El hecho de que Leo haya conquistado tres veces seguidas el 'Balón de Oro' y de que se haya llevado la 'Bota de Oro' dos veces en los últimos tres años denota una calidad incuestionable, permite hablar de una 'era Messi' y demuestra que el crack del Barça y de la albiceleste posee también el don de saber mantenerse en lo más alto, algo más difícil, dicen, que llegar a la cima.
Para conseguirlo, Leo se ha reinventado una y otra vez.
Un físico a prueba de bala
Empezó sentando las bases para poder tener continuidad: siguió un plan específico para evitar lesionarse tanto como en sus inicios en el primer equipo azulgrana. Aún ahora viaja con el recuperador barcelonista Juanjo Brau cuando se desplaza hacia y con Argentina y coincidiendo con la llegada de Pep Guardiola varió sus hábitos alimenticios.
Fruto de todo ello, un Messi que lo juega todo y que ya no sabe qué es sufrir problemas musculares.
Cortarle el oxígeno
Y gracias a ese físico esculpido para que sea a prueba de bala, Leo ha ido cambiando también su juego: cada vez que los defensas habían hallado una fórmula para (intentar) frenarle y cada vez que los técnicos rivales habían encontrado la táctica para (intentar) cortarle el oxígeno ha emergido un nuevo Messi.
Tras comenzar jugando en banda derecha, cayendo hacia el área, pasó a actuar de '9' o de falso '9', dando forma a la figura del 'nueve' bajito.
Después, pasó de encandilar con sus regates a ser un goleador de ley, bien con un remate digno del mejor 'cañonero', bien haciendo en un palmo de terreno de juego lo que antes hacía con metros por delante.
Es decir, driblar y rematar, hasta pulverizar todos los registros realizadores sin ser un goleador nato.
Letal incluso dosificándose
Además, de un tiempo a esta parte se dosifica en los encuentros sin dejar de ser letal.
Y ni siquiera un Pepe consigue 'cazarle' ya, porque Messi es también el mejor escabulliéndose con o sin el balón a los pies. Como ha explicado él mismo, en vez de lamentarse de las faltas constantemente recibidas, prefirió buscarle solución al tema.
Optó por estar lejos de su marcador o marcadores en cuanto éste o estos metían la pierna.
En general puede decirse que cuando buscas a Leo Messi, él ya se ha ido a velocidad vertiginosa.
Sea como fuere, tras dejar huella como extremo, como '10', como '9' y como 'depredador', ahora el número 1 del planeta parece dispuesto a salirse ejecutando faltas.
¿Que el contrario se prepara para evitar que la líe en el área? Pues él marca a balón parado, con una técnica que nada tiene que envidiar a la de un especialista como Cristiano Ronaldo y perfeccionada en tandas realizadas como colofón a los entrenamientos con el Barcelona y con Argentina.
La nueva versión de Messi es un señor 'francotirador', como demostró en el Bernabéu en la Supercopa y en el Argentina-Paraguay, que además seguirá viendo puerta de forma tradicional, o sea con jugadones marca de la casa.
Lo que le faltaba era meter las faltas , es que no se ve donde tiene el techo este crack