamente incorporar al internacional brasileño, sobre todo tras lo sucedido con Cesc.
De hecho, ha llegado a ofrecer a Pep Guardiola esta posibilidad. Sin embargo, el técnico barcelonista ha rechazado rotundamente el ofrecimiento, ya que no le convence la aureola de problemático que arrastra el jugador desde sus inicios. El míster blaugrana sabe que una de las grandes claves del éxito del equipo en las dos últimas temporadas ha sido el magnífico funcionamiento del vestuario y no quiere arriesgarse a que el atacante del City perturbe esa paz. Por tanto, Robinho vuelve a quedarse a las puertas del Barça, unas puertas que no se le abrirán mientras Guardiola siga al mando.
Entre todas esas dudas y sus declaraciones en las que afirma no tener intención de cumplir el contrato que firmó hace sólo dos años, el técnico del Barça tiene claro que prefiere otras opciones que ofrece el mercado. Es más, entre Robinho y los jóvenes jugadores de la cantera, Pep también lo tiene claro... Muy claro.