Terrible fin de semana el de Fonsi Nieto en Indianápolis. Sus lesiones pasaron a ser un mal menor tras lo que le ocurrió el domingo por la noche en el Methodist Hospital de la ciudad, donde se encontraba ingresado después de ser operado de sus fracturas en el astrágalo y calcáneo del pie izquierdo.
El madrileño sufría entonces fuertes dolores porque el riego sanguíneo no era el adecuado. Para aliviar sus molestias, la doctora que le atendía decidió sedarle con una doble dosis del tranquilizante que le estaba administrando, lo que le provocó una reacción inesperada. Fonsi perdió de inmediato el conocimiento y tanto la médico como su primo Pablo, que le acompañaba en la habitación, se dieron cuenta de que algo iba mal.
En efecto, sus constantes vitales se desplomaron y su organismo entró en una grave parada respiratoria, que se prolongó durante cuarenta eternos segundos. Durante ese tiempo, los médicos llegaron a temer por la vida del piloto de Moto2.
Por fortuna, los esfuerzos de una treintena de especialistas de la unidad de reanimación consiguieron salvar la situación. Nieto se despertó sin tener conciencia de lo que había ocurrido y se recuperó con normalidad del incidente.
Sin embargo, a última hora de ayer tuvo que volver a entrar de urgencia al quirófano, puesto que las consecuencias de las fracturas múltiples del tobillo se complicaron y requirieron de una nueva intervención.
MI COMENTARIO: Pobrecillo...