"Quiero a 'Chente' y a siete más". Esa esa la respuesta que daba Valverde a su director Unzué cuando le preguntaba sobre que corredores quería como escuderos en las grandes vueltas. La escena resume a la perfección el papel del navarro durante sus 17 años como profesional en la mítica escuadra española. 'Chente' se despide tras haber dejado sus energías en beneficio del propio murciano, Olano, Zulle, el 'Chava' o Pereiro.
"Me hubiese gustado decir adiós montado sobre mi bici, pero no ha podido ser". Fue una de las frases con las que el navarro se despidió de manera discreta en un hotel de Gorráiz (Pamplona). De forma parecida lo hizo Miguel Indurain, su primer gran líder. Con su adiós también se van los viejos nexos que unían los valores de la época de 'Miguelón' hasta la actual. Coincidió dos temporadas con él, aunque no le acompañase en ninguna de sus victorias en el Tour. Fue su último gregario antes de dejarse los riñones en beneficio de sus otros jefes de filas. Una vida pedaleando en beneficio de los demás. Cargando bidones, maillots, subiendo y bajando. De ahí que luego festejase también como suyos los triunfos de los demás.
Se va con tres victorias y 27 participaciones en grandes vueltas. Unos registros que demuestran que su paso por el mundo del pedal no ha sido testimonial. El gran capitán de una escuadra que ha ido cambiado de nombre pero que se ha amparado en el tesón del navarro para consolidarse como una de las mejores formaciones del mundo. Consejero de los noveles, 'Chente' siempre ejerció como si fuera la prolongación de sus directores dentro de la carretera.
Un adiós agridulce
Así lo refleja su actual mánager, Eusebio Unzué. "Contábamos con él para la próxima campaña pero, pese a encontrarse bien físicamente, ha sabido irse en el momento que él pensaba que era mejor. Era un auténtico ejemplo para sus compañeros". Su importancia en el equipo era vital. "Para mi y para nosotros es una pérdida muy importante pero por otro lado me alegro de que haya tomado esta decisión en el momento justo", explica el de Orcoyen.
Su futuro estará ligado irremediablemente al ciclismo y a la mítica formación navarra. Aunque ahora piense en descansar, en disfrutar de todo aquello a lo que no le pudo dedicar el tiempo necesario durante estos años. Después probablemente volverá a la escuadra de Unzué para realizar la labor que siempre hizo: ponerse al servicio de los demás.
un gregario uqe todo equipo quisiera tener uno de los pocos one club men del ciclismo suerte crack
"Me hubiese gustado decir adiós montado sobre mi bici, pero no ha podido ser". Fue una de las frases con las que el navarro se despidió de manera discreta en un hotel de Gorráiz (Pamplona). De forma parecida lo hizo Miguel Indurain, su primer gran líder. Con su adiós también se van los viejos nexos que unían los valores de la época de 'Miguelón' hasta la actual. Coincidió dos temporadas con él, aunque no le acompañase en ninguna de sus victorias en el Tour. Fue su último gregario antes de dejarse los riñones en beneficio de sus otros jefes de filas. Una vida pedaleando en beneficio de los demás. Cargando bidones, maillots, subiendo y bajando. De ahí que luego festejase también como suyos los triunfos de los demás.
Se va con tres victorias y 27 participaciones en grandes vueltas. Unos registros que demuestran que su paso por el mundo del pedal no ha sido testimonial. El gran capitán de una escuadra que ha ido cambiado de nombre pero que se ha amparado en el tesón del navarro para consolidarse como una de las mejores formaciones del mundo. Consejero de los noveles, 'Chente' siempre ejerció como si fuera la prolongación de sus directores dentro de la carretera.
Un adiós agridulce
Así lo refleja su actual mánager, Eusebio Unzué. "Contábamos con él para la próxima campaña pero, pese a encontrarse bien físicamente, ha sabido irse en el momento que él pensaba que era mejor. Era un auténtico ejemplo para sus compañeros". Su importancia en el equipo era vital. "Para mi y para nosotros es una pérdida muy importante pero por otro lado me alegro de que haya tomado esta decisión en el momento justo", explica el de Orcoyen.
Su futuro estará ligado irremediablemente al ciclismo y a la mítica formación navarra. Aunque ahora piense en descansar, en disfrutar de todo aquello a lo que no le pudo dedicar el tiempo necesario durante estos años. Después probablemente volverá a la escuadra de Unzué para realizar la labor que siempre hizo: ponerse al servicio de los demás.
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