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En el Estadio Alfredo Di Stéfano concurrieron dos equipos con rachas
negativas: el filial blanco había sido incapaz de ganar en las últimas
cinco jornadas, mientras que los numantinos sumaban una más. Ambos, en
la zona media de la tabla, necesitaban una victoria para alejar los
fantasmas del descenso, más presentes que nunca en esta Liga Adelante,
en la que todos han demostrado que pueden ganar a todos.
El partido comenzó con uno de los hechos que habían mejorado los de
Toril: los despistes defensivos. Así, un mal despeje de Iván González,
titular en la zaga en detrimento de Derik, terminaba en los pies de
Natalio, que batía de tiro cruzado a Jesús Fernández. Con el
contraataque como mejor arma, el equipo blanco trató de aprovechar la
velocidad de Jesé Rodríguez y Óscar Plano a la contra.
Pero nada
más lejos del plan establecido. Tras un centro medido de Jesé desde el
flanco izquierdo, Óscar Plano cabeceaba a gol su primer disparo del
partido. Desde entonces, y hasta que terminó la primera parte, el
árbitro Figueroa Vázquez decidió que quería el protagonismo del partido,
y optó por amonestar con tarjeta amarilla cualquier acción punible.
Así, del minuto 24 al 40 hubo seis amarillas, tres por equipo.
El
Real Madrid Castilla se encargó de llevar el peso del partido y una
internada de Jorge Casdado por la izquierda propició el segundo gol de
los blancos, tras un remate del lateral que no atajó el portero y Borja
García, mediapunta del equipo, disparó a puerta vacía.
Cuando
parecía que el filial tenía el partido controlado, un córner a favor del
Numancia hizo que el 2-2 subiera el marcador. Jesús Fernández perdió
control de su posición y Natalio, más listo que ninguno, picó el balón
de cabeza y estableció el empate.
Sin dominador claro en el
centro del campo y sin dinamita arriba, a pesar de la entrada de
Cheryshev, suplente en el día de hoy, y José Rodríguez (por Óscar Plano y
Mosquera, respectivamente), el Real Madrid sufrió en contra unos cuatro
minutos, cuanto menos, anecdóticos.
En los minutos que van del
78 al 82, el Numancia tuvo dos faltas laterales en el costado derecho de
su ataque. Las dos faltas fueron centradas al corazón del área, ambas
por Julio Álvarez, y tanto Del Pino como Regalón remataron al palo
izquierdo de Jesús.
Tras encajar dos goles de idéntica manera,
el Real Madrid Castilla se vino abajo y se vio incapaz de pelear el
encuentro hasta el final, consciente de que una victoria (otra más),
había volado del Estadio Alfredo Di Stéfano, esta vez con dirección a
Soria. De los últimos 18 puntos, los de Toril sólo han sumado dos.
Desolador.
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