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Andrei Arshavin tiene mucho que agradecerle a la Eurocopa y Rusia
tiene mucho que agradecerle a Arshavin por los minutos que desplegó en
Austria y Suiza. Andrei era un joven extremo diestro criado en San
Petersburgo cuyo nombre había llegado a oídos de muy poca gente. Tras su
debut en junio del 2000, fue pieza clave para que su equipo de toda la
vida, el Zenit de San Petersburgo, se clasificara para la UEFA dos
temporadas seguidas.
Sin embargo, el jugador, pese a tener grandes cualidades, no
llegaba a deslumbrar lo suficiente para ser reconocido a nivel mundial.
Pero llegó la Euro de 2008, y con ella la ascensión triunfal de un
jugador que apuntaba a crack en todos los sentidos.
Rusia partía hacia Austria y Suiza como actor secundario, equipo que
no podría dar guerra a los Holanda, Francia, España y demás. Sin
embargo, una actuación prodigiosa de nuestro hombre, acompañado del
olfato goleador de hombres como Pavlyuchenko llevaron al país a unas
semifinales más que merecidas eliminando a equipos como la todopoderosa
Holanda.
Ese verano, Arshavin pasó a liderar la lista de jugadores más
codiciados por todos los equipos de Europa. Finalmente, y ya en el
mercado de invierno, el Arsenal se hizo con los servicios del jugador de
San Petersburgo y emigró hacia la capital de Reino Unido.
Tras su debut ante el Sunderland el 21 de febrero de 2009, Arshavin
vivió su mejor momento ‘gunner’ el 21 de abril de ese mismo año, cuando
le marcó cuatro goles al Liverpool en un partido que pasará a la
historia por la intensidad que desplegaron ambos conjuntos. La visión en
el pase, su regate eléctrico y un disparo demoledor lo encasillaban
dentro de los jugadores ‘top’ del momento. Pero, la trayectoria
profesional del ruso atravesaría una línea descendente que le privó de
la titularidad y apenas contaba en los planes de Wenger. Nadie se
explica aún como un jugador de sus características, a sus 27 años, podía
acabar así con una carrera deportiva que se antojaba brillante.
Los focos dejaron de alumbrarle y, tanto fue así, que Andrei volvió a
su ciudad natal, a su equipo de toda la vida, al Zenit de San
Petersburgo, en el invierno de esta temporada. Los grandes analistas de
fútbol están volviendo a decir su nombre desde su llegada a Rusia, y
muchos piensan que quizá Arshavin esté volviendo a alcanzar ese nivel
que enamoró a la Premier.
En una semana vuelve la Eurocopa, el torneo que le vio explotar como
crack, el torneo que alzó a Rusia a las portadas de todos los
periódicos. Quizá sea esta Eurocopa 2012 la última oportunidad que tenga
Andrei Arshavin de demostrar al mundo la tremenda calidad que atesoran
sus botas.
El jugador ruso encandiló a medio mundo tras una Eurocopa en 2008 perfecta, y tras un periplo de cuatro años plagado de incertidumbre, vuelve al campeonato que lo aupó a la cima