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Esta temporada los partidos del Real Madrid Castilla están llenos de
emoción. Si empieza ganando, le remontan. Si empieza perdiendo, termina
remontando. Así pasó en Guadalajara y así ha sucedido en el Rico Pérez,
donde empezó perdiendo 2-0, llegó al descanso 2-1 y supo mantener la
calma y terminar imponiendo su juego para ganar por 2-4, merced a un gol
de Morata a falta de diez minutos con la inestimable ayuda del portero
local y de otro de Jesé al final.
El partido comenzó animado, con una amarilla a Adrián Sardinero por
ayudarse de la mano para controlar un balón. El balón discurría de la
parte defensiva a la ofensiva sin que los centrocampistas pudiesen
elaborar jugadas con paciencia. En el minuto 18 tenía lugar una jugada
espectacular. Gilvan, ex del Huesca, sacaba un latigazo desde la frontal
del área que se colaba por la escuadra sin que Jesús Fernández pudiera
hacer nada por evitarlo.
El Real Madrid lo intentaba por medio de
Cheryshev y Jesé, pero fue de nuevo el Hércules el que conseguía
adelantarse. Un penalti por mano claro de Mateos hacía que Fran Mérida
transformase el mismo. Jesús adivinó la intención pero el centrocampista
lo colocó a la perfección.
Poco le duró la alegría al equipo
alicantino, que veía como, tras un barullo en el área, Dennis Cheryshev
marcaba para el filial blanco, con una buena colocación. Así discurrió
la primera parte hasta el descanso, con una gran intervención del
portero madridista a tiro de falta de Callejón y con amarillas para los
defensas blancos (Fabinho, Nacho Fernández) y para Pere y Arbilla por el
cuadro local.
Salió en la segunda parte el Real Madrid Castilla
dispuesto a dar la vuelta al encuentro, no sin antes añadir dos
amarillas más, esta vez a Jesé y Fran Mérida, por una trifulca en el
medio campo y a Edu Bedía por una falta a Borja García. A los quince
minutos de la reanudación, un disparo de falta directa de Casado, con la
ayuda de la barrera local, se colaba en la meta de Falcón.
El
equipo blanco siguió atacando y su premio llegó. Un disparo de Morata
que no entrañaba peligro alguno botó mal y Falcón no llegó a atajarlo.
Era el 2-3 y certificaba la remontada blanca tras un ejemplo de pundonor
y esfuerzo. Cuando el Hércules se centró en labores ofensivas para
conseguir la igualada, un contragolpe ya en el tiempo de descuento, bien
ejecutado por Jesé Rodríguez con un disparo al palo corto, ponía el
definitivo 2-4 en el marcador.
Con esta victoria, el Castilla se
sitúa en la zona tranquila de la tabla, mientras que el Hércules es
penúltimo de la clasificación, con sólo 4 puntos de 24 posibles. El
puesto de Mandiá, en severo peligro.
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