Getty Images
El Real Madrid comienza sumando de tres en tres en el grupo más
difícil de la Champions después de un encuentro de infarto. El equipo
blanco fue superior durante todo el choque ante un City decepcionante,
sin alma y sin fútbol. Sin embargo, Dzeko y Kolarov pusieron por delante
a los citizens cuando faltaban sólo cinco minutos para un final que
auguraba un drama después de que Mourinho hubiera revolucionado el once
inicial. Sin embargo, primero Benzema y después Ronaldo encontraron la
efectividad que tanto se le había negado en los 85 minutos anteriores.
‘90 minuti en el Bernabéu son molto longo’, que dice la tradición. El
luso, que marcó en el descuento, esta vez sí que lo celebró. El final de
partido lo merecía, y el madridismo, reconciliado con su equipo, lo
agradeció. Por Concha Espina vuelven a bajar las aguas un poco más
tranquilas, pese a que fueran bravas durante muchos minutos de la noche.
Empezando desde antes del pitido inicial, pues el partido comenzó de
forma convulsa para el madridismo. Y es que, aunque había dicho que no
lo haría, José Mourinho revolucionó el once, dando la alternativa a
Essien y Varane de inicio con un 4-3-3, y dejando en el banquillo a
Sergio Ramos, Ozil y Modric. Difícil explicación tenía, pero
afortunadamente tardó poco el aficionado merengue en superar la desazón,
pues desde los primeros minutos el Real Madrid se erigió en el dueño y
señor del partido. Buena noticia para el club blanco, mala noticia para
el aficionado al fútbol en general, que seguramente esperaba más de este
Manchester City.
Y es que el club inglés entró en el campo
también con un trivote defensivo, pero más allá de la disposición, fue
más recriminable la actitud: sin nervio alguno, ni para defender ni para
atacar, dejado a las genialidades de Silva o Tévez. Y así, el Real
Madrid se creció. Podía venir de perder un partido, o diez, se hubiera
impuesto ante este decepcionante Manchester City. Dicho lo cual, no hay
que restar méritos a un Madrid que supo hacerse valer tanto por corazón
como por fútbol. Buscando los contraataques, pero también desempeñándose
correctamente en estático, aprovechando los huecos que dejaban los
citizens ente líneas, muy bien ocupados por un Khedira con libertad que
hoy sí se pareció más al de la selección alemana.
Así las cosas,
sólo Hart evitó que se llegara al descanso con un empate a cero, pues
hasta en dos ocasiones frenó a Cristiano Ronaldo antes del minuto diez
en sendos tiros cruzados una vez el ‘7’ se había deshecho de su
marcador. Gonzalo Higuaín también tuvo el gol en sus botas, pero se le
hizo la portería pequeña. Primero, a los veinte minutos al no controlar
bien un mano a mano con Hart que terminó con Khedira rematando alto un
posterior rechace en boca de gol. Y después, al borde del descanso, en
un nuevo pase medido de Di María por encima de la defensa que remató por
encima del larguero desde el balcón del área pequeña.
El guión
se repitió tras el descanso hasta el minuto 68 de partido. Antes de eso
Marcelo había tenido dos buenos tiros desde fuera del área que se
marcharon lamiendo los postes respectivamente, pero sería Edin Dzeko el
que acertaría de cara a puerta en la única oportunidad clara del
Manchester City en todo el partido. Pepe no acertó a robar el cuero en
un balón dividido, Yaya montó la contra ante un inerte Varane, y Dzeko
salvó a Casillas en el mano a mano. A Mourinho le habían dado de su
propia medicina, con un gol que no era justo por lo visto sobre el
campo, y que terminó por inyectar al encuentro el vértigo que se le
presuponía desde el sorteo. Lo que no desearían los entrenadores, pero
sí la afición.
Mourinho ya había cambiado a Ozil por Essien, y
sacó también a Benzema y Modric por Khedira e Higuaín. El Manchester
City casi aprovecha la zozobra por el gol y los cambios, y primero Tévez
y luego Yaya a punto estuvieron de marcar el segundo. Sin embargo sería
Marcelo el que pusiera las tablas apenas siete minutos después del gol
citizen. A la tercera acertó el brasileño con un tiro también desde
fuera del área, esta vez con la pierna derecha, ante el que no pudo
hacer nada Hart. 1-1 y todo un mundo para el cuarto de hora restante.
Y
es que antes del final se vivirían tres goles más que hicieron vibrar
el Santiago Bernabéu como pocas veces, pasándose de la crisis a la
gloria en apenas unos segundos. Pues en el minuto 85 Kolarov marcaría a
balón parado en un centro chut desde la banda derecha que se coló
directo en la portería de Iker por el palo contrario. Pero Benzema
amortiguaría la caída con un gol que se fabricó él solito, recibiendo de
espaldas en el balcón del área y marcando con un fuerte chut pegado al
palo.
Sin embargo, sería Cristiano Ronaldo el que se llevaría
todos los focos al ser el que marcara el gol de la victoria. Como
Benzema, hizo de Juan Palomo, recibió el balón en la esquina del área y
chutó con tanta potencia que Hart no pudo despejar el disparo pese a que
iba centrado. Esta vez sí que celebró el gol. Pocas veces lo había
hecho con más rabia, incluso. El Real Madrid había hecho más durante
todo el partido, y sólo lo pudo ver materializado en los minutos de
descuento. Los que importan al fin y al cabo. Pues el Real Madrid
empieza con el pie derecho en este difícil grupo de la Champions pese a
haber estado rozando el drama durante casi media hora.
Mundo-deportes es un foro si quieres opinar respectando la opinión de los demás sobre estas noticias regístrate, pide nick y contraseña y correo por ello no recibirás publicidad y es gratis.