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Un gol en propia meta a los 10 minutos ha servido al Manchester
United sumar otra victoria en casa que le permite conservar la distancia
de siete puntos con el Manchester City. El West Bromwich Albion llegaba
sexto en la tabla y como conjunto revelación de la Premier, aunque ha
decepcionado con su discreto papel ofrecido en su visita a Old Trafford.
La habitual rotación de los equipos de Sir Alex Ferguson en el
periodo navideño tuvo esta vez a Robin Van Persie como uno de los
inquilinos del banquillo del United para medirse ante el sorprendente
West Brom. Si la ausencia del holandés podía plantear ciertas dudas, la
fortuna se aliaba con los mancunianos cuando Ashley Young aparecía en el
área del Albion, tras una pared con Kagawa, para poner un fuerte centro
que era golpeado por un rival a la red. Con sólo 9 minutos, los locales
ya tenían el 1-0 casi sin querer. Así son los 'diablos rojos',
prácticos y eficaces.
El tanto en propia puerta del veterano
McAuley junto a la presión de la línea de tres cuartos del United
arrinconaron a los blanquiazules en los primeros instantes. El equipo de
Old Trafford parecía tener prisa por resolver el duelo y cerrar el año
2012 con el mismo colchón de puntos ante sus vecinos del City.
Con
el paso de los minutos, la comodidad del marcador y el ambiente
relajado de la grada impregnaron de cloroformo al juego. El balón se
movía de manera lenta y pesada con un ritmo plácido que ayudaba poco a
la velocidad y a la vistosidad. Sólo Kagawa y Young, precisamente dos de
los protagonistas en el gol, parecían tener energías y ganas de
revolucionar un partido que dormitaba en el "Teatro de los sueños".
En
el comienzo del segundo acto, el WBA avisaba a De Gea en un par de
acciones. La debilidad del United quedaba demostrada en cada acción de
los 'Baggies', que aún así seguían sin mostrar parte de su potencial. El
United parecía regodearse con la pereza y la parsimonia que daba la
ventaja en el electrónico y la seguridad en sus hombres de ataque que en
cada acercamiento encontraban facilidades en la zaga rival, como
Valencia por la derecha.
La llegada del final del partido y la
entrada de dos futbolistas con dinamita como Van Pesie y Lukaku, dieron
un aire alegre e incierto al último cuarto de encuentro. A pesar de que
Albion prosiguiera con su partido gris, el United no había cerrado con
firmeza el marcador y vivía con sufrimiento los últimos coletazos del
WBA al que faltaba ambición para nivelar el resultado.
En el
último suspiro, un arreón de los locales propiciado por Valencia llevó a
una segunda jugada donde Scholes asistía a Van Persie para que con una
parábola sentenciara el encuentro. Subiendo un escalón en el listado de
goleadores de la Premier, con 14 dianas.
El United ha mostrado
sus virtudes y defectos en 90 minutos. Por un lado, capacidad de generar
peligro con pocos ingredientes y mucha pegada si se dan metros a sus
hombres de referencia. Y por otro, en el plano defensivo, sufren
demasiado a balón parado y ceden el control del partido al primer
contratiempo, como hoy ante un desdibujado Albion que podría haberse
llevado un regalo navideño casi sin haber escrito la carta.
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