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El Real Madrid da un firme paso adelante para la clasificación a
octavos de final de la Champions League después de golear al Ajax en
Amsterdam por 1-4. Un resultado justo vistos los 70 minutos arrolladores
de los merengues, pero que dejó la incertidumbre de veinte minutos de
zozobra donde el cuadro franjirrojo le marcó el enésimo gol a balón
parado y donde tuvo un disparo a puerta vacía que hubiera significado el
empate a dos. Quitando ese lapso, el partido fue casi perfecto para los
blancos. Con un Kaká más que notable, con Ronaldo en su mejor versión
marcando tres golazos, con Benzema espectacular en la delantera marcando
además un precioso tanto de chilena, con la fórmula del contraataque
funcionando a pleno rendimiento (así nacieron los cuatro tantos), y con
Ramos de titular y Ozil jugando en la segunda parte. Fue un Madrid de
dos caras. Pero esa cara buena augura un Clásico apasionante dentro de
cuatro días.
Empezó el partido como hubiera esperado cualquiera: con un Ajax
animado por el entusiasmo de debutar en Champions en su estadio, y
lanzado por la dinámica en la Eredivisie, donde tiene poca discusión.
Sin embargo, como era también de esperar, el Real Madrid tardó poco en
imponer su fortaleza como equipo español que es y favorito al cetro
europeo. Superior en todas las líneas, con una presión y anticipación
muy efectiva en defensa, con Benzema con mucha movilidad en todo el
frente de ataque y, lo más sorprendente de todo, con un Kaká de enganche
con una chispa que hacía mucho tiempo que no se le veía, tardaron poco
en llegar las ocasiones del lado merengue.
Así, al cuarto de hora
bien pudo haber cerrado el Real Madrid el partido si no llega a ser por
el poco ortodoxo Vermeer. Pues le paró a Ronaldo un disparo casi a
bocajarro, y luego despejó una doble ocasión de Kaká y Benzema. Y veinte
minutos después, el cancerbero local volvió a aparecer para salvar a su
equipo de otro empujón de los blancos, hoy de verde. Vermeer le paró un
cabezazo a un Ronaldo que estaba a un metro de la línea de gol, y que
minutos después mandó una volea lamiendo el poste. Y luego el meta
holandés le paró otro tirazo a Marcelo desde dentro del área. Seis
ocasiones sólo en la primera parte que ponían de manifiesto la
superioridad merengue, y que se vería materializada en el marcador justo
antes del paso por vestuarios.
Y es que a la cuarta, Cristiano
por fin vio puerta, en el que era entonces su sexto gol en los cuatro
partidos de los últimos quince días, y la mejor carta de presentación de
cara al Clásico del domingo en el Camp Nou. Callejón recuperó la
posesión, cedió el cuero a Benzema, que se marchó de su marcador con un
recorte hacia la línea de fondo y su centro atrás lo pesca Ronaldo,
embocando a gol.
Un 0-1 que duró poco en el electrónico porque,
nada más regresar del descanso, Benzema marcó el segundo tanto. Un
bellísimo gol, de los mejores de su carrera, e incluso de los mejores de
la Champions. ¡Y ya es decir! Como ya sucediera el año pasado, el Ajax
sufrió uno de esos contraataques perfectos de los pupilos de Mourinho,
que marcaron al saque de una falta lateral a favor de los franjirrojos a
diez metros de la línea de área merengue. El balón pasó por Benzema,
Marcelo, Callejón y Kaká, que centró desde la banda derecha para que el
mismo Benzema, que había iniciado la jugada, la terminara con una
preciosa chilena en el segundo palo. Un escorzo plásticamente admirable e
inmejorable en términos de efectividad para firmar el gol soñado por
todos los futboleros, profesionales o no.
El partido parecía
cerrado entonces, aun con 40 minutos por delante, pero el Real Madrid se
empeñó en darle vida al Ajax. Le cuesta completar los partidos este
curso, y aunque la dinámica era muy positiva, el Real Madrid pecó de
errores pretéritos. Y es que al minuto 55, el central Moisander
aprovechó el despiste defensivo de Michael Essien al saque de un córner
para marcar el 1-2 que, por momentos, elevó la moral y las agallas del
cuadro holandés. El séptimo gol a balón parado de los doce encajados en
el presente curso. Un balance bochornoso para un equipo que quiere ser
un gigante en el continente. Y quién sabe si por todo ello, a los
blancos le temblaron las rodillas.
Y suerte tuvo el cuadro
merengue de que ni Voerrigter ni Hoeser estuvieran acertados de cara a
puerta. Sobre todo el segundo. Y es que mediada la segunda parte, solo
desde el segundo palo, Hoeser disparó fuera un centro lateral que se
paseó frente a la portería de Casillas sin que ni el portero ni De Jong
la tocaran. De haber embocado a puerta, el drama en la Casa Blanca
habría sido superlativo. Sin embargo, el que marcó no fue el Ajax, sino
Cristiano Ronaldo, que acudió al rescate de los verdes sentenciando con
un fuerte disparo pegado al palo a diez minutos del final, culminando un
contraataque llevado por Benzema.
El partido ya sí se terminó
entonces, con Mesut Ozil en el campo por cierto, pero por si acaso,
Cristiano Ronaldo todavía marcó el cuarto gol de una vaselina preciosa,
cerrando otro contraataque más. Los cuatro goles llegaron a la contra,
los cuatro goles fueron bellísimos, y el ‘7’ blanco cierra así dos
semanas brillantes, con ocho goles en quince días salvando a un Madrid
que en Amsterdam mostró sus dos caras opuestas. Si muestra la versión
arrolladora, la del vértigo, la de los esfuerzos solidarios, el Madrid
podrá hacer algo ante el Barcelona. Si se deja llevar por los miedos
como hizo durante una fase del partido en Holanda, seguro sufrirá. Lo ha
hecho casi sin quererlo ante el Ajax, y los holandeses no son ni una
sombra de lo que le espera en el Camp Nou en el Clásico del domingo.
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