Aún resuenan los ecos de la última jornada de Liga cuando la
siguiente ya asoma la cabeza por detrás de la esquina. Y en el caso del
Real Madrid, desafortunadamente. Y es que apenas ha habido tiempo para saborear el momento tan dulce que
se está viviendo en Concha Espina. Los malos tiempos vividos en el
Ciutat de Valencia y El Sardinero parecen cosa de temporadas anteriores,
y la euforia generada por las sensaciones ante Lyon, Málaga y
Villarreal ha despertado la esperanza del madridismo, que llega ahora hasta cotas que son insospechadas cuando se disputó la Supercopa.
Nadie sabe exactamente cuáles han sido las teclas que ha tocado José Mourinho, pero sea cuales sea, ha compuesto una sinfonía que tiene embaucado a todo el mundo del fútbol.
Hace apenas un mes el Real Madrid ganaba al Ajax 3-0 en el Bernabéu,
pero jugando al contraataque y esperando al rival en su propio campo
incluso. Ahora, no sólo apabulla a los rivales al contraataque, sino que
también los domina y los aplasta a base de rapidez, vértigo, y toque.
El equipo presiona más arriba y con más mordiente. Sergio Ramos saca el balón jugado desde atrás mejor que lo hiciera Carvalho. Kaká parece definitivamente recuperado para la causa. Higuaín y Benzema están en un momento de dulce. Ronaldo y Di María exhiben
su versión más solidaria para con sus compañeros. Y todos estos
ingredientes están aderezados con un cambio colectivo de mentalidad y
con una corriente de caballerosidad que hacía que no se veía por el Real
Madrid prácticamente desde que José Mourinho aterrizara en el Santiago
Bernabéu. Lo que termina por dar con que quizá este Real Madrid sea el mejor Real Madrid desde hace muchos muchos años.
Y
precisamente ese será el principal objetivo del equipo merengue en el
estadio de Anoeta este sábado, más allá de tocar el liderato: certificar
que lo visto en estos últimos tres partidos no ha sido fruto de la
casualidad, sino que este Real Madrid ha dado un paso más hacia adelante hasta llegar a una velocidad que quién sabe si alguien puede alcanzar.
Y precisamente la Real Sociedad no pasa por ser a día de hoy el que
parece que pueda hacerlo, pese a que Mourinho advertía del peligro de
los blanquiazules en rueda de prensa. Pues después de cinco jornadas consecutivas sin ganar, y con el palo por perder ante el Levante en el último minuto, el conjunto txurdi urdin no
recibe a los pupilos de Mourinho precisamente en su mejor momento. Ni
aunque dos puntales como Xabi Prieto y Agirretxe estén frescos y
dispuestos, después de descansar el miércoles.
Todo lo contrario
que el Real Madrid por otra parte, que al tener a toda su plantilla
disponible y con la corriente a favor, puede permitirse el lujazo de tener a jugadores de los más importantes del mundo en el banquillo. Ante el Villarreal fue el turno de ‘chupar’ banca para Higuaín y Ozil,
y quién sabe si en Donosti habrá nuevamente rotaciones como viene
haciendo Mourinho, o si dará continuidad a las cuatro balas que saltaron
al césped del Bernabéu el pasado miércoles de las seis que tiene.
Quien seguro que no descansará será Xabi Alonso,
que vuelve a su casa convertido en el capitán general del Real Madrid
sin ningún género de dudas. Y como ejemplos, que ha jugado todos los
minutos esta temporada excepto diez ante el Villarreal, y que los
decibelios que alcanzó la ovación que le dedicó el Bernabéu el otro día
le coloca directamente en el escalón de los ídolos del madridismo,
si es que no estaba situado ahí antes del miércoles. Este sábado tendrá
enfrente a un club hermano que bien podría convertirse en el postre
para este Real Madrid, después del festín ante Lyon, Málaga y
Villarreal.
Partido facil apriori para el Madrid, pero cuidado con la Real Sociedad..
siguiente ya asoma la cabeza por detrás de la esquina. Y en el caso del
Real Madrid, desafortunadamente. Y es que apenas ha habido tiempo para saborear el momento tan dulce que
se está viviendo en Concha Espina. Los malos tiempos vividos en el
Ciutat de Valencia y El Sardinero parecen cosa de temporadas anteriores,
y la euforia generada por las sensaciones ante Lyon, Málaga y
Villarreal ha despertado la esperanza del madridismo, que llega ahora hasta cotas que son insospechadas cuando se disputó la Supercopa.
Nadie sabe exactamente cuáles han sido las teclas que ha tocado José Mourinho, pero sea cuales sea, ha compuesto una sinfonía que tiene embaucado a todo el mundo del fútbol.
Hace apenas un mes el Real Madrid ganaba al Ajax 3-0 en el Bernabéu,
pero jugando al contraataque y esperando al rival en su propio campo
incluso. Ahora, no sólo apabulla a los rivales al contraataque, sino que
también los domina y los aplasta a base de rapidez, vértigo, y toque.
El equipo presiona más arriba y con más mordiente. Sergio Ramos saca el balón jugado desde atrás mejor que lo hiciera Carvalho. Kaká parece definitivamente recuperado para la causa. Higuaín y Benzema están en un momento de dulce. Ronaldo y Di María exhiben
su versión más solidaria para con sus compañeros. Y todos estos
ingredientes están aderezados con un cambio colectivo de mentalidad y
con una corriente de caballerosidad que hacía que no se veía por el Real
Madrid prácticamente desde que José Mourinho aterrizara en el Santiago
Bernabéu. Lo que termina por dar con que quizá este Real Madrid sea el mejor Real Madrid desde hace muchos muchos años.
Y
precisamente ese será el principal objetivo del equipo merengue en el
estadio de Anoeta este sábado, más allá de tocar el liderato: certificar
que lo visto en estos últimos tres partidos no ha sido fruto de la
casualidad, sino que este Real Madrid ha dado un paso más hacia adelante hasta llegar a una velocidad que quién sabe si alguien puede alcanzar.
Y precisamente la Real Sociedad no pasa por ser a día de hoy el que
parece que pueda hacerlo, pese a que Mourinho advertía del peligro de
los blanquiazules en rueda de prensa. Pues después de cinco jornadas consecutivas sin ganar, y con el palo por perder ante el Levante en el último minuto, el conjunto txurdi urdin no
recibe a los pupilos de Mourinho precisamente en su mejor momento. Ni
aunque dos puntales como Xabi Prieto y Agirretxe estén frescos y
dispuestos, después de descansar el miércoles.
Todo lo contrario
que el Real Madrid por otra parte, que al tener a toda su plantilla
disponible y con la corriente a favor, puede permitirse el lujazo de tener a jugadores de los más importantes del mundo en el banquillo. Ante el Villarreal fue el turno de ‘chupar’ banca para Higuaín y Ozil,
y quién sabe si en Donosti habrá nuevamente rotaciones como viene
haciendo Mourinho, o si dará continuidad a las cuatro balas que saltaron
al césped del Bernabéu el pasado miércoles de las seis que tiene.
Quien seguro que no descansará será Xabi Alonso,
que vuelve a su casa convertido en el capitán general del Real Madrid
sin ningún género de dudas. Y como ejemplos, que ha jugado todos los
minutos esta temporada excepto diez ante el Villarreal, y que los
decibelios que alcanzó la ovación que le dedicó el Bernabéu el otro día
le coloca directamente en el escalón de los ídolos del madridismo,
si es que no estaba situado ahí antes del miércoles. Este sábado tendrá
enfrente a un club hermano que bien podría convertirse en el postre
para este Real Madrid, después del festín ante Lyon, Málaga y
Villarreal.
Partido facil apriori para el Madrid, pero cuidado con la Real Sociedad..