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El Barcelona se lleva el primer Clásico de la semana con el Real
Madrid. En este caso, el de Liga Adelante entre los filiales. Escoció
mucho en la Ciudad Condal la derrota en la primera vuelta en el Alfredo
Di Stéfano, y pudo devolverle la moneda a los merengues. Fue necesario
eso sí que expulsaran –de forma un tanto discutible además- a Alex
Fernández en el bando blanco en el minuto 55, pues hasta ese momento iba
ganando el Castilla merced a un gol de Morata. Mejías había sostenido a
su equipo hasta entonces, pero si ya de por sí está muy bien construido
este Barcelona, con un jugador más durante tanto tiempo la balanza cayó
irremediablemente del lado blaugrana. No obstante, los dos goles de
Araujo y el de Deulofeu de penalti llegaron habiendo pasado apenas
veinte minutos desde la tarjeta roja, matando así un encuentro jugado de
poder a poder durante la primera mitad.
Llegaba el filial blaugrana mucho mejor preparado que el Castilla a
este mini Clásico, con la única excepción de la manita merengue al
Villarreal el sábado pasado. Sin embargo, los pupilos de Toril salieron
como si la clasificación en la Liga Adelante no fuera con ellos, con dos
oportunidades de Morata y Denis nada más empezar. Aunque eso sí, poco
le duraría ese dominio abrumador a los blancos, que si no hubiera sido
por que Tomás Mejías tuvo cuatro muy buenas intervenciones, se hubiera
marchado al descanso en desventaja en el marcador.
Y es que poco
a poco el cuadro culé fue encontrándose mejor sobre el campo, sin
llegar a estar nada cómodo por otra parte. De hecho, no terminaron de
acertar los pupilos de Eusebio, y sin embargo sí que lo haría el filial
merengue, de la mano de Morata. Una jugada muy ‘mourinhista’, dicho sea
de paso. El Castilla estaba siendo asediado, y en una jugada con muy
pocos toques, pasando el balón de banda a banda, el ‘9’ merengue cabeceó
a gol un centro medido de Juanfran desde el flanco derecho.
El
guión del partido cambiaría a los diez minutos de la reanudación cuando
el colegiado expulsó a Alex Fernández en una acción no falta de
polémica. Araujo caracoleaba en la esquina cuando cayó al suelo, se fue a
encararse con el ‘8’ merengue, y éste le tocó la cara. El ariete
blaugrana se tiró al suelo simulando una agresión, y el trencilla picó,
dejando al Castilla con uno menos durante 35 minutos. Suficiente como
para que el filial blaugrana pudiera descoser al Real Madrid.
Diez
minutos después de la expulsión, Araujo marcaría desde dentro del área
aprovechando un rechace a un centro lateral. Cinco minutos más tarde, el
propio Araujo finiquitaría un muy buen contraataque llevado por Luis
Alberto. Y por si fuera poco, Deulofeu no tardaría tampoco más de cinco
minutos en marcar el tercero, aprovechando un penalti por (infantiles)
manos de Morata dentro del área merengue y dando la puntilla así al
Castilla a cuarto de hora del final del partido. Se cumplió el
pronóstico y ganó el que mejor llegaba a este mini Clásico. Aunque no es
menos cierto que necesitó de una expulsión para ello.
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