El madrileño disputará el Mundial de Moto2 con el equipo G22. "Ya no tengo 20 años, pero las motos son mi vida", afirmó tras ejercer de DJ en la fiesta Red Bull
Supongo que tendrá en la cabeza: "¡Que el año 2010 se acabe cuanto antes!"
Ha sido un año muy duro para mí, difícil y largo. Ha habido cosas que uno, cuando se dedica a esto, a deporte de riesgo, sabe que pueden pasar, pero...
Dejando al margen el drama de Indianápolis, ¿qué nota le pone a su temporada?
Yo siempre pienso en ganar, así ha sido toda mi carrera. Después de 2009, en que apenas corrí, afrontaba 2010 con mucha ilusión. En agosto había cogido ritmo y me fui de vacaciones peleando por el podio. Y luego, al volver, pasó lo que pasó. Todo aquel drama.
Es de imaginar que cuando vio al doctor Villamor, le entraron ganas de darle un beso...
Casi, porque siempre me ha tratado con mucho cariño. Yo suelo decir una cosa en broma: no me voy a morir nunca porque soy amigo suyo. Desde que me puse en sus manos las cosas se arreglaron, pude iniciar la rehabilitación y volví al Mundial antes de lo que se pensaba. Eso me dio ánimos para seguir adelante.
¿Y cómo se sigue ilusionando uno a los 32 años? (los cumplió el pasado 2 de diciembre)
Ésta es mi pasión. Desde chiquitito pensaba en ir en moto. Cuando superé todo lo de Indianápolis ya estaba fijándome nuevos objetivos.
Usted ha pasado de luchar en las carreras por la victoria a ver a sus rivales desde algo más atrás. ¿Cómo se lleva?
Me gusta verme primero y duele cuando te ves en posiciones más retrasadas. Ya no tengo veinte años, pero me apasiona el motociclismo, es mi vida. Y me gusta trabajar. El campeonato de Moto2 es tremendamente abierto, con pilotos que ganan carreras y que al siguiente gran premio ni puntúan. La gente piensa que todas las motos son iguales, pero no es exactamente así, influye la puesta a punto, los escapes, la aerodinámica... Aún así no se pueden hacer tantos cambios como en MotoGP...
Y eso quizá añade dificultad porque no hay tanto margen para trabajar.
Claro. Aquí hay cuatro o cinco cosas que puedes tocar, así que la capacidad de maniobra es muy pequeña y hay que hilar muy fino.
Siento preguntarle por dopaje, pero la actualidad manda.
Me duele este asunto por cómo se trata a deportistas con ese talento y clase. Hay que castigar al que haga trampa, pero no juzgar antes de tiempo. Prefiero quedarme con la imagen de esos deportistas paseando la bandera de España.
Por último, una pregunta como piloto veterano y participante en el Mundial de Moto2. ¿Marc Márquez es tan bueno?
Es de lo mejorcito que he visto... y llevo ya un tiempo en esto. Cuando te lo cruzas transmite algo especial. Aparte del talento, es una persona que tiene un don, magia.
Marquez sacando una faceta mas suya como mago