El nuevo entrenador de los Bobcats de Charlotte, Paul Silas, hizo su primera declaración de intenciones como responsable del equipo para el que quiere un ataque rápido y mayor energía cuando los jugadores estén en el campo.
Silas, que no entrena desde el 2005 cuando dejó a los Cavaliers de Cleveland, reconoció que su llegada al equipo no es el mejor después que el legendario Larry Brown, de mutuo acuerdo con el dueño de los Bobcats, Michael Jordan, renunciara al cargo, pero tenía confianza en los jugadores y en su potencial.
El nuevo entrenador destacó que quiere aportar energía y un estilo diferente de ataque rápido con el que puedan remontar la actual situación de equipo perdedor.
El ex entrenador de los Hornets de Charlotte fue presentado este jueves como entrenador interino de los Bobcats y tuvo palabras de elogio para la organización y para el legendario Brown.
Silas llega a un equipo con marca de 9-19 que ha perdido cuatro partidos consecutivos y no es seguro que pueda hacer mucho más de lo que intentó Brown.
Pero reiteró que quiere "aportar algo de energía" a los Bobcats, cuyo dueño es Michael Jordan, que como jugador esa fue la cualidad que siempre mostró cuando estaba en el campo.
Silas señaló que el equipo correrá durante todo el partido, y advirtió de que cualquier jugador que no quiera correr "puede sentarse conmigo (en la banca)".
El nuevo entrenador de los Bobcats, de 67 años, todavía está armando su cuerpo de asistentes, pero ya contrató al ex jugador de los Knicks de Nueva York y Bulls de Chicago, y amigo personal de Jordan, Charles Oakley, quien hace unos días criticó precisamente la poca disciplina y sacrificio que tuvo Charles Barkley como jugador.
Silas tendrá su primera prueba de fuego como entrenador de los Bobcats cuando se enfrenten a los Pistons de Detroit, otro de los equipos de la Conferencia Este con marca perdedora.