Confidencial
Lo que os cuento ya tiene tiempo. Fue hace unos meses. Reunión de la Junta Directiva del Real Madrid. El equipo sólo pelea por la Liga, Pellegrini tenía los días contados y no había manera de acercarse al Barça aunque el equipo en la Liga iba a toda pastilla. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, se dirige a todos sus directivos y les espeta: "tenemos 150 millones de euros disponibles para fichajes, puedo dedicarlos al fichaje de Leo Messi o bien podemos elegir gastarlo entre tres jugadores al menos, elegir".
El clima de incredulidad es total, los directivos y amigos de Florentino saben que su presidente va en serio y no lo dudan.
Todos se deciden por Messi, aún sabiendo que las dificultades son máximas y lo más importante, a priori el jugador no ha dado un sólo signo de querer abandonar la nave blaugrana.
Es más, todo lo que parece es que Messi está muy feliz en el Barça y en ningún momento ha pensando en cambiar de aires. Por si fuera poco en septiembre del año pasado su contrato fue renovado y la claúsula de rescisión de su nuevo contrato que se extiende hasta 2016 asciende a 250 millones de euros. Si no fuera porque lo propuso Florentino pensaría que solo fue en canto de cisne o una bravuconada.
Lo que os cuento ya tiene tiempo. Fue hace unos meses. Reunión de la Junta Directiva del Real Madrid. El equipo sólo pelea por la Liga, Pellegrini tenía los días contados y no había manera de acercarse al Barça aunque el equipo en la Liga iba a toda pastilla. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, se dirige a todos sus directivos y les espeta: "tenemos 150 millones de euros disponibles para fichajes, puedo dedicarlos al fichaje de Leo Messi o bien podemos elegir gastarlo entre tres jugadores al menos, elegir".
El clima de incredulidad es total, los directivos y amigos de Florentino saben que su presidente va en serio y no lo dudan.
Todos se deciden por Messi, aún sabiendo que las dificultades son máximas y lo más importante, a priori el jugador no ha dado un sólo signo de querer abandonar la nave blaugrana.
Es más, todo lo que parece es que Messi está muy feliz en el Barça y en ningún momento ha pensando en cambiar de aires. Por si fuera poco en septiembre del año pasado su contrato fue renovado y la claúsula de rescisión de su nuevo contrato que se extiende hasta 2016 asciende a 250 millones de euros. Si no fuera porque lo propuso Florentino pensaría que solo fue en canto de cisne o una bravuconada.