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El Arsenal de Arsene Wenger afrontaba un partido vital para no
descolgarse de la cabeza de la Premier League. A pesar de estar ya a 9
puntos del líder y que para los ‘gunners’ es casi imposible pensar en
cualquier posibilidad de alzarse con el título de liga, los jugadores no
podían decepcionar a la afición.
En frente estaba el Fulham, sus vecinos londinenses. Un equipo que ha
arrancado muy bien el campeonato y que llegaba al Emirates Stadium cómo
el octavo clasificado, empatado a puntos con el Arsenal. Además, el
Fulham amenazaba a los ‘gunners’ cómo el tercer equipo en toda la
Premier League que más goles había marcado. Aun así, los ‘cottagers’
encarrilaban ya dos jornadas sin conocer la victoria en la Premier.
Wenger volvía a alinear desde el principio a Theo Walcott tras su
buena actuación en Alemania ante el Schalke04. Además, en lugar del
sancionado Wilshere entraba en el once el joven Coquelin.
El partido se puso enseguida de cara para el Arsenal. Tras un inicio
algo dubitativo, en el minuto 11 Olivier Giroud adelantaba a los locales
con un cabezazo tras un saque de esquina lanzado por Walcott, y en el
minuto 22 Podolski ampliaba la ventaja tras un buen pase de Mikel
Arteta.
Parecía que la tarde iba a ser placentera para los locales, pero con
el recuerdo de lo que pasó ante el Schalke04 los jugadores no podían
fiarse, y menos si delante está el tercer máximo goleador de la Premier.
Fue en el minuto 29 cuando el Fulham volvió a meter el miedo en el
cuerpo al Arsenal. En un saque de esquina lanzado por Ruiz, Berbatov
remató libre de marca desde el área pequeña. Mannone no se atrevió a
salir a por ese balón que ha de ser siempre del portero, y los
visitantes volvían a evidenciar los problemas defensivos del Arsenal. El
partido se le complicaba a los locales.
Y enn el minuto 40 Kacaniklic volvía a marcar para el Fulham y volvía
a hacer inútiles los dos goles de los locales en el inicio del
encuentro. Berbatov dejó en evidencia, otra vez, a la defensa ‘gunner’ y
ganó la banda derecha cómo quiso, puso el balón al punto de penalti y
Kacaniklic llegó desde segunda línea para cabecear el esférico y
conseguir el segundo de su equipo. El Fulham remontaba un partido que se
le había puesto muy cuesta arriba y dejaba tocados a los de Wenger, que
habían perdido el control del encuentro.
El Arsenal empezó la segunda mitad muy metido en el partido, pero las
oportunidades no acababan de llegar y el Fulham amenazaba con
adelantarse en alguna jugada. Los ‘gunners’ necesitaban un gol para
hacerse del todo con el control del partido. Wenger decidió introducir a
Ramsey en lugar de Coquelin para hacerse con la posesión del balón,
pues Cazorla no acababa de aparecer y liderar a su equipo.
En el minuto 67 el Arsenal pagó su falta de acierto. Mikel Arteta
cometió un claro penalti sobre Ruiz, y Berbatov fue el encargado de
transformarlo. El búlgaro destrozó a la defensa ‘gunner’ por todas
partes. Los de Wenger veían como sus vecinos les remontaban el partido.
Pero la respuesta de los locales fue rápida. Sólo dos minutos después,
en el 69 Giroud volvía a cabecear un centro de Walcott para poner el 3-3
en el marcador. El partido estaba totalmente loco, pero bonito.
El encuentro aún nos depararía un último capitulo a la locura que
habían sido durante los 90 minutos. En el 94, Arshavin forzó un penalti y
Mikel Arteta cogió el balón para poner el 4-3, pero su lanzamiento
desde los 11 metros lo atajó el guardameta visitante Schwarzer y el
resultado final sería de 3-3.
Con este resultado, el Arsenal sigue muy lejos de las posiciones
punteras de la Premier y puede ver como sus rivales se escapan aún más y
dejan ya imposible cualquier opción para el título. El Fulham, por su
parte, saca petróleo del Emirates tras realizar un gran encuentro y
luchar por la victoria hasta el final.
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