El Pep Guardiola que compareció este lunes ante los medios no tenía nada que ver con el del pasado sábado. De la tranquilidad y la enorme satisfacción de ver cómo tres de sus jugadores están entre los finalistas del Balón de Oro a la crispación vivida en Pamplona tercia un mundo. Así, desde la perspectiva, el técnico no puso reparos en admitir que quizás se había equivocado.
"Mi intención no era que tuviera tintes políticos"
“Igual las formas no fueron las mejores. Igual estaba más caliente de lo normal, pero el día fue terriblemente duro. Me sabe mal por la gente de Pamplona y por Camacho. Nuestra intención de verdad que no fue esa”, explicó el entrenador. A Guardiola se le cuestionó también sobre la frase que soltó en Pamplona en la que afirmó: “Nosotros somos de un país pequeño llamado Catalunya, que está ahí arriba y pintamos bien poco”. Ayer, sin desdecirse en ningún momento, sí que quiso aclarar qué quiso decir cuando la pronunció.
“Mi intención no era que tuviera tintes políticos. Lo dije por la presunta incidencia que tenemos con los estamentos. Y me refería a que tenemos la justa como tienen todos los equipos. A través del juego, como todos los clubes, ésta es nuestra fuerza. Si no se cree que es así me parece muy bien, pero yo estaba en primera línea y trato de explicar cómo lo viví. Yo no estoy para convencer a nadie. A partir de ahí hablamos de Balones de Oro y del partido ante el Rubin”.
El entrenador azulgrana tampoco quiso cargar las tintas con la Directiva. Es más, incluso dijo sentirse perfectamente respaldado por Rosell y su Junta aunque lo cierto es que el club no dio señales de vida hasta que el equipo estaba viajando ya en autobús de Zaragoza a Pamplona. Además, ningún directivo acompañó al equipo en su viaje y no fue hasta el día siguiente cuando Rosell reaccionó y elaboró una carta abierta a los socios que publicó el web.
Guardiola, que tantas veces ha dicho que él es un hombre de club, volvió ayer a demostrarlo cuando se le preguntó por el respaldo del club en toda la polémica.
“No me siento solo, me siento muy protegido, tanto por Laporta cuando estuvo como ahora por Rosell. Yo vengo de entrenar en Tercera y ahí no se viaja en avión, viajas de todas las maneras posibles. Yo no puedo rebatir a todas las opiniones, las tomo como parte de mi profesión. La gente dio su opinión durante todo el día del sábado y yo ofrecí la mía”, argumentó.
Guardiola, que termina contrato a final de esta temporada y no ha comenzado las conversaciones para su renovación, es consciente de que pronto se empezará a hablar al respecto, pero aseguró ayer que el desgaste por el cargo no será un factor decisivo a la hora de tomar una decisión. “No todos tienen que estar de acuerdo con lo que digo ni lo que hago. Mi intencionalidad siempre es buena. Siempre de cara. Dependerá de cómo me encuentro y de mis jugadores”, finalizó.
Menudo revuelo con lo de Pep