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Rafa Benítez afrontaba su segundo partido en el banquillo del
Chelsea y lo volvía a hacer en Stamford Bridge, dónde no recibieron
demasiado bien al técnico español. Aun así, el entrenador no fue tan
pitado como en la anterior jornada cuando pisó el verde. Esta vez los
‘blues’ recibían al Fulham de Martin Jol en la vigesimocuarta jornada de
la Premier League.
Los locales venían de un gran bache deportivo, pues encarrilaban
cuatro partidos consecutivos sin ganar y habían visto como el Manchester
United ampliaba su ventaja en 5 puntos. Necesitaba ganar el equipo de
Benítez, que confió en estos once para sacar la victoria: Cech;
Azpilicueta, Ivanovic, Luiz, Cole; Ramires, Romeu; Hazard, Oscar,
Bertrand y Torres. Sorprendía, y mucho, la ausencia de Juan Mata que
empezaría el partido en el banquillo. También destacaba la titularidad
de Oriol Romeu y la confianza del técnico en Azpilicueta.
Por lo que refiere al Fulham, llegaban a Stamford Bridge en una racha
muy negativa, tras dos partidos consecutivos perdiendo y cinco sin
conseguir la victoria. A pesar de eso, el buen inicio de los ‘Cottagers’
permitía a los de Martin Jol estar en la décima posición en la tabla de
la Premier League. Los visitantes saltaron al terreno de juego con
estos once: Schwarzer; Riether, Senderos, Hughes, Riise; Duff, Sidwell,
Diarra, Karagounis, Rodallega y Berbatov.
Enseguida se notaron los cambios tácticos que Benítez quería
introducir en el equipo. Oriol Romeu se colocó como único mediocentro
defensivo, cuando antes el Chelsea siempre jugaba con dos hombres en esa
posición. Óscar y Ramires jugaban de interiores mientras que Hazard y
Bertrand lo hacían de extremos. El objetivo del técnico era tener más la
pelota y aumentar la presencia ‘blue’ en posiciones ofensivas.
Pero esa era solo la teoría, pues la práctica es que el Chelsea
apenas creó oportunidades en la primera mitad. Los locales tuvieron
mucho la posesión del balón y apenas dejaron oler el esférico a los
visitantes, pero sólo un disparo flojo de Torres puso en apuros a
Schwarzer. Lo más bueno para los de Benítez en esta primera mitad es que
apenas concedieron oportunidades a su rival. Pero al Chelsea le faltaba
algo para poder vencer, probablemente Mata.
Y no tardó demasiado en entrar el asturiano, en el minuto 63 entró
Mata en sustitución de Bertrand, que apenas apareció en juego. Aun así,
al Chelsea le costó muchísimo crear oportunidades durante todo el
encuentro. Hazard estuvo desaparecido, a Mata le costó mucho entrar en
juego y a Torres apenas le llegaron balones. Sólo Oriol Romeu y Óscar
ponían sentido al juego de los ‘blues’, aunque siguieron sin crear
ocasiones, tan sólo algún disparo lejano o un remate de Torres llevaban
algo de peligro al área visitante.
El equipo de Benítez acosó la portería de Schwarzer en los últimos
minutos y a punto estuvo Azpilicueta de marcar el gol decisivo en el
último suspiro, pero su disparo se marchó desviado. Con el 0-0 final el
Chelsea veía como el líder se distanciaba aún más y la racha de malos
resultados se prolongaba una jornada más. El equipo ni gana ni marca con
Rafa Benítez.
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