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El Real Madrid visita este miércoles al Ajax de Amsterdam en la
segunda jornada de la Champions League bajo un clima aparentemente de
enorme tensión en el seno del equipo blanco. No en vano, y pese a que la
dificultad del grupo transforma cada uno de los seis partidos en casi
una final per sé, la relación entre Sergio Ramos y José Mourinho abarca
toda la actualidad madridista a escasas horas del partido en tierras
holandesas.
Un último rifirrafe que se une a los ya vividos este curso: primero
fue el propio José Mourinho señalando a sus jugadores de estar poco
implicados, luego fue Cristiano Ronaldo y su “tristeza”, y ahora es la
trifulca pública entre el técnico de Setúbal y el central de Camas. Todo
ello aderezado con dos derrotas y un empate en Liga que le deja a ocho
puntos del Barcelona, a escasos días de visitar el Camp Nou en Liga.
Ingredientes que hacen de este partido ante el Ajax un encuentro de alta
tensión. Extradeportiva, y deportivamente.
Y es que por otro
lado, el Real Madrid se encuentra ante uno de los partidos clave en su
grupo de la Champions League pese a ser sólo la segunda jornada.
Encuadrado con Manchester City y Borussia Dortmund, el Ajax es poco
menos que la cenicienta del grupo pese a ser el campeón holandés. Y las
cuentas son claras al respecto: ganando los tres partidos en casa y el
partido ante el Ajax en Amsterdam, la clasificación estará en el bote
casi con total seguridad sumando así 12 puntos, y restando así
trascendencia a los partidos en Dortmund y Manchester.
Así las
cosas, una victoria este miércoles en Amsterdam tendría triple valor:
serviría para encarrilar la clasificación en la máxima competición
europea, para amortiguar los ecos de los conflictos internos, y también
para llegar con la moral alta al Camp Nou, con cinco victorias
consecutivas tras de sí. Y al contrario, una derrota en las condiciones
actuales sería dramático.
Paraevitarlo, José Mourinho puede contar con toda su plantilla. Y de hecho
ha citado a 24 jugadores para el partido en Champions, incluidos los
canteranos, Ricardo Carvalho, los ‘conflictivos’ Sergio Ramos y Mesut
Ozil, y hasta Michael Essien. El ghanés no pudo jugar ante el Deportivo
por lesión, pero después de entrenarse con normalidad junto a sus
compañeros parece que no tendrá problema para jugar incluso de la
partida, como ya hiciera ante el Manchester City, en el Amsterdam Arena.
Un escenario mítico para el madridismo.
Allí se ganó la
Séptima, el título que cambió la historia moderna del club merengue. Y
es allí donde el Real Madrid quiere cimentar su camino hacia la Décima,
con una victoria para lavar la cara de la enrarecida imagen que está
ofreciendo tanto dentro como fuera de los terrenos de juego.
Paradójicamente, frente a un Madrid en guerra estará un club que honra a
otro legendario guerrero, Ayax el Grande. Aunque lo cierto es que a
este Ajax le queda poco espíritu batallador.
Otrora un grande del
Viejo Continente, el Ajax atraviesa por un periodo decadente en Europa.
En constante renovación, le cuesta encontrar una base firme sobre la
que cimentar su equipo, y el balance ante los blancos en los dos años
anteriores donde se enfrentaron en Europa lo pone de manifiesto: cuatro
victorias para los blancos, con doce goles a favor y ninguno en contra.
Sin Van der Wiel, Vertonghen, El Hamdaoui, Anita, al técnico Frank De
Boer le queda confiarse ya sólo a los Eriksen, Babel, Boerrigter o
Alderweireld. Poco a priori para todo un Real Madrid, aunque llegue algo
despistado.
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