Sin tiempo para
tomarle el pulso al partido, en el minuto 2 entraba Pau Cendrós por su
banda, libre de marca, centrando a placer para que Víctor peleara el
balón que le llegaría a Álvaro quien de colocado disparo adelantaría a
los locales en el marcador (1-0).
Trataron de reaccionar los
bilbaínos pero se encontraba cómodo el Mallorca atreviéndose incluso con
alguna interesante internada pero poco a poco los leones se fueron
adueñando del balón aunque si bien nI remataban a puerta ni creaban
peligro. En el 25’ pudieron igualar el marcador pero el gol, al saque de
una falta, fue anulado por claro fuera de juego de Toquero.
Continuó
la misma tónica hasta el final de la primera mitad, el Athletic llegaba
más y un poco mejor aunque no por eso dejaba de salir, sin demasiado
criterio, el equipo de Caparrós. Después de unos minutos en los que se
endureció el juego, especialmente por parte visitante, se iba a llegar
al descanso sin más novedad pero en una nueva falta de contundencia de
la defensa balear, ya en el tiempo de prolongación, Amorebieta, al que
no acertó a defender correctamente Cáceres, logró de cabeza el tanto del
empate que hacía justicia en el marcador por lo menos en lo que a la
posesión del esférico se refiere.
El Mallorca estaba haciendo su
partido y sólo su falta de tino frente a la portería rival había dejado
vivo al equipo de Bielsa que, con la ayuda del árbitro, había empatado
el encuentro cuando ya se había sobrepasado el tiempo de prolongación
decretado.
Había sufrido Auternetxe con Pereira en la primera
mitad y quizás ese fue el motivo de su sustitución en el descanso,
entrando en su lugar Gabilondo y ocupando el lateral izquierdo De
Marcos.
Una buena jugada de Tissone acabaría con una pared con
Víctor que finalmente tapó Iraizoz, parecían haber reanudado más
espabilados los anfitriones. Antes del minuto 55 Íñigo Pérez sustituiría
a Iturraspe a quien acababan de enseñar tarjeta amarilla y Pina dejaba
su puesto a Martí. Se enmarañó más el encuentro con constante
detenciones, faltas e imprecisiones. Der nuevo volvía a ensuciarse el
partido, César Muñiz parecía no conformarse con ir a por el record de
faltas señaladas y se lanzaba a por el de tarjetas. Cualquier cosa podía
ocurrir, no había peligro en ninguna de las dos áreas pero el más
mínimo fallo podía ser mortal. Caparrós daba una nueva oportunidad a
Aki, quien entraba en lugar de un desafortunado Nsue; unos minutos más
tarde, en el 80’ se jugaba la última bala que le quedaba en la recámara…
Hemed suplía al goleador Álvaro.
Languidecía el encuentro, el
Athletic parecía más decidido pero los zarpazos eran del Mallorca. La
parroquia local empezaba a mostrar su más absoluta disconformidad con el
árbitro asturiano que seguía machacando a los bermellones y no señalaba
los fueras de juego bilbaínos. Tras las dos buenas ocasiones locales
llegarían un par de los rojiblancos (hoy verdiblancos), cuando parecía
que ambos conjuntos iban a dar por bueno el empate, comenzaron a
sucederse las mejores oportunidades.
La tuvo Hemed en el 88 de un
magnífico disparo que despejó bien Iraizoz, el partido era una
auténtica locura, el consiguiente córner también estuvo a punto de
finalizar en gol y el contraataque vasco no subió al marcador por un
error de Muniain… dos saques de esquina seguidos pudieron desigualar la
contienda pero Chico sacó un balón de debajo de los palos cuando la
remontada parecía llegar… siguió empujando el Athletic, no había tregua,
una última galopada de Pereira finalizó en córner que remató Ramis
fuera por poco.
Y así se llegó al final del que para terminar fue
un vibrante encuentro. ¿Justo reparto de puntos?, puede ser que sí
aunque en el cómputo general le puso más empeño el equipo de Caparrós al
que le hace falta un creador/pasador.
El árbitro Muñiz Fernández
no lo tuvo demasiado fácil y abandonó el terreno de juego abroncado ya
que había sido más puntilloso con los locales que con los leones, amén
de la más que discutible prolongación de la prolongación en las primera
mitad.
El mejor Mallorca de esta liga, en este partido no ha tenido suerte.
tomarle el pulso al partido, en el minuto 2 entraba Pau Cendrós por su
banda, libre de marca, centrando a placer para que Víctor peleara el
balón que le llegaría a Álvaro quien de colocado disparo adelantaría a
los locales en el marcador (1-0).
Trataron de reaccionar los
bilbaínos pero se encontraba cómodo el Mallorca atreviéndose incluso con
alguna interesante internada pero poco a poco los leones se fueron
adueñando del balón aunque si bien nI remataban a puerta ni creaban
peligro. En el 25’ pudieron igualar el marcador pero el gol, al saque de
una falta, fue anulado por claro fuera de juego de Toquero.
Continuó
la misma tónica hasta el final de la primera mitad, el Athletic llegaba
más y un poco mejor aunque no por eso dejaba de salir, sin demasiado
criterio, el equipo de Caparrós. Después de unos minutos en los que se
endureció el juego, especialmente por parte visitante, se iba a llegar
al descanso sin más novedad pero en una nueva falta de contundencia de
la defensa balear, ya en el tiempo de prolongación, Amorebieta, al que
no acertó a defender correctamente Cáceres, logró de cabeza el tanto del
empate que hacía justicia en el marcador por lo menos en lo que a la
posesión del esférico se refiere.
El Mallorca estaba haciendo su
partido y sólo su falta de tino frente a la portería rival había dejado
vivo al equipo de Bielsa que, con la ayuda del árbitro, había empatado
el encuentro cuando ya se había sobrepasado el tiempo de prolongación
decretado.
Había sufrido Auternetxe con Pereira en la primera
mitad y quizás ese fue el motivo de su sustitución en el descanso,
entrando en su lugar Gabilondo y ocupando el lateral izquierdo De
Marcos.
Una buena jugada de Tissone acabaría con una pared con
Víctor que finalmente tapó Iraizoz, parecían haber reanudado más
espabilados los anfitriones. Antes del minuto 55 Íñigo Pérez sustituiría
a Iturraspe a quien acababan de enseñar tarjeta amarilla y Pina dejaba
su puesto a Martí. Se enmarañó más el encuentro con constante
detenciones, faltas e imprecisiones. Der nuevo volvía a ensuciarse el
partido, César Muñiz parecía no conformarse con ir a por el record de
faltas señaladas y se lanzaba a por el de tarjetas. Cualquier cosa podía
ocurrir, no había peligro en ninguna de las dos áreas pero el más
mínimo fallo podía ser mortal. Caparrós daba una nueva oportunidad a
Aki, quien entraba en lugar de un desafortunado Nsue; unos minutos más
tarde, en el 80’ se jugaba la última bala que le quedaba en la recámara…
Hemed suplía al goleador Álvaro.
Languidecía el encuentro, el
Athletic parecía más decidido pero los zarpazos eran del Mallorca. La
parroquia local empezaba a mostrar su más absoluta disconformidad con el
árbitro asturiano que seguía machacando a los bermellones y no señalaba
los fueras de juego bilbaínos. Tras las dos buenas ocasiones locales
llegarían un par de los rojiblancos (hoy verdiblancos), cuando parecía
que ambos conjuntos iban a dar por bueno el empate, comenzaron a
sucederse las mejores oportunidades.
La tuvo Hemed en el 88 de un
magnífico disparo que despejó bien Iraizoz, el partido era una
auténtica locura, el consiguiente córner también estuvo a punto de
finalizar en gol y el contraataque vasco no subió al marcador por un
error de Muniain… dos saques de esquina seguidos pudieron desigualar la
contienda pero Chico sacó un balón de debajo de los palos cuando la
remontada parecía llegar… siguió empujando el Athletic, no había tregua,
una última galopada de Pereira finalizó en córner que remató Ramis
fuera por poco.
Y así se llegó al final del que para terminar fue
un vibrante encuentro. ¿Justo reparto de puntos?, puede ser que sí
aunque en el cómputo general le puso más empeño el equipo de Caparrós al
que le hace falta un creador/pasador.
El árbitro Muñiz Fernández
no lo tuvo demasiado fácil y abandonó el terreno de juego abroncado ya
que había sido más puntilloso con los locales que con los leones, amén
de la más que discutible prolongación de la prolongación en las primera
mitad.
El mejor Mallorca de esta liga, en este partido no ha tenido suerte.