Un árbitro albanés cambió tres veces su decisión sobre un penalti durante un partido de primera división, y al final optó por anularlo tras la amenaza del presidente del club afectado y alcalde de la ciudad donde se jugaba, que entró a "convencerlo" al terreno de juego. Según la prensa local, este episodio ocurrió ayer durante el encuentro entre los equipos de Besa y Flamurtari, celebrado en la ciudad costera de Vlora.
Cuando quedaban dos minutos para la conclusión de la primera parte del partido un tiro a puerta de un futbolista del Besa lo cortó con la mano un futbolista de Flamurtari, que hasta entonces ganaba por un gol. El árbitro pitó saque de esquina, una decisión que provocó la ira y la protesta del equipo de Besa. Tras consultarlo con su asistente, el árbitro Remzi Sadiku rectifico su decisión y señaló penalti a favor del equipo local.
Esta segunda decisión levantó las protestas de los futbolistas adversarios, respaldados por el presidente del club y alcalde de la ciudad de Vlora, Shpetim Gjikaj, y del director del equipo, que entraron en la cancha.
Tras 10 minutos de fuertes debates, especialmente entre el alcalde socialista y el árbitro, este último cambia por tercera vez su opinión y decide anular el penalti y pitar córner. En ese momentos los futbolistas de Besa abandonaron el terreno de juego antes de que terminara el primer tiempo, y los segundos 45 minutos estuvieron marcados por el caos y la tensión.
"Lo que sucedió en los últimos minutos de la primera parte del partido era realmente ridículo y vergonzoso", declaró el entrenador de Besa, Shpetim Duro, después del partido.
Con el resultado 1-0, el Flamurtari, que ocupa la penúltima posición, no baja de categoría, mientras que el Besa, que está en la segunda plaza, se le desvanecen las esperanzas de llevarse el título de campeón.
Cuando quedaban dos minutos para la conclusión de la primera parte del partido un tiro a puerta de un futbolista del Besa lo cortó con la mano un futbolista de Flamurtari, que hasta entonces ganaba por un gol. El árbitro pitó saque de esquina, una decisión que provocó la ira y la protesta del equipo de Besa. Tras consultarlo con su asistente, el árbitro Remzi Sadiku rectifico su decisión y señaló penalti a favor del equipo local.
Esta segunda decisión levantó las protestas de los futbolistas adversarios, respaldados por el presidente del club y alcalde de la ciudad de Vlora, Shpetim Gjikaj, y del director del equipo, que entraron en la cancha.
Tras 10 minutos de fuertes debates, especialmente entre el alcalde socialista y el árbitro, este último cambia por tercera vez su opinión y decide anular el penalti y pitar córner. En ese momentos los futbolistas de Besa abandonaron el terreno de juego antes de que terminara el primer tiempo, y los segundos 45 minutos estuvieron marcados por el caos y la tensión.
"Lo que sucedió en los últimos minutos de la primera parte del partido era realmente ridículo y vergonzoso", declaró el entrenador de Besa, Shpetim Duro, después del partido.
Con el resultado 1-0, el Flamurtari, que ocupa la penúltima posición, no baja de categoría, mientras que el Besa, que está en la segunda plaza, se le desvanecen las esperanzas de llevarse el título de campeón.