El Real Madrid debuta ante el Dinamo de
Zagreb en la presente edición de la Liga de Campeones, en la que esta
temporada parte como uno de los favoritos a hacerse con el cetro
continental.
La Copa de Europa es el mayor objeto de deseo del
madridismo desde hace tiempo. Concretamente, desde que hace nueve años
se lograra la Novena con aquel delicioso gol de Zidane ante el Bayer
Leverkusen. En estos nueve años, el Real Madrid ha ganado tres Ligas,
una Copa del Rey y hasta se ha dado el gustazo de que el Barcelona le
hiciera pasillo en el Bernabéu, sin embargo nada parece amortiguar la
desazón por no haber sumado ya la Décima a sus vitrinas. Un objetivo que
en los últimos años ha dejado más sombras que luces.
He aquí el irregular camino del Real Madrid en su búsqueda de la Décima
En
la primera fase, lo más destacado fue que el cuadro entonces comandado
por Vicente Del Bosque bailó a la Roma en Italia ganando por 0-3 con dos
goles de Guti. En la segunda fase de grupos, el Real Madrid superó las
dificultades que le pusieron Milan, Borussia Dortmund y Lokomotiv. En
cuartos de final, arrolló al Manchester United con un 3-1 en Madrid y un
4-3 en Inglaterra donde Ronaldo logró un hat-trick que le valió para
salir ovacionado de Old Trafford en un partido de los que luego ‘El
Fenómeno’ recordaría como uno de los mejores de toda su carrera.
Ya en semifinales, la Juventus fue el rival. En la ida, el cuadro
merengue ganaría sólo por 2- 1 con tantos de Ronaldo y Roberto Carlos.
Para el partido de vuelta Ronaldo llegaba tocado, por lo que Del Bosque
decidió reservarlo en una decisión que no sentó nada bien en las altas
esferas. En la primera parte, Trezeguet y Del Piero ya habían dado la
vuelta a la eliminatoria. Especialmente bonito fue el tanto del
italiano, que ‘rompió’ a Hierro y a Casillas antes de embocar a gol.
Ronaldo saltó al inicio de la segunda parte y revolucionó al Real
Madrid, provocando un penalti a los pocos minutos de estar en el campo,
sin embargo un Figo fiable como pocos falló la pena máxima ante Buffon.
El error supuso una losa para un Madrid que se estaba desmoronando, y a
la contra, Nedved pondría la puntilla a los galácticos en las
postrimerías. Zidane recortaría distancias en la que fuera su casa, pero
ya no serviría para seguir adelante en la competición. El Milan se
llevaría la final ante los bianconeros en penalties (0-0 y 3-2).
En el Real Madrid se marchan los emblemáticos Hierro y Del Bosque, y
es Carlos Queiroz el que toma el relevo en el banquillo merengue. En la
Champions League eliminan la segunda liga e instauran directamente los
octavos de final. En la fase de grupos, el Real Madrid acaba primero por
delante del Marsella de Drogba (al que gana en los dos encuentros), del
Oporto de Mourinho, Carvalho, Deco, Maniche, Costinha y demás (al que
gana en Das Antas y con el que empata en la última jornada en Madrid), y
del Partizán.
En los octavos de final se mide al Bayern de
Múnich en uno de los grandes clásicos de Europa en los años precedentes,
pero esta vez los bávaros apenas plantean problemas a los merengues. En
Múnich empatan a uno con un gol de Roberto Carlos tras fallo de Kahn
(de ahí la famosa celebración del brasileño). Y en la vuelta, un
inconmensurable Zidane le da la victoria con un gol, pero sobre todo,
con una brillante actuación (1-0). Sin embargo, esa manifiesta
superioridad sería su peor enemigo en los cuartos de final, donde se
medía al Mónaco.
En el Bernabéu, Squilacci puso los nervios al adelantar a los galos, sin
embargo en la segunda mitad el rodillo blanco hace acto de presencia
para poner al Real Madrid con un claro 4-1. Tan claro, que un gol de
Morientes para el Mónaco en las postrimerías es aplaudido masivamente
por el respetable merengue. Evidentemente, nada hacía presagiar el
descalabro en la vuelta, donde el Real Madrid cuajó uno de los peores
partidos de lo que iba de década, y lo que algunos datan como el
principio del fin ‘galáctico’. Raúl llegó a adelantar al Madrid, pero en
una segunda parte magistral de los galos, Giuly –con dos goles- y
Morientes dan la vuelta a la eliminatoria y apean al que fuera gran
campeón y uno de los favoritos de forma sorpresiva. De ahí, el Mónaco
llegaría hasta la final, donde el Oporto de Mourinho no le dio
oportunidad alguna de ganar.
El comienzo de la temporada es convulso en el Real Madrid, que suma
tres entrenadores en apenas unos meses: Camacho, García Remón y
Luxemburgo. En la Champions, también. Pues encajan un 3-0 ante el
Leverkusen en la primera jornada que hace mucho daño. Terminan
clasificándose en un grupo con el propio Leverkusen, Dinamo de Kiev (que
arrancó un empate a dos en su casa), y la Roma, para volver a medirse a
la Juventus en los octavos de final.
En la ida disputada en el
Bernabéu, un solitario gol de Helguera le daba ligera ventaja a los
blancos (1-0). Ventaja que intentaron administrar lo mejor posible en
Delle Allpi. Hasta el punto de que en el partido hubo pocas ocasiones y
se resolvió por ligeros detalles. Concretamente, los de Trezeguet -que
marcó para los italianos a 14 minutos del final-, y Zalayeta, que mató
al Real Madrid con un golazo en la segunda parte de la prórroga. El Real
Madrid terminó el partido sin Zidane, Beckham, Raúl ni Ronaldo
(expulsado) en el campo en claro síntoma de que se estaba acabando un
ciclo. Ese año, el título de la Champions viajó a Liverpool, que ganó en
la final al Milan en los penaltis después de remontar un 0-3 en la
primera parte (3-3). Mientras tanto, en el Real Madrid se inauguraba la
maldición de los octavos.
2005-06: Henry confirma el fin de un ciclo
Luxemburgo comienza la temporada en el banquillo, pero sería López
Caro quien la terminaría en una campaña marcada por la marcha del
presidente Florentino Pérez a mitad de año. En la Liga de Campeones, el
Real Madrid empezaría nefastamente con un 3-0 en contra ante el
Olympique de Lyon, pero acabaría clasificándose para octavos en un grupo
sencillo donde también estaban Olympiacos y Rosenborg.
Los
octavos de final depararían un emparejamiento contra el Arsenal de Henry
y del deseado Wenger. La ida en el Bernabéu vino marcada por la marcha
del presidente y la polémica con un descontento Ronaldo, y durante el
partido el Real Madrid pareció descentrado como nunca, impotente. Henry,
que fue toda una pesadilla para la zaga merengue aquella noche, marcó
un golazo en la única acción que no pudo detener un eficiente Casillas
para poner en ventaja a los ingleses. El partido de vuelta en Highbury
fue fiel reflejo de la inoperancia que dominaba en Concha Espina por
aquel entonces, con un cuadro blanco que si bien tenía que marcar
obligatoriamente, se mostró inofensivo durante la mayor parte del
encuentro (0-0). El Arsenal llegaría hasta la final, donde el Barcelona
le despertaría del sueño del título merced a los goles de Etoo y
Belletti.
Ramón Calderón y Fabio Capello aterrizaron en el Real Madrid, sin
embargo en el debut europeo, ni ellos ni los numerosos fichajes
realizados en verano pudieron evitar un nuevo descalabro en Gerland ante
el Olympique de Lyon (2-0). Eso sí, en un grupo fácil con Dinamo de
Kiev y un Steaua de Bucarest que puso en más aprietos de los esperado a
los blancos en Madrid, el cuadro merengue se clasificó como segundo de
grupo con relativa solvencia.
En octavos esperaba de nuevo el
Bayern de Múnich, un rival de enjundia en un momento peliagudo, pues en
enero Capello había apartado de la plantilla a Ronaldo (que acabaría
siendo traspasado), Beckham, Cassano y Salgado. Sin embargo, el Real
Madrid respondió fiel a su historia, y sólo un gol de Van Bommel en las
postrimerías evitó lo que debiera haber sido una ventaja mucho mayor
para la vuelta (3-2). Antes del viaje a Múnich, la expedición merengue
rebosaba optimismo, pero todo se fue al traste en el minuto uno con un
fallo de Roberto Carlos que permitió a Makaay adelantar al Bayern. Lucio
abriría más brecha, y el gol de Van Nistelrooy a ocho minutos del final
llegaría muy tarde como para culminar la remontada.
El
presidente recién llegado no pudo acabar con la maldición de octavos en
una Liga de Campeones que terminaría encumbrando al Milan como campeón
(2-1 frente al Liverpool en la final).
2007-08: la Roma no da opción al Madrid de Schuster
Después de ganar una Liga que parecía perdida, Schuster tomó el
relevo de Capello en el banquillo. En España dominó con mano de hierro,
pero en Europa no terminó de cuajar el proyecto blanco. En la fase de
grupos se clasificó con algunas dificultades después de no ganar ni un
partido fuera de casa ante Lazio, Werder Bremen y Olympiakos, y en
octavos la Roma volvió a frenar al Real Madrid.
Tanto en el
partido de ida como en el partido de vuelta, el conjunto blanco mereció
mucho más de lo que cosechó. Sin embargo, esa inseguridad, la poca
solidez e incluso los fantasmas que venía arrastrando acabaron pesando
ante una Roma que convirtió en oro todo lo que tocó. El balance final
dejó dos derrotas por sendos 2-1, tanto en Italia como en España.
Especialmente doloroso fue el tropiezo en el Santiago Bernabéu, donde
debía remontar y sin embargo Taddei adelantó a los giallorossi, y hasta
el minuto 74 el cuadro blanco fue incapaz de marcar. El Manchester
United de Ronaldo acabó por imponerse en esa edición de la Champions
frente al Chelsea de Avram Grant –heredero de Mourinho-, que tuvo el
título en su mano hasta el último penalti lanzado por Terry (1-1 y 6-5).
Las tropelías de Ramón Calderón volverían a sumir al Real Madrid en
una etapa de caos institucional, mientras que en el banquillo ni
Schuster ni Juande Ramos fueron capaces de aliviar la caída. En la fase
de grupos, la Juventus aplicó un serio correctivo a los blancos tanto en
Delle Allpi (2-1) como en el Bernabéu (0-2), pero finalmente el Real
Madrid se clasificaría como segundo de grupo a los octavos de final.
Zenit y BATE eran los otros rivales en la primera fase.
En la
primera eliminatoria esperaba un Liverpool que simplemente defendiendo
fue capaz de arañar un 0-1 del coliseo blanco en el partido de ida,
merced a un postrimero tanto de Benayoun en una jugada a balón parado.
La vuelta vino marcada por las declaraciones del presidente interino
Vicente Boluda, que auguró un “chorreo” merengue en Anfield. Sin
embargo, fue todo lo contrario, los pupilos de Rafa Benítez humillaron
al Real Madrid de Juande con un inapelable 4-0 que pasó por ser una de
las peores noches del club merengue en competición europea. Esa
temporada sería el Barcelona el que se llevase la Copa de Europa al
vencer al Manchester en la final (2-0).
Florentino volvía a aterrizar en Concha Espina, y con él, jugadores
de talla mundial como Ronaldo, Kaká, Benzema, o Xabi. Sin embargo, ni en
España ni en Europa supo hacer prevalecer esa supuesta superioridad. El
inicio en Champions no pudo ser más halagüeño, con dos victorias
contundentes ante Zurich y Marsella, sin embargo el Milan con una
victoria en el Bernabéu (con dos goles de Pato) y un empate en San Siro
volvieron a rescatar los fantasmas europeos. Al final, el cuadro blanco
acabó como primero de grupo, lo que le daba ventaja en el cruce de
octavos ante el Olympique de Lyon.
Sin embargo, no iba a servir
para nada. En la ida, un gol de Makoun con un lejano disparo que se coló
por la escuadra le dio una inmerecida ventaja al Lyon por lo visto
sobre el césped. Pellegrini apostó por Diarra en el once inicial en una
decisión que causó mucho revuelo y que fue uno de los detonantes de su
posterior despido junto con el resultado del partido de vuelta y el
descalabro en Copa frente al Alcorcón. En la vuelta en Madrid, Ronaldo
igualó pronto las fuerzas, pero el Real Madrid se fue desinflando con el
paso de los minutos, hasta el punto de que en la segunda parte fue
incapaz de reaccionar a una medular francesa más poderosa.
Pjanic
acabó con el sueño con un gol a quince minutos del final, prolongando
así a seis los años que el Madrid caía en octavos de final. El Inter de
Mourinho se llevaría esa Champions ante el Bayern, y el técnico
portugués acabaría reemplazando al propio Pellegrini en el banquillo
merengue.
2010-11: Messi y las obsesiones de Mourinho
Mourinho tomó las riendas del ambicioso proyecto de Florentino
Pérez, y con él al mando, el Real Madrid recuperó el lustre perdido. En
la fase de grupos arrasó a Ajax, Auxerre y hasta al Milan (pese a que en
San Siro acabaran empatando de forma un tanto injusta), pasando así
como primero de grupo. En octavos era el turno del Olympique de Lyon de
nuevo, sin embargo esta vez el Real Madrid sí daría el do de pecho. En
la ida en Gerland, Benzema adelantaba a los blancos, y sólo Gomis con un
gol al final en una acción con algo de fortuna evitó dejar la
eliminatoria todo lo cerrada que se preveía por lo visto sobre el
césped. En la vuelta, el Real Madrid no dio opción alguna con un 3-0
inapelable que despejaba todos los fantasmas y servía para romper la
maldición de los octavos.
En los cuartos de final, el Tottenham
tampoco fue rival. La prematura y rigurosa expulsión de Crouch al poco
de comenzar el partido de ida allanó el camino al Real Madrid, que en el
Bernabéu endosó un 4-0 inapelable. En la vuelta en White Hart Lane, el
cuadro blanco no se dejó llevar y arrancó incluso un 0-1 a su favor. Las
semifinales deparaban un Clásico ante el Barcelona muy particular, pues
se llegaba después de un cruce en Liga, una final de Copa que cayó del
lado merengue, y toda la polémica y tensión que se venía arrastrando en
ellos por el poco margen de tiempo que los separó.
Mourinho
apostó en el partido de la ida por un trivote con Pepe de mediocentro
para destruir el fútbol culé, táctica que le había venido dando frutos
en los Clásicos precedentes. Sin embargo, Wolfgang Stark expulsaría al
luso por plancha a Álves, inferioridad que, según Mou, acabaría
decantando la eliminatoria. El Barcelona se haría definitivamente con el
mando del partido desde entonces ante un Madrid obsesionado con
defenderse, y endosó un 0-2 con dos goles de Messi, el primero en uno de
los pocos fallos en defensa de los blancos, y el segundo tras
regatearse a medio equipo en un tanto de ensueño. La vuelta vino marcada
por las polémicas acusaciones de Mourinho en rueda de prensa por la
expulsión de Pepe, y la ausencia del propio jugador luso, sancionado. El
equipo blanco dio la cara y pudo adelantarse en el marcador si no
hubieran anulado a Ronaldo un gol legal, sin embargo la ventaja fue
suficiente para los blaugranas y el 1-1 acabó dándole el pase a la
final, y posteriormente, al título de campeón (3-1 al Manchester United
en la final). Una corona que el Real Madrid amenaza muy seriamente con
recuperar esta temporada.
Suerte al Real Madrid y que gane,y por supuesto que veamos un buen partido.
Zagreb en la presente edición de la Liga de Campeones, en la que esta
temporada parte como uno de los favoritos a hacerse con el cetro
continental.
La Copa de Europa es el mayor objeto de deseo del
madridismo desde hace tiempo. Concretamente, desde que hace nueve años
se lograra la Novena con aquel delicioso gol de Zidane ante el Bayer
Leverkusen. En estos nueve años, el Real Madrid ha ganado tres Ligas,
una Copa del Rey y hasta se ha dado el gustazo de que el Barcelona le
hiciera pasillo en el Bernabéu, sin embargo nada parece amortiguar la
desazón por no haber sumado ya la Décima a sus vitrinas. Un objetivo que
en los últimos años ha dejado más sombras que luces.
He aquí el irregular camino del Real Madrid en su búsqueda de la Décima
Copa de Europa:
2002-03: Guti y Ronaldo deslumbraron en Roma y Manchester
2002-03: Guti y Ronaldo deslumbraron en Roma y Manchester
En
la primera fase, lo más destacado fue que el cuadro entonces comandado
por Vicente Del Bosque bailó a la Roma en Italia ganando por 0-3 con dos
goles de Guti. En la segunda fase de grupos, el Real Madrid superó las
dificultades que le pusieron Milan, Borussia Dortmund y Lokomotiv. En
cuartos de final, arrolló al Manchester United con un 3-1 en Madrid y un
4-3 en Inglaterra donde Ronaldo logró un hat-trick que le valió para
salir ovacionado de Old Trafford en un partido de los que luego ‘El
Fenómeno’ recordaría como uno de los mejores de toda su carrera.
Ya en semifinales, la Juventus fue el rival. En la ida, el cuadro
merengue ganaría sólo por 2- 1 con tantos de Ronaldo y Roberto Carlos.
Para el partido de vuelta Ronaldo llegaba tocado, por lo que Del Bosque
decidió reservarlo en una decisión que no sentó nada bien en las altas
esferas. En la primera parte, Trezeguet y Del Piero ya habían dado la
vuelta a la eliminatoria. Especialmente bonito fue el tanto del
italiano, que ‘rompió’ a Hierro y a Casillas antes de embocar a gol.
Ronaldo saltó al inicio de la segunda parte y revolucionó al Real
Madrid, provocando un penalti a los pocos minutos de estar en el campo,
sin embargo un Figo fiable como pocos falló la pena máxima ante Buffon.
El error supuso una losa para un Madrid que se estaba desmoronando, y a
la contra, Nedved pondría la puntilla a los galácticos en las
postrimerías. Zidane recortaría distancias en la que fuera su casa, pero
ya no serviría para seguir adelante en la competición. El Milan se
llevaría la final ante los bianconeros en penalties (0-0 y 3-2).
2003-04: El Mónaco de Morientes acelera el fin galáctico
En el Real Madrid se marchan los emblemáticos Hierro y Del Bosque, y
es Carlos Queiroz el que toma el relevo en el banquillo merengue. En la
Champions League eliminan la segunda liga e instauran directamente los
octavos de final. En la fase de grupos, el Real Madrid acaba primero por
delante del Marsella de Drogba (al que gana en los dos encuentros), del
Oporto de Mourinho, Carvalho, Deco, Maniche, Costinha y demás (al que
gana en Das Antas y con el que empata en la última jornada en Madrid), y
del Partizán.
En los octavos de final se mide al Bayern de
Múnich en uno de los grandes clásicos de Europa en los años precedentes,
pero esta vez los bávaros apenas plantean problemas a los merengues. En
Múnich empatan a uno con un gol de Roberto Carlos tras fallo de Kahn
(de ahí la famosa celebración del brasileño). Y en la vuelta, un
inconmensurable Zidane le da la victoria con un gol, pero sobre todo,
con una brillante actuación (1-0). Sin embargo, esa manifiesta
superioridad sería su peor enemigo en los cuartos de final, donde se
medía al Mónaco.
En el Bernabéu, Squilacci puso los nervios al adelantar a los galos, sin
embargo en la segunda mitad el rodillo blanco hace acto de presencia
para poner al Real Madrid con un claro 4-1. Tan claro, que un gol de
Morientes para el Mónaco en las postrimerías es aplaudido masivamente
por el respetable merengue. Evidentemente, nada hacía presagiar el
descalabro en la vuelta, donde el Real Madrid cuajó uno de los peores
partidos de lo que iba de década, y lo que algunos datan como el
principio del fin ‘galáctico’. Raúl llegó a adelantar al Madrid, pero en
una segunda parte magistral de los galos, Giuly –con dos goles- y
Morientes dan la vuelta a la eliminatoria y apean al que fuera gran
campeón y uno de los favoritos de forma sorpresiva. De ahí, el Mónaco
llegaría hasta la final, donde el Oporto de Mourinho no le dio
oportunidad alguna de ganar.
2004-05: Zalayeta inaugura la maldición de los octavos
El comienzo de la temporada es convulso en el Real Madrid, que suma
tres entrenadores en apenas unos meses: Camacho, García Remón y
Luxemburgo. En la Champions, también. Pues encajan un 3-0 ante el
Leverkusen en la primera jornada que hace mucho daño. Terminan
clasificándose en un grupo con el propio Leverkusen, Dinamo de Kiev (que
arrancó un empate a dos en su casa), y la Roma, para volver a medirse a
la Juventus en los octavos de final.
En la ida disputada en el
Bernabéu, un solitario gol de Helguera le daba ligera ventaja a los
blancos (1-0). Ventaja que intentaron administrar lo mejor posible en
Delle Allpi. Hasta el punto de que en el partido hubo pocas ocasiones y
se resolvió por ligeros detalles. Concretamente, los de Trezeguet -que
marcó para los italianos a 14 minutos del final-, y Zalayeta, que mató
al Real Madrid con un golazo en la segunda parte de la prórroga. El Real
Madrid terminó el partido sin Zidane, Beckham, Raúl ni Ronaldo
(expulsado) en el campo en claro síntoma de que se estaba acabando un
ciclo. Ese año, el título de la Champions viajó a Liverpool, que ganó en
la final al Milan en los penaltis después de remontar un 0-3 en la
primera parte (3-3). Mientras tanto, en el Real Madrid se inauguraba la
maldición de los octavos.
2005-06: Henry confirma el fin de un ciclo
Luxemburgo comienza la temporada en el banquillo, pero sería López
Caro quien la terminaría en una campaña marcada por la marcha del
presidente Florentino Pérez a mitad de año. En la Liga de Campeones, el
Real Madrid empezaría nefastamente con un 3-0 en contra ante el
Olympique de Lyon, pero acabaría clasificándose para octavos en un grupo
sencillo donde también estaban Olympiacos y Rosenborg.
Los
octavos de final depararían un emparejamiento contra el Arsenal de Henry
y del deseado Wenger. La ida en el Bernabéu vino marcada por la marcha
del presidente y la polémica con un descontento Ronaldo, y durante el
partido el Real Madrid pareció descentrado como nunca, impotente. Henry,
que fue toda una pesadilla para la zaga merengue aquella noche, marcó
un golazo en la única acción que no pudo detener un eficiente Casillas
para poner en ventaja a los ingleses. El partido de vuelta en Highbury
fue fiel reflejo de la inoperancia que dominaba en Concha Espina por
aquel entonces, con un cuadro blanco que si bien tenía que marcar
obligatoriamente, se mostró inofensivo durante la mayor parte del
encuentro (0-0). El Arsenal llegaría hasta la final, donde el Barcelona
le despertaría del sueño del título merced a los goles de Etoo y
Belletti.
2006-07: Roberto Carlos permite al Bayern cobrarse la venganza
Ramón Calderón y Fabio Capello aterrizaron en el Real Madrid, sin
embargo en el debut europeo, ni ellos ni los numerosos fichajes
realizados en verano pudieron evitar un nuevo descalabro en Gerland ante
el Olympique de Lyon (2-0). Eso sí, en un grupo fácil con Dinamo de
Kiev y un Steaua de Bucarest que puso en más aprietos de los esperado a
los blancos en Madrid, el cuadro merengue se clasificó como segundo de
grupo con relativa solvencia.
En octavos esperaba de nuevo el
Bayern de Múnich, un rival de enjundia en un momento peliagudo, pues en
enero Capello había apartado de la plantilla a Ronaldo (que acabaría
siendo traspasado), Beckham, Cassano y Salgado. Sin embargo, el Real
Madrid respondió fiel a su historia, y sólo un gol de Van Bommel en las
postrimerías evitó lo que debiera haber sido una ventaja mucho mayor
para la vuelta (3-2). Antes del viaje a Múnich, la expedición merengue
rebosaba optimismo, pero todo se fue al traste en el minuto uno con un
fallo de Roberto Carlos que permitió a Makaay adelantar al Bayern. Lucio
abriría más brecha, y el gol de Van Nistelrooy a ocho minutos del final
llegaría muy tarde como para culminar la remontada.
El
presidente recién llegado no pudo acabar con la maldición de octavos en
una Liga de Campeones que terminaría encumbrando al Milan como campeón
(2-1 frente al Liverpool en la final).
2007-08: la Roma no da opción al Madrid de Schuster
Después de ganar una Liga que parecía perdida, Schuster tomó el
relevo de Capello en el banquillo. En España dominó con mano de hierro,
pero en Europa no terminó de cuajar el proyecto blanco. En la fase de
grupos se clasificó con algunas dificultades después de no ganar ni un
partido fuera de casa ante Lazio, Werder Bremen y Olympiakos, y en
octavos la Roma volvió a frenar al Real Madrid.
Tanto en el
partido de ida como en el partido de vuelta, el conjunto blanco mereció
mucho más de lo que cosechó. Sin embargo, esa inseguridad, la poca
solidez e incluso los fantasmas que venía arrastrando acabaron pesando
ante una Roma que convirtió en oro todo lo que tocó. El balance final
dejó dos derrotas por sendos 2-1, tanto en Italia como en España.
Especialmente doloroso fue el tropiezo en el Santiago Bernabéu, donde
debía remontar y sin embargo Taddei adelantó a los giallorossi, y hasta
el minuto 74 el cuadro blanco fue incapaz de marcar. El Manchester
United de Ronaldo acabó por imponerse en esa edición de la Champions
frente al Chelsea de Avram Grant –heredero de Mourinho-, que tuvo el
título en su mano hasta el último penalti lanzado por Terry (1-1 y 6-5).
2008-09: el Liverpool ‘chorrea’ al Real Madrid con un humillante 4-0
Las tropelías de Ramón Calderón volverían a sumir al Real Madrid en
una etapa de caos institucional, mientras que en el banquillo ni
Schuster ni Juande Ramos fueron capaces de aliviar la caída. En la fase
de grupos, la Juventus aplicó un serio correctivo a los blancos tanto en
Delle Allpi (2-1) como en el Bernabéu (0-2), pero finalmente el Real
Madrid se clasificaría como segundo de grupo a los octavos de final.
Zenit y BATE eran los otros rivales en la primera fase.
En la
primera eliminatoria esperaba un Liverpool que simplemente defendiendo
fue capaz de arañar un 0-1 del coliseo blanco en el partido de ida,
merced a un postrimero tanto de Benayoun en una jugada a balón parado.
La vuelta vino marcada por las declaraciones del presidente interino
Vicente Boluda, que auguró un “chorreo” merengue en Anfield. Sin
embargo, fue todo lo contrario, los pupilos de Rafa Benítez humillaron
al Real Madrid de Juande con un inapelable 4-0 que pasó por ser una de
las peores noches del club merengue en competición europea. Esa
temporada sería el Barcelona el que se llevase la Copa de Europa al
vencer al Manchester en la final (2-0).
2009-10: el Lyon acaba con el sueño de Florentino antes de tiempo
Florentino volvía a aterrizar en Concha Espina, y con él, jugadores
de talla mundial como Ronaldo, Kaká, Benzema, o Xabi. Sin embargo, ni en
España ni en Europa supo hacer prevalecer esa supuesta superioridad. El
inicio en Champions no pudo ser más halagüeño, con dos victorias
contundentes ante Zurich y Marsella, sin embargo el Milan con una
victoria en el Bernabéu (con dos goles de Pato) y un empate en San Siro
volvieron a rescatar los fantasmas europeos. Al final, el cuadro blanco
acabó como primero de grupo, lo que le daba ventaja en el cruce de
octavos ante el Olympique de Lyon.
Sin embargo, no iba a servir
para nada. En la ida, un gol de Makoun con un lejano disparo que se coló
por la escuadra le dio una inmerecida ventaja al Lyon por lo visto
sobre el césped. Pellegrini apostó por Diarra en el once inicial en una
decisión que causó mucho revuelo y que fue uno de los detonantes de su
posterior despido junto con el resultado del partido de vuelta y el
descalabro en Copa frente al Alcorcón. En la vuelta en Madrid, Ronaldo
igualó pronto las fuerzas, pero el Real Madrid se fue desinflando con el
paso de los minutos, hasta el punto de que en la segunda parte fue
incapaz de reaccionar a una medular francesa más poderosa.
Pjanic
acabó con el sueño con un gol a quince minutos del final, prolongando
así a seis los años que el Madrid caía en octavos de final. El Inter de
Mourinho se llevaría esa Champions ante el Bayern, y el técnico
portugués acabaría reemplazando al propio Pellegrini en el banquillo
merengue.
2010-11: Messi y las obsesiones de Mourinho
Mourinho tomó las riendas del ambicioso proyecto de Florentino
Pérez, y con él al mando, el Real Madrid recuperó el lustre perdido. En
la fase de grupos arrasó a Ajax, Auxerre y hasta al Milan (pese a que en
San Siro acabaran empatando de forma un tanto injusta), pasando así
como primero de grupo. En octavos era el turno del Olympique de Lyon de
nuevo, sin embargo esta vez el Real Madrid sí daría el do de pecho. En
la ida en Gerland, Benzema adelantaba a los blancos, y sólo Gomis con un
gol al final en una acción con algo de fortuna evitó dejar la
eliminatoria todo lo cerrada que se preveía por lo visto sobre el
césped. En la vuelta, el Real Madrid no dio opción alguna con un 3-0
inapelable que despejaba todos los fantasmas y servía para romper la
maldición de los octavos.
En los cuartos de final, el Tottenham
tampoco fue rival. La prematura y rigurosa expulsión de Crouch al poco
de comenzar el partido de ida allanó el camino al Real Madrid, que en el
Bernabéu endosó un 4-0 inapelable. En la vuelta en White Hart Lane, el
cuadro blanco no se dejó llevar y arrancó incluso un 0-1 a su favor. Las
semifinales deparaban un Clásico ante el Barcelona muy particular, pues
se llegaba después de un cruce en Liga, una final de Copa que cayó del
lado merengue, y toda la polémica y tensión que se venía arrastrando en
ellos por el poco margen de tiempo que los separó.
Mourinho
apostó en el partido de la ida por un trivote con Pepe de mediocentro
para destruir el fútbol culé, táctica que le había venido dando frutos
en los Clásicos precedentes. Sin embargo, Wolfgang Stark expulsaría al
luso por plancha a Álves, inferioridad que, según Mou, acabaría
decantando la eliminatoria. El Barcelona se haría definitivamente con el
mando del partido desde entonces ante un Madrid obsesionado con
defenderse, y endosó un 0-2 con dos goles de Messi, el primero en uno de
los pocos fallos en defensa de los blancos, y el segundo tras
regatearse a medio equipo en un tanto de ensueño. La vuelta vino marcada
por las polémicas acusaciones de Mourinho en rueda de prensa por la
expulsión de Pepe, y la ausencia del propio jugador luso, sancionado. El
equipo blanco dio la cara y pudo adelantarse en el marcador si no
hubieran anulado a Ronaldo un gol legal, sin embargo la ventaja fue
suficiente para los blaugranas y el 1-1 acabó dándole el pase a la
final, y posteriormente, al título de campeón (3-1 al Manchester United
en la final). Una corona que el Real Madrid amenaza muy seriamente con
recuperar esta temporada.
Suerte al Real Madrid y que gane,y por supuesto que veamos un buen partido.