El Madrid sigue peinando cuidadosamente el mercado de nueves para el mercado invernal por la lesión de Higuaín y el bosnio Edin Dzeko (Wolfsburgo, 24 años) es el objetivo principal si el club se decidiera finalmente a fichar otro delantero en enero.
La entidad de Concha Espina maneja buenos informes de la torre del Wolfsburgo (1,92 metros) y es un delantero que le encanta a Mourinho. No en vano, y según pudo saber AS, el propio técnico portugués le invitó en mayo a presenciar la final de la Champions en el Bernabéu cuando aún dirigía al Inter. La polivalencia del internacional bosnio encaja como un guante en el perfil que busca Mou: un nueve a la antigua usanza, muy fuerte, al mismo tiempo técnicamente bien dotado (el gran hándicap de Hugo Almeida) y además puede jugar la Champions.
Y es que Dzeko es el delantero joven de moda en Europa. El Milán lo tuvo casi atado en febrero y los medios italianos hablaron de un preacuerdo entre el padre del jugador y Galliani.
La operación se vino abajo por el Wolfsburgo, que exigió al menos 30 millones de euros. El club alemán se resiste a dejar marchar a su capitán, el hombre que con sus 26 goles le dio la Bundesliga al conjunto de la Baja Sajonia por primera vez en su historia en la 2008-09.
El goleador de Sarajevo, mientras, echó balones fuera sobre su futuro en una entrevista en Tuttosport la semana pasada: "Hay demasiados rumores. Es pronto para hablar de lo que pasará. Se habló de la Juventus, del Manchester City y del Bayern. Por ahora prefiero enfocar mi pensamiento en el Wolfsburgo".
Si el Madrid se decantara por no incorporar otro delantero, sería el turno para el canterano Álvaro Morata. Con un físico desarrollado (mide 1,90 metros con 18 años), se ha ganado la titularidad en el Castilla y en verano Mourinho se lo llevó al stage en Los Ángeles. Allí le bendijo para el futuro: "Morata tiene un gran potencial. Aún es muy joven, pero llegará".
Dzeko es un purasangre del gol. Ya lleva 103 goles entre el Wolfsburgo, el Teplice checo y el Zeljeznicar bosnio.