Tras la goleada sufrida en el Camp Nou en el primer partido de Liga, el Villarreal afrontaba el verdadero inicio de competición con la mirada puesta en los puestos europeos. El
conjunto de Garrido quería hacer borrón y cuenta nueva y centrarse
verdaderamente en su liga, que comenzaba este sábado a las 18:00 horas
en El Madrigal. Enfrente, el Sevilla, uno de los rivales directos del Submarino en la lucha por los puestos europeos. El 2-2 final dejó claro que la pelea continental será una linda y entrenida locura.
Es
que el Villarreal comenzó en los primeros minutos demostrando para qué
está. Jugando en campo rival, generó las primeras aproximaciones en
campo rival. La primera fue de Borja Valero, que
la tiraba por arriba tras buena maniobra personal. Sin embargo, los
andaluces responderían enseguida con otra acción personal, esta vez de Diego Perotti.
Los de Marcelino empezaron a inquietar la portería de Diego López, quien tuvo que intervenir dos veces de manera espectacular para salvar al Submarino. Primero, ante Manu del Moral, a quien le detuvo un mano a mano clarito. Una jugada después, lo hizo ante Jesús Navas tras
un contragolpe que parecía letal. Letal fue sin embargo la acción del
minuto 22, en la que no se entendieron Gonzalo y el propio meta
amarillo, quien le terminaba cometiendo penalti a Perotti y se marchaba
expulsado. El sacrificado en el Villarreal para que ingrese César era Cani. El portero detuvo el disparo desde los 12 pasos de Negredo, pero el ariete cogió el rechace y puso el 0-1.
Casi inexplicablemente, todo cambiaría tras ese gol de Negredo. Porque se inspiró Rossi. El punta italiano cogió el cuero y encaró, se fue de sus marcas y dentro del área fue derribado por Fernando Navarro. El propio Rossi sería el encargado de engañar a Javi Varas y poner el festejadísimo 1-1 momentáneo. Sobre los 40, Borja Valero volvía a tenerlo, pero otra vez tenía la puntería errada. El Villarreal se iba al descanso con buenas sensaciones, y con la convicción de que tendría que trabajar duro para jugar todo el segundo tiempo con un hombre menos que el Sevilla.
La
primera ocasión del complemento fue para Negredo, quien no logró
cabecear a la red un buen centro desde la derecha. Manu del Moral se iba
dejando su lugar a Kanouté, el malí que tendría un rifi-rafe con César en una de sus primeras intervenciones. De Guzmán se estrenaba como jugador del Villarreal reemplazando a Camuñas, al tiempo que Rakitic sustituía a Trochowski.
Perotti también tenía su ocasión, pero la tiraba lejísimos dentro del área. Garrido mandaba un mensaje interesante sacando a Marco Ruben y quitando a Gonzalo: lo quería ganar. Y casi lo hace, porque el delantero argentino ingresó enchufado y en la primera que tuvo no perdonó: sobre los 73, control con el pecho y fusilamiento a Javi Varas. Antes, a los 70, a Kanouté le anulaban bien un gol por fuera de juego.
Ahora el cambio ofensivo era de Marcelino, que no tenía otro remedio:
Campaña en lugar de Cáceres. Marco Ruben casi hacía el tercero del
Villarreal, que podía matar el encuentro a la contra.
El Madrigal era una fiesta pero a ella llegaría Alexis, sólo con la intención de arruinarla.
Primero anotando el gol de la igualada, sobre los 85 y de cabeza a
centro de Navas. Más tarde, sobre los 88, para sacar sobre la línea la
pelota del 3-2 para el Villarreal. Casi dos goles en un minuto para el defensa,
que por eso se transformó en una de las grandes figuras del partido.
Final y punto para cada uno en un compromiso que ha mostrado lo loca que
será la lucha por Europa.
Tras la goleada sufrida en el Camp Nou en el primer partido de Liga, el Villarreal afrontaba el verdadero inicio de competición con la mirada puesta en los puestos europeos. El
conjunto de Garrido quería hacer borrón y cuenta nueva y centrarse
verdaderamente en su liga, que comenzaba este sábado a las 18:00 horas
en El Madrigal. Enfrente, el Sevilla, uno de los rivales directos del Submarino en la lucha por los puestos europeos. El 2-2 final dejó claro que la pelea continental será una linda y entrenida locura.
Es
que el Villarreal comenzó en los primeros minutos demostrando para qué
está. Jugando en campo rival, generó las primeras aproximaciones en
campo rival. La primera fue de Borja Valero, que
la tiraba por arriba tras buena maniobra personal. Sin embargo, los
andaluces responderían enseguida con otra acción personal, esta vez de Diego Perotti.
Los de Marcelino empezaron a inquietar la portería de Diego López, quien tuvo que intervenir dos veces de manera espectacular para salvar al Submarino. Primero, ante Manu del Moral, a quien le detuvo un mano a mano clarito. Una jugada después, lo hizo ante Jesús Navas tras
un contragolpe que parecía letal. Letal fue sin embargo la acción del
minuto 22, en la que no se entendieron Gonzalo y el propio meta
amarillo, quien le terminaba cometiendo penalti a Perotti y se marchaba
expulsado. El sacrificado en el Villarreal para que ingrese César era Cani. El portero detuvo el disparo desde los 12 pasos de Negredo, pero el ariete cogió el rechace y puso el 0-1.
Casi inexplicablemente, todo cambiaría tras ese gol de Negredo. Porque se inspiró Rossi. El punta italiano cogió el cuero y encaró, se fue de sus marcas y dentro del área fue derribado por Fernando Navarro. El propio Rossi sería el encargado de engañar a Javi Varas y poner el festejadísimo 1-1 momentáneo. Sobre los 40, Borja Valero volvía a tenerlo, pero otra vez tenía la puntería errada. El Villarreal se iba al descanso con buenas sensaciones, y con la convicción de que tendría que trabajar duro para jugar todo el segundo tiempo con un hombre menos que el Sevilla.
La
primera ocasión del complemento fue para Negredo, quien no logró
cabecear a la red un buen centro desde la derecha. Manu del Moral se iba
dejando su lugar a Kanouté, el malí que tendría un rifi-rafe con César en una de sus primeras intervenciones. De Guzmán se estrenaba como jugador del Villarreal reemplazando a Camuñas, al tiempo que Rakitic sustituía a Trochowski.
Perotti también tenía su ocasión, pero la tiraba lejísimos dentro del área. Garrido mandaba un mensaje interesante sacando a Marco Ruben y quitando a Gonzalo: lo quería ganar. Y casi lo hace, porque el delantero argentino ingresó enchufado y en la primera que tuvo no perdonó: sobre los 73, control con el pecho y fusilamiento a Javi Varas. Antes, a los 70, a Kanouté le anulaban bien un gol por fuera de juego.
Ahora el cambio ofensivo era de Marcelino, que no tenía otro remedio:
Campaña en lugar de Cáceres. Marco Ruben casi hacía el tercero del
Villarreal, que podía matar el encuentro a la contra.
El Madrigal era una fiesta pero a ella llegaría Alexis, sólo con la intención de arruinarla.
Primero anotando el gol de la igualada, sobre los 85 y de cabeza a
centro de Navas. Más tarde, sobre los 88, para sacar sobre la línea la
pelota del 3-2 para el Villarreal. Casi dos goles en un minuto para el defensa,
que por eso se transformó en una de las grandes figuras del partido.
Final y punto para cada uno en un compromiso que ha mostrado lo loca que
será la lucha por Europa.
Buen partido de los 2 equipos y justo empate bajo mi punto de vista.
conjunto de Garrido quería hacer borrón y cuenta nueva y centrarse
verdaderamente en su liga, que comenzaba este sábado a las 18:00 horas
en El Madrigal. Enfrente, el Sevilla, uno de los rivales directos del Submarino en la lucha por los puestos europeos. El 2-2 final dejó claro que la pelea continental será una linda y entrenida locura.
Es
que el Villarreal comenzó en los primeros minutos demostrando para qué
está. Jugando en campo rival, generó las primeras aproximaciones en
campo rival. La primera fue de Borja Valero, que
la tiraba por arriba tras buena maniobra personal. Sin embargo, los
andaluces responderían enseguida con otra acción personal, esta vez de Diego Perotti.
Los de Marcelino empezaron a inquietar la portería de Diego López, quien tuvo que intervenir dos veces de manera espectacular para salvar al Submarino. Primero, ante Manu del Moral, a quien le detuvo un mano a mano clarito. Una jugada después, lo hizo ante Jesús Navas tras
un contragolpe que parecía letal. Letal fue sin embargo la acción del
minuto 22, en la que no se entendieron Gonzalo y el propio meta
amarillo, quien le terminaba cometiendo penalti a Perotti y se marchaba
expulsado. El sacrificado en el Villarreal para que ingrese César era Cani. El portero detuvo el disparo desde los 12 pasos de Negredo, pero el ariete cogió el rechace y puso el 0-1.
Casi inexplicablemente, todo cambiaría tras ese gol de Negredo. Porque se inspiró Rossi. El punta italiano cogió el cuero y encaró, se fue de sus marcas y dentro del área fue derribado por Fernando Navarro. El propio Rossi sería el encargado de engañar a Javi Varas y poner el festejadísimo 1-1 momentáneo. Sobre los 40, Borja Valero volvía a tenerlo, pero otra vez tenía la puntería errada. El Villarreal se iba al descanso con buenas sensaciones, y con la convicción de que tendría que trabajar duro para jugar todo el segundo tiempo con un hombre menos que el Sevilla.
La
primera ocasión del complemento fue para Negredo, quien no logró
cabecear a la red un buen centro desde la derecha. Manu del Moral se iba
dejando su lugar a Kanouté, el malí que tendría un rifi-rafe con César en una de sus primeras intervenciones. De Guzmán se estrenaba como jugador del Villarreal reemplazando a Camuñas, al tiempo que Rakitic sustituía a Trochowski.
Perotti también tenía su ocasión, pero la tiraba lejísimos dentro del área. Garrido mandaba un mensaje interesante sacando a Marco Ruben y quitando a Gonzalo: lo quería ganar. Y casi lo hace, porque el delantero argentino ingresó enchufado y en la primera que tuvo no perdonó: sobre los 73, control con el pecho y fusilamiento a Javi Varas. Antes, a los 70, a Kanouté le anulaban bien un gol por fuera de juego.
Ahora el cambio ofensivo era de Marcelino, que no tenía otro remedio:
Campaña en lugar de Cáceres. Marco Ruben casi hacía el tercero del
Villarreal, que podía matar el encuentro a la contra.
El Madrigal era una fiesta pero a ella llegaría Alexis, sólo con la intención de arruinarla.
Primero anotando el gol de la igualada, sobre los 85 y de cabeza a
centro de Navas. Más tarde, sobre los 88, para sacar sobre la línea la
pelota del 3-2 para el Villarreal. Casi dos goles en un minuto para el defensa,
que por eso se transformó en una de las grandes figuras del partido.
Final y punto para cada uno en un compromiso que ha mostrado lo loca que
será la lucha por Europa.
Tras la goleada sufrida en el Camp Nou en el primer partido de Liga, el Villarreal afrontaba el verdadero inicio de competición con la mirada puesta en los puestos europeos. El
conjunto de Garrido quería hacer borrón y cuenta nueva y centrarse
verdaderamente en su liga, que comenzaba este sábado a las 18:00 horas
en El Madrigal. Enfrente, el Sevilla, uno de los rivales directos del Submarino en la lucha por los puestos europeos. El 2-2 final dejó claro que la pelea continental será una linda y entrenida locura.
Es
que el Villarreal comenzó en los primeros minutos demostrando para qué
está. Jugando en campo rival, generó las primeras aproximaciones en
campo rival. La primera fue de Borja Valero, que
la tiraba por arriba tras buena maniobra personal. Sin embargo, los
andaluces responderían enseguida con otra acción personal, esta vez de Diego Perotti.
Los de Marcelino empezaron a inquietar la portería de Diego López, quien tuvo que intervenir dos veces de manera espectacular para salvar al Submarino. Primero, ante Manu del Moral, a quien le detuvo un mano a mano clarito. Una jugada después, lo hizo ante Jesús Navas tras
un contragolpe que parecía letal. Letal fue sin embargo la acción del
minuto 22, en la que no se entendieron Gonzalo y el propio meta
amarillo, quien le terminaba cometiendo penalti a Perotti y se marchaba
expulsado. El sacrificado en el Villarreal para que ingrese César era Cani. El portero detuvo el disparo desde los 12 pasos de Negredo, pero el ariete cogió el rechace y puso el 0-1.
Casi inexplicablemente, todo cambiaría tras ese gol de Negredo. Porque se inspiró Rossi. El punta italiano cogió el cuero y encaró, se fue de sus marcas y dentro del área fue derribado por Fernando Navarro. El propio Rossi sería el encargado de engañar a Javi Varas y poner el festejadísimo 1-1 momentáneo. Sobre los 40, Borja Valero volvía a tenerlo, pero otra vez tenía la puntería errada. El Villarreal se iba al descanso con buenas sensaciones, y con la convicción de que tendría que trabajar duro para jugar todo el segundo tiempo con un hombre menos que el Sevilla.
La
primera ocasión del complemento fue para Negredo, quien no logró
cabecear a la red un buen centro desde la derecha. Manu del Moral se iba
dejando su lugar a Kanouté, el malí que tendría un rifi-rafe con César en una de sus primeras intervenciones. De Guzmán se estrenaba como jugador del Villarreal reemplazando a Camuñas, al tiempo que Rakitic sustituía a Trochowski.
Perotti también tenía su ocasión, pero la tiraba lejísimos dentro del área. Garrido mandaba un mensaje interesante sacando a Marco Ruben y quitando a Gonzalo: lo quería ganar. Y casi lo hace, porque el delantero argentino ingresó enchufado y en la primera que tuvo no perdonó: sobre los 73, control con el pecho y fusilamiento a Javi Varas. Antes, a los 70, a Kanouté le anulaban bien un gol por fuera de juego.
Ahora el cambio ofensivo era de Marcelino, que no tenía otro remedio:
Campaña en lugar de Cáceres. Marco Ruben casi hacía el tercero del
Villarreal, que podía matar el encuentro a la contra.
El Madrigal era una fiesta pero a ella llegaría Alexis, sólo con la intención de arruinarla.
Primero anotando el gol de la igualada, sobre los 85 y de cabeza a
centro de Navas. Más tarde, sobre los 88, para sacar sobre la línea la
pelota del 3-2 para el Villarreal. Casi dos goles en un minuto para el defensa,
que por eso se transformó en una de las grandes figuras del partido.
Final y punto para cada uno en un compromiso que ha mostrado lo loca que
será la lucha por Europa.
Buen partido de los 2 equipos y justo empate bajo mi punto de vista.