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Había muchas ganas de ver el Real Madrid-Milan y comprobar qué nivel
podía alcanzar el cuadro de José Mourinho en el primer test serio de la
pretemporada. Los jugadores del conjunto merengue debían mostrar más
regularidad que en encuentros anteriores y mejorar algunos aspectos de
su juego.
Ahora, y tras disfrutar de los noventa minutos disputados en el
Yankee Stadium, podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que hemos
vivido una de las grandes exhibiciones del verano. De hecho, el Milan,
pese a caer 5-1, puede darse por contento con el resultado, ya que etuvo
cerca de recibir una goleada histórica.
Y es que, el Real Madrid
ofreció su mejor versión. De principio a fin. Del uno al noventa. Con
regularidad. Sin intermitencias. Con balón y sin él. Lo hizo todo bien
el equipo de José Mourinho. Dominó el esférico y los tiempos. Puso el
ritmo que quiso minuto a minuto.
El primer cuarto de hora sirvió
para ver el guión que íbamos a tener a lo largo del encuentro. Khedira y
Lass, que formaron el centro del campo dejando a Xabi Alonso en el
banquillo, gozaron de dos buenas oportunidades a base de disparos
lejanos. Pepe, con un cabezazo a la salida de un córner, también estuvo
cerca del gol. Y Özil, con un centro chut, se quedó cerca de mandar el
esférico a la red. El Milan llegaba al minuto quince consciente de que
iba a vivir una dura noche.
Ángel
Di María, que está realizando una pretemporada maravillosa, puso el 1-0
en el minuto 24. Abbiati despejó de puños y el balón le cayó al
argentino, que golpeó de volea para firmar un gol impresionante.
El
Milan parecía desquiciado y fuera de sitio. No salía de su campo y se
veía arrollado por un Real Madrid vertical, rápido y ambicioso. Sin
embargo, los hombres de Allegri aprovecharon su única ocasión para poner
el 1-1 en el marcador en el minuto 33. Cassano se la pone a Nocerino,
que la deja de primeras para un Robinho que supo batir a Casillas
apareciendo desde atrás.
Al descanso se llegó con empate en el
electrónico y la sensación de estar asistiendo a un gran espectáculo
futbolístico que, pese a todo, no encontraba el justo premio.
El Real Madrid se fue picado
a vestuarios, algo que se notó nada más regresar al terreno de juego.
Sergio Ramos, Xabi Alonso, Arbeloa e Higuaín entraron por Varane,
Khedira, Nacho y Benzema. El equipo se covirtió en un auténtico ciclón.
Imparable. Intenso. Brutal.
Cristiano puso el 2-1 con un zurdazo
impresionante tras recibir un buen pase de Lass Diarrá. En los minutos
posteriores, dos lanzamientos al palo (Di María e Higuaín) y varias
ocasiones más terminaron de agobiar a un Milan que bajó los brazos pese a
estar a un solo gol de la igualada.
Kaká entró al campo para
poner el morbo... y una asistencia. El brasileño encontró a Cristiano en
la izquierda y le metió un buen balón para que éste anotase el 3-1. El
Real Madrid se desató y no tuvo piedad. Sergio Ramos puso el 4-1 a la
salida de un córner, mientras que Callejón cerró el choque con el 5-1 en
los instantes finales.
Lejos del impresionante baño, cabe
destacar que Nuri Sahin volvió a actuar en la banda izquierda. El ex del
Borussia Dortmund sustituyó a Coentrao y disputó los últimos quince
minutos.
uff el Madrid esta fuerte no es facil meterle 5 al Milan