"Sólo quise hacer la vida cómoda a los jugadores"
El ex presidente barcelonista Joan Laporta ha asegurado que durante su mandato trabajó "para hacer la vida cómoda a los jugadores", en repuesta a las informaciones que aluden a un derroche de dinero en los últimos años de su mandato al frente del club.
Para el ex presidente del Barcelona, estas informaciones no son más que la resultante de una campaña de difamación contra su persona por la carrera política que ha emprendido con la presidencia de la Generalitat como objetivo.
"La sensación que tengo es: ''Difama, que alguna cosa queda"", ha señalado hoy en una entrevista que ha concedido a ''TV3'' para abordar sus expectativas en la carrera política.
"Tenemos la conciencia bien tranquila por todo lo que se ha hecho. Hablan de que hemos comprado relojes; son premios que se han dado a los jugadores por ganar lo que han ganado, que ha sido mucho. Y los títulos se pagan y se agradecen. Es una cuestión de respeto hacia los profesionales, que han hecho muy bien el trabajo", argumentó al canal televisivo.
En cuanto a un posible gasto desmesurado en aviones privados, comentó: "Les hemos procurado hacer la vida cómoda a todos los jugadores, porque se lo han ganado".
Laporta ha explicado que cuando los internacionales debían regresar a Barcelona tras jugar con sus selecciones "se les proporcionaban las mejores condiciones para que estuviesen preparados y dispuestos" para incorporarse al equipo.
El ex presidente barcelonista se volvió a mostrar contundente en sus críticas a un sector periodístico al que alude como "la caverna mediática españolista".
"Estoy muy acostumbrado a que desde determinados sectores se dediquen a esto. Lo que no podrán borrar por mucho que digan es todo los que ha ganado el Barça durante los siete años. Esto les duele", afirmó.
El ex presidente del Barcelona dijo que se reserva la posibilidad de acudir a la asamblea de compromisarios programada para octubre, en la que podría defender los números del último ejercicio, que se cerró con 446 millones de facturación, aunque la junta entrante, presidida por Sandro Rosell, desveló que la auditoría reflejaba unas pérdidas de 77 millones de euros.